lunes, 25 de diciembre de 2017

5 Canciones 5: Mick Ronson, The Rave-Ups, Raveonettes, Ween y Sandy Denny


Growing Up and I'm Fine
Mick Ronson

Si queres saber hasta qué punto este tipo fue fundamental para definir el sonido, las canciones y la actitud de los Spiders from Mars, no tenés más que escuchar el disco debut como solista de Mick Ronson, Slaughter On 10th Avenue. En "Growing Up..." comparte créditos de composición con Bowie y tranquilamente podría haber convivido con los grandes temas de Ziggy Stardust o Aladdin Sane.

Aparece originalmente en: Slaughter On 10th Avenue (1973)

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In My Gremlin
The Rave-Ups

Tuvieron su breve momento de exposición, con este, Town + Country, el LP debut de la banda comandada por Jimmer Podrasky, en guitarra y voces. Tienen un tema que sale en la mítica película Pretty In Pink, una de esas que definen a una generación. ¿Por dónde andan? Rock de raíces, medio country, bluegrass o rockabilly pero mezclado con actitud y sonido de punk rock. Si este temazo no te pone a bailar o al menos a mover la patita...

Aparece originalmente en: Town + Country (1985)


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Recharge & Revolt
The Raveonettes

Otra de las tantas bandas que salieron a principios del nuevo milenio y que los periodistas amaban... para olvidar completamente al mes siguiente. Los Raveonettes, a diferencia de varios que surgieron en aquel momento, se las arreglaron para seguir y en este, uno de los grandes temas del quinto LP de estudio de los daneses, aumentan la cuota de post punk y el amor por Joy Division. Por algo fue uno de los cortes de difusión.

Aparece originalmente en: Raven In the Grave (2010)


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It's Gonna Be a Long Night
Ween

Qué maestros que eran los Ween, qué buena banda, agarraban un concepto y lo hacían mierda, lo destrozaban pero con criterio, conocimiento de causa y unas canciones infernales. Se podría decir que Quebec es el último gran disco del dúo y empieza con esta ametralladora de riffs al estilo Motörhead de la era Ace of Spades, la letra como suele ser en el caso de ellos, es ironía pura; "vos llevá la navaja, yo llevo el speed, va a ser una noche larga".

Aparece originalmente en: Quebec (2003)


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At the End of the Day
Sandy Denny

Según dicen tenía pánico escénico y era muy díficil hacerla relajar frente al micrófono, a la hora de grabar. Tenía dudas con respecto a su propio talento, una inseguridad patólogica inexplicable. Pero lo que dejó no tiene precio, los discos que hizo con Fairport Convention, con Fotheringay y ni hablar de sus discos como solista. Esta belleza de canción pertenece a su tercer LP de estudio.

Aparece originalmente en: Like an Old Fashioned Waltz (1975)

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jueves, 21 de diciembre de 2017

Video de la Semana: The Vapors - Turning Japanese



Clásico de clásicos, del primer LP de estudio de The Vapors, New Clear Days, de 1980.





lunes, 18 de diciembre de 2017

Alfredo Zitarrosa - Zitarrosa en la Argentina


En la contratapa de este disco, con textos del poeta cuyo nombre figura también en la portada, hay una anécdota de cuando cantó “Chamarrita de los milicos” ante una audiencia de estudiantes cordobeses, que la cuestionaban por considerarla reaccionaria. Según el maestro uruguayo “la lucha de clases no cesa en la puerta de los cuarteles” aunque aclara que entiende perfectamente la otra postura, a la luz de lo que venía pasando en aquel entonces, año 1973. Zitarrosa venía de Chile y había visto los sucesos infames del 29 de Junio, los que terminaron con el derrocamiento de Salvador Allende, el clima en Argentina se enrarecía a diario y el mundo se partía al medio y para siempre.

