viernes, 27 de julio de 2018

Disco del Mes: Pearl Jam - Backspacer


Pearl Jam
Backspacer
2009










Monkeywrench Records










lunes, 23 de julio de 2018

Red House Painters - Songs for a Blue Guitar


Alguna vez escuché a alguien riéndose de ellos y definiéndolos como “valium rock”. Una definición buenísima, por cierto. Les queda como anillo al dedo. En realidad, hablar en plural de los Red House Painters no tiene mucho sentido, esta siempre fue la banda de Mark Kozelek. En los noventa tuvieron cierta repercusión, lo que hacían era nuevo, estaba bien pensado y hasta salían por el sello 4AD, que en aquel entonces marcaba tendencias y estaba a la vanguardia.

Songs for a Blue Guitar es el quinto LP de estudio, aparece en el ’96, tiene algunas novedades y cambios con respecto a los anteriores. Por empezar el resto de los miembros de la banda ni aparece en los créditos, por lo que muchos lo consideran en realidad el primer disco solista de Kozelek. También acá hay muchas guitarras eléctricas, colchones de teclados, cuerdas, detalles y arreglos. “Priest Alley Song”, uno de los grandes temas del disco, tiene el pulso orgánico y acústico de los temas clásicos de Red House Painters, pero acá hay más horas de estudio. Una producción despojada, seca, que no hace más que condimentar y ayudar en las canciones. Kozelek siempre fue un fanático de los covers raros y retorcidos y en este disco hay tres versiones memorables. Por un lado “Long Distance Runaround” de Yes (sí, sí, el tema de Fragile), “All Mixed Up”, original del primer LP de estudio -homónimo- de The Cars y por último “Silly Love Songs” uno de los temas más cuestionados de la carrera solista de Paul McCartney. En todos los casos se apropia de las canciones, las hace suyas y hasta es difícil reconocerlas, serían casos de versiones que son tomas de partido, manifiestos personales, es un “acá hay una canción hermosa y no importa de dónde proviene”, un gesto quijotesco, si se quiere. “Silly Love Songs” es el equivalente a “Down By the River” de Neil Young & Crazy Horse, revisitado para la generación X. Una exploración épica de las posibilidades de la música de guitarras, con una zapada larga, sucia y psicodélica. Hasta se permite divertirse un poco en temas rápidos como “I Feel the Rain Fall”.

Los Red House Painters hacen otro disco más después de este (Old Ramón, del 2001) y Kozelek, uno de los tipos más prolíficos y trabajadores de su generación, se embarca en otro proyecto / banda que todavía hoy sigue dando frutos; Sun Kil Moon, con quienes lleva más de diez discos a la fecha, sin contar colaboraciones de todo tipo y color. Siempre con un sello y una identidad.







Escuchar en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Red House Painters - Down Colorful Hill
Mark Kozelek - What's Next to the Moon
Sun Kil Moon - April




jueves, 19 de julio de 2018

Video de la Semana: Oingo Boingo - Nothing Bad Ever Happens



Sería el clásico "yo no me caliento porque a mi lo de afuera jamás me toca". Hasta que te toca, claro. Capo total Danny Elfman. Del tercer disco de Oingo Boingo, Good for Your Soul, del '83.





lunes, 16 de julio de 2018

5 Canciones 5: The Guess Who


Life in the Bloodstream

El disco Frank Zappa de los Guess Who. Acá prueban de todo y el disco va para todos lados. A pesar de eso nunca deja de ser interesante e incluso los experimentos más jugados salen adelante por la habilidad y musicalidad de la banda. "Life..." es una especie de balada doo-woop que podría haber sido grabada a mediados de los cincuenta, con una vuelta de tuerca desde la letra, como para no olvidarse que estamos en otra era, otro mundo, otra historia.

Aparece originalmente en: So Long, Bannatyne (1971)

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Bye Bye Babe

La mayoría de los comentarios que andan dando vueltas en Internet sobre Artificial Paradise hacen hincapié en el packaging incómodo que tiene, cosa muy cierta pero lo que importa... ¿no debería ser la música? Y de eso hay de sobra acá. Este tema abre el LP y es una descarga eléctrica de rock 'n' roll a lo bestia, ideal para agarrar la autopista en contramano y reventarse contra un camión, cuando viene la ambulancia todavía sigue sonando este tema. Gran principio para una película.

Aparece originalmente en: Artificial Paradise
(1973)

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Guns, Guns, Guns

Otra oda a la madre naturaleza que bien podría haber estado en la obra maestra de Spirit, The Twelve Dreams of Dr. Sardonicus, de hecho puede que Burton Cummings le haya pegado una oída porque las similitudes no son pocas y el otro disco salió unos años antes que este. Empieza con un piano, deja que la batería eleve un poco la canción y casi en seguida está flameando en el cielo, como una bandera de orgullo rockero.

