The Sadies - Colder Streams

A partir de Stories Often Told, cuarto LP de estudio, son todas obras maestras, grandísimos discos. Cuarto, si no contamos Red Dirt, con Andre Williams y Mayors of the Moon, con el líder de los Mekons, el ultra-prolífico Jon Langford. Son en total siete LPs que me atrevo a decir que son indispensables. En los años en que estuvieron activos nunca cambiaron la formación; Mike Belitsky en batería, Sean Dean en bajo y Dallas y Travis Good en guitarras y voces. Los hermanos venían de una familia canadiense de músicos, deben haberse criado rodeados de instrumentos y gente cantando.

El 17 de Febrero de 2022 nos enteramos de que Dallas había dejado este plano existencial. Nunca se dijo o supo qué fue lo que pasó, cuál fue la causa. Capaz fue mi culpa y no me encargué de guglear correctamente. Tengo mis sospechas. “Siento que estoy viviendo en el infierno. Si puedo mantenerme fuerte desde el amanecer hasta la caída del sol, a lo mejor mañana puedo estar bien” cantan en “Sunset to Dawn”, de New Seasons, que había salido hace ya unos años, en 2007, para ser precisos.

En realidad, para ser honestos, nunca escuché a los Sadies por sus letras, siempre supe que había algo, que estaban bien, pero la música era demasiado buena como para prestar atención. Y de repente sale este disco, un poco después del anuncio de la muerte de Dallas.

Cuesta encontrar un ejemplo anterior, un punto de comparación. Colder Streams es un testamento, una carta de despedida. Con un nivel de elocuencia y honestidad que conmueven. El tipo sabía que el final estaba ahí, a la vuelta de la esquina. ¿Cómo lo encara? Con una especie de resignación. De la persona que sabe lo que va a pasar y ya lo asumió hace rato. Closer de Joy Division podría ser algo parecido. Pero no. Acá el costado sórdido, gótico o como prefieran llamarle, no está. La música es mas o menos lo de siempre, el altísimo nivel al que -por fortuna o gracia divina- nos tenían acostumbrados los Sadies. En las letras está el salto, la gran diferencia. “More Alone” es conmovedor: “No quiero explicar toda la tristeza y el dolor a la familia y la gente que amo, me siento más solo, que cuando estoy solo”. Acá es clarísimo. Depresión, dependencia a alguna droga muy poderosa, lo que sea, estaba en un lugar muy oscuro. O en un tema sencillo y en apariencia medio inocente como “Stop and Start”, cuando cantan eso de “cuando busco respuestas, preguntas es lo único que obtengo, me gustaría saber qué es lo que tengo que hacer esta vez”. En “You Should Be Worried”, un temazo en más de un sentido, la lírica es una suerte de haiku, cortito y al pié: “No estoy preocupado por vos. Bueno, vos deberías estar preocupado por mí”.

Los miembros sobrevivientes de Joy Division, los que más tarde fueron New Order, más de una vez han dicho que nunca prestaron atención a las letras de Closer, de lo contrario podrían haber hecho algo al respecto, para evitar el suicidio de Ian Curtis. ¿Qué habrá pasado en este caso?







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