Este disco se graba inmediatamente después de lo de Chile, con la memoria fresca, hay varios temas que son testimonios de época, por desgracia, más vigentes que nunca, en otra demostración de que los problemas del mundo son más o menos los mismos desde que el hombre es hombre. “El que no cambia todo no cambia nada” canta Zitarrosa en “Triunfo agrario”, un tema que hoy en día se consideraría obsceno, en un ambiente derechizado a nivel global, donde cualquier atisbo de reforma, cambio del status quo o como se le quiera llamar, es mirado automáticamente con desconfianza. Las notas de autor de la contratapa son seis o siete párrafos que valen casi tanto como la música que contienen. Sobre todo para conocer a un tipo de esos que parecían más sabios que el resto de los mortales, como Atahualpa (de quien hace una impecable versión de la milonga “Los hermanos”), el Dylan veinteañero o Tom Jobim. Cita textual “la verdadera división pasa entre el Imperio y sus colonias, entre el Pueblo y nuestras respectivas oligarquías apátridas, desde el Atlántico al Pacífico, aquí y allá, en Chile y en mi país…” cualquier parecido -o equivalencia absoluta- con la realidad de nuestros días... se podría decir que no es casual.

Nada de esto tendría sentido si la música de Zitarrosa no hubiera superado el paso tiempo y es ahí, precisamente, donde el andamio se mantiene firme, como nunca, su voz tiene la nobleza de un roble, a prueba del viento, su enunciación es impecable y su convicción incorrompible. Estos tipos eran héroes populares y deberían seguir siéndolo, nos vendría muy bien a todos.








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Chequear también:

Alfredo Zitarrosa - La canción del cantor
Alfredo Zitarrosa - Guitarra negra
Alfredo Zitarrosa - Si te vas



martes, 12 de diciembre de 2017

Por vida: A Tribute to the Songs of Alejandro Escovedo


Viene dando vueltas desde hace rato, ya con The Nuns, su primer banda, fue telonero de los Sex Pistols en la nefasta gira yanqui que terminaría destrozándolos. Después formó Rank and File, con quienes hizo tres discos de estudio, entre ellos el infravalorado Sundown, del ’82, que podría encuadrarse con Green On Red o los Long Ryders, en aquello que fue el retorno al rock de raíces, con pibes que venían del punk. Después tuvo otras bandas de menor trascendencia como The Setters o True Believers (excelente rock de guitarras) incluso una vez empezada su carrera solista, allá lejos y hace tiempo con el magnífico Gravity.

A principios del nuevo milenio se enfermó de Hepatitis C y, como no tenía seguro médico… todos sabemos lo que pasa en Estados Unidos en esos casos. Por suerte los temas de Alejandro Escovedo siempre les gustaron mucho a sus colegas y ahí fue cuando acudieron a ayudarlo, cuando más lo necesitaba. Un disco tributo a beneficio, para decirlo en pocas palabras.

Algunos de los que dijeron presente son el interminable Steve Earle, que también hizo mucho por revivir la gloria que merecía Townes Van Zandt, la rompe con “Paradise”. Lucinda Williams se luce en el arranque con “Pyramid of Tears”, Calexico hace lo propio con “Wave”, un temazo de uno de sus grades discos, A Man Under the Influence y los Cowboy Junkies le dan su habitual tratamiento narcótico a “Don’t Need You”. Es doble y sin embargo no sobra nada, un signo evidente de la riqueza del catálogo de Escovedo, uno de los escritores de canciones más honestos, descarnardos y creíbles de los últimos treinta años. Así desfilan también Los Lonely Boys, rompiéndola con el tema que decían que le gustaba a Bush, “Castanets” y que Escovedo se negó a seguir tocando, Peter Case, ex-líder de los Plimsouls, canta “The End” y lo hace muy bien, los Jayhawks encaran sin miedo “Last to Know” y el enorme Ian Hunter le pone su cascada voz a otro de los temazos de Gravity, “One More Time”.

La lista, vano intento de descripción, podría seguir un buen rato pero este disco doble -¡22 canciones!- no hace más que confirmar lo que muchos ya sabían; Escovedo es un letrista excelente, sus canciones conmueven y podría considerarse un “músico de músicos”, esos que nunca son del todo populares pero son reverenciados y admirados por colegas.