Aparece originalmente en: Rockin'
(1972)

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A Wednesday In Your Garden

En Wheatfield Soul está claro que todavía no sabían para donde ir como banda, estéticamente. Pero ya cantaban, tocaban y componían muy bien, por eso algunos consideran a este el primer disco real de los Guess Who. Este temazo de soul psicodélico bien podría haber estado en cualquiera de los grandes discos de la época (Beatles, Kinks, etc.) con una pequeña gran diferencia; nadie la habría podido cantar como Burton Cummings. Conmovedor.

Aparece originalmente en:
Wheatfield Soul (1969)

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Glamour Boy

En Allmusic le ponen una estrella a este disco. Uno no puede menos que preguntarse si se habrán tomado el trabajo de escuchar aunque sea una de sus canciones. Arreglos magistrales, hay dinámica, el estribillo es muy bueno y la letra ni hablar. Una sátira al movimiento de glam rock, algunos de sus exponentes eran compañeros de sello incluso, como Bowie o Lou Reed. "Por veinticinco mil dólares podés tener la facha de tu hermana esta noche". Categórico.

Aparece originalmente en: #10
(1973)

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viernes, 13 de julio de 2018

Cosmic Rough Riders - Don't Get Me Down



¿Alguien se acuerda hoy de los Cosmic Rough Riders? Yo sí y me voy a acordar con cariño de ellos toda la vida. Tienen cuatro o cinco temas que los voy a cantar para siempre, que me acompañaron en un momento en que los necesitaba... o me venían bien, a esta altura no importa.

El título ya me gusta, me predispone bien, después cuando empieza no das un mango, parece cualquier canción de rock blando de bandas que ni quiero nombrar. La sorpresa viene con los cambios de acordes, el estribillo, la manera de cantarlo y la forma en que la canción va creciendo y tomando forma.

Es un ruego desesperado que increíblemente pasó sin pena ni gloria. Me pregunto que pensará el autor de semejante canción. ¿Estará orgulloso? Debería, sin dudas.



Escuchar en Spotify.





Encontrala originalmente en:
Tuvieron su cuarto de hora con Enjoy the Melodic Sunshine, un disco que tuvo cierta llegada, no había muchos grupos usando armonías vocales como lo hacían ellos hace más de diez años. Para la altura de este, el último de estudio no le importaban a nadie y en la tapa lucen destruídos.
The Stars Look Different from Down Here (2006)





martes, 10 de julio de 2018

Varios - Dust On the Nettles


Trabajar de lo que a uno le gusta. La gente del sello Grapefruit se da ese gusto, por lo visto. Vienen armando unas reediciones que se distinguen del resto por el nivel de dedicación, amor por el género, precisión en la data y precios -dentro de todo- accesibles. Son específicos hasta el punto de resultar casi cómicos. Un claro ejemplo es esta coqueta cajita de tres CDs, que salió hace dos o tres años. El nombre completo es Dust On the Nettles: a Journey Through the British Underground Folk Scene 1967 – 1972. Para resumirlo y sin tener que traducir, se podría decir que la caja recopila la crema y nata del folk inglés de su era de oro, sus años más fértiles.

Para quienes no conocen mucho el género será demasiado para digerir, cada disco tiene unos veinte temas, pero si andás con ganas de darte un empacho, sirve como introducción a un panorama fascinante. En todo el mundo, después de la resaca de LSD, la idea era volver a las fuentes, a las músicas que se hacían mucho antes de que esta gente naciera, en Inglaterra la idea era ir al medioevo, a la era del Rey Arturo, las religiones paganas, Camelot, los duendes y sus pipas psicodélicas, Avalon, etcétera. Agarrar instrumentos que ya nadie usaba, como laúdes, flautas de pan, ocarinas y darles un contexto nuevo, único. A pesar de que no hubo bandas realmente exitosas, sí hay algunas de renombre que fueron y son muy apreciadas por melómanos a nivel mundial. Están los que se podrían considerar “iniciadores de la historia”, hablamos de Incredible String Band, Pentangle, Steeleye Span y Fairport Convention. Otro acierto de la caja es que, cuando se trata de nombres más o menos conocidos, estos están representados por temas que no lo son tanto, alguna perlita recóndita, algún “tapado”, digamos. En el caso de los Fairports, el elegido es el gran “Fotheringay”, un tema importante en más de un sentido, pero en vez de la versión de What We Did on Our Holidays se trata de un demo. Un detalle que habla bien de la gente de este sello.