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Chequear también:

Alejandro Escovedo - These Hands
Buick Mackane - The Pawn Shop Years
Alejandro Escovedo - Real Animal



jueves, 7 de diciembre de 2017

Los Lobos - The Road to Gila Bend



Los Lobos fue la última "banda sísmica" en mi vida, la última que me modificó el ADN y me hizo replantear varias cosas, derribando prejuicios y taras que me impedían disfrutar de muchas cosas. Como casi todo lo que uno aprende, se puede aplicar a otros ámbitos de la vida misma.

La lección de Los Lobos es tan sencilla y modesta como trascendente y definitiva; sólo hay dos tipos de música, la que está hecha por amor a la música y la que no. La que está hecha por otros motivos, no importa cuáles; plata, mujeres, drogas... esa es la que no vale la pena, la que no merece un segundo de tu tiempo.

Este temazo lo tuve de cortina inicial durante un año en mi programa de radio y no me canso de escucharlo. Crazy Horse brindando con tequila y con los amplificadores en once.





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Encontrala originalmente en:
Desde Kiko en adelante que hacen discos que podrían considerarse maduros, eclécticos... los tipos parecen estar de vuelta de todo. Y un detalle no menor; tienen la misma formación desde practicamente siempre: César Rosas, David Hidalgo, Conrad Lozano, Louie Perez y Steve Berlin.
The Town and the City (2006)





lunes, 4 de diciembre de 2017

AC/DC - Let There Be Rock


No vamos a hablar mucho de lo que fue y significó AC/DC porque absolutamente todo el mundo los conoce y bastante bien. Quienes puedan llegar a leer estas líneas tienen una idea aproximada, seguro. Sí vamos a hablar de los años iniciáticos, al borde de la tan ansiada conquista mundial de los hermanos Young. A pasitos nomás, cuando todavía eran teloneros de gente como UFO o Cheap Trick. Particularmente de Let There Be Rock, tercer disco internacional y cuarto a nivel australiano.

Alguien merece ser rescatado del olvido y es George Young, hermano mayor de Angus y Malcolm, había sido un miembro fundamental de los Easybeats, bien llamados “los Beatles de las antípodas” y había probado las mieles del éxito, por lo menos en Europa. Sabía de sonido, era productor, tocaba muy bien varios instrumentos, se sentaba al piano a testear, analizar y dar vuelta las canciones durante el proceso de composición de cada álbum. Con su también compañero en Easybeats, Harry Vanda, fueron pilares indispensables, sobre todo en los primeros años. Cuando tuvieron que cambiar de productor -para Highway to Hell- a instancias de Atlantic, fue un sufrimiento y un duro golpe para la banda.

Let There Be Rock también tiene algunas particularidades, es el primer disco que tiene el inolvidable logo, a pesar de que en Australia y en algún que otro lado salió con otra tapa. Es el último con Mark Evans en el bajo, antes de ser reemplazado por el histórico Cliff Williams. También es el primer LP en donde contaban con mucho equipamiento, todavía no eran millonarios, llevaban una vida muy austera en la ruta, invertían lo que ganaban y dormían en pocilgas, decididos a ser la banda más grande del mundo. Estaban muy cerca de lograrlo, tenían mucho hambre de gloria y eso se refleja en cada una de las canciones. ¿Qué decir del contenido? “Go Down”, “Dog Eat Dog”, el impresionante tema que da título, con una de las letras más logradas de Bon Scott, “Problem Child” ganchero, irresistible, bailable incluso. El oscuro “Overdose” y el final a todo trapo con “Whole Lotta Rosie”, el super clásico absoluto del disco, el que siguieron tocando en cada uno de los conciertos hasta el final. Rock and roll cuadrado y duro, sin vueltas ni pretensiones, palo y a la bolsa.

La conquista universal le costó a AC/DC la vida de uno de los cantantes con más carisma y personalidad de la historia de la música pesada. Entra Brian Johnson, sale Back In Black y el resto es historia más o menos conocida. Acá era cuando las papas ardían al fuego. El primer disco perfecto de AC/DC.







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Chequear también:

AC/DC - Powerage
Rose Tattoo - Assault & Battery
The Angels - Dark Room



viernes, 1 de diciembre de 2017

Video de la Semana: Tommy Keene - Places That Are Gone



Tommy Keene pasó a mejor vida hace unos días. Temazo de Songs from the Film, del '86.





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