Después están los que podríamos llamar “grandes de segunda línea” como Vashti Bunyan, Dando Shaft, los geniales Trees (sus dos discos de estudio son extraordinarios), C.O.B., o los diabólicos Comus, cuyo primer LP, First Utterance, excede cualquier categoría. No faltan los que son conocidos por otras causas, además de sus aportes al folk inglés, como Kevin Coyne, Joan Armatrading o el gran Marc Bolan, que acá aparece representado por su grupo pre-fama, Tyrannosaurus Rex. Y los verdaderos héroes de la historia, los completos olvidados, perdedores hermosos que aportaron a la causa sin pedir nada a cambio. De estos hay varios en esta compilación y ninguno carece de méritos musicales. La justicia tarda pero llega, dicen...

¿Qué mejor manera de viajar sin moverse que esta caja? Un pasaje sin escalas a una época que ya no existe, que el mundo mismo se llevó por delante y la historia borró de un plumazo. Esto no está en el libro gordo de Petete del rock, tampoco queremos que esté en realidad. Como anticipó Orwell en 1984; la historia puede reescribirse sin que nos demos cuenta.








Escuchar en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Mark Fry - Dreaming With Alice
Varios - Looking at the Pictures in the Sky: The British Psychedelic Sound of 1968
Moonkyte - Count Me Out



viernes, 6 de julio de 2018

Video de la Semana: Nico - Evening of Light



Tétrico sería una buena palabra para describir este video que se hizo para The Marble Index de Nico, uno de los discos más originales, depresivos, mágicos, místicos... (y podríamos seguir agregando adjetivos un buen rato). Algún día lo voy a comentar, es difícil describirlo con palabras, lo tengo hace mucho y lo habré escuchado bien dos o tres veces. Pero esas tres veces sí que valieron la pena. Los que andan correteando por ahí con Nico son Iggy y uno de los hermanos Asheton, creo.





miércoles, 4 de julio de 2018

George Harrison - All Things Must Pass


Caso extraño el de George Harrison. Con los Beatles lo dejaban poner como mucho dos temas por disco, en el Álbum Blanco mete cuatro… matemática pura. Cuando por fin se saca de encima el cepo de la banda que lo hizo famoso, saca su primer LP como solista, una suerte de diarrea compositiva, que jamás vuelve a superar. Para ser honestos nunca vuelve ni siquiera a arrimarse a las alturas que trepó con All Things Must Pass.

El disco en su momento salió en una lujosa caja como las que envolvían los discos de ópera, que siempre fueron carísimos, aún así se cansó de vender y, por un momento, fue el ex-Beatle más exitoso, aclamado y reconocido. Era triple, pero no hay que olvidar que el tercer disco eran unas zapadas, que se grabaron con los músicos calentando motores, que nadie en su sano juicio necesita volver a escuchar dos veces, más que como una curiosidad, souvenir o como gusten llamar a este gesto indulgente, típico de rock star de los setentas. Otra maña en la que “el Beatle callado” empezaba a caer acá, era la de dar consejos en las canciones, el predicador. George había visto la luz y no podía hacer menos que esparcirlo a los cuatro vientos. Muchos se le cagaron de risa, como siempre sucede en estos casos, para colmo, en los discos siguientes esto se agravaría.

Pero hablemos de la parte positiva, que de eso hay mucho en All Things Must Pass, tiene que ver con la música, lo que realmente importa. Las canciones que tenía acá eran impresionantes. Se puede hacer una leve enumeración para no olvidarse de la grandeza de este LP. Están los dos temazos que compuso cuando era amigote de Dylan y el primero, una obra maestra abre el disco, “I’d Have You Anytime” y merece el puesto. “If Not for You” sólo ostenta la rúbrica de Mr. Zimmerman, también sale en New Morning y algunos recordarán la versión a dúo en el concierto para Bangla Desh. El muro sonoro de Phil Spector, encargado de la producción, esta vez llega hasta el cielo, en “Isn’t It a Pity” directamente construye una catedral, sobre todo al final del tema, con una coda a toda orquesta. Acá está “My Sweet Lord”, por el que se comió un juicio por supuesto robo, de parte de los Chiffons, quizás su tema más recordado como solista (¿el otro sería “Something”?). El delicioso y divertido “Apple Scruffs”, dedicado a las fans de los Beatles que los esperaban religiosamente, en la puerta de Abbey Road. Todos los temas valen la pena, todos tienen algo para decir. La galería de músicos famosos también sentó un precedente en All Things Must Pass, incluso se da el lujo de tener a los cuatro Badfinger solamente para grabar capas de guitarras acústicas.

Doloroso o no, la carrera de George Harrison desde acá en adelante, fue un lento declive, con grandes temas, eso sí, aunque esporádicos -también hay que decirlo- y nunca volvió a hacer un disco redondo e incuestionable como este, su debut, All Things Must Pass.








Escuchar en YouTube o en Spotify.








Chequear también:

George Harrison - Living in the Material World
Bob Dylan - Self Portrait
Delaney & Bonnie - On Tour with Eric Clapton



domingo, 1 de julio de 2018

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