The Troggs - Archeology (1966-1976)

Acá tenés un compilado de esos que terminan siendo esenciales. Casi tanto o más importante que los lanzamientos de estudio, los larga duración. Y más tratándose de The Troggs, quienes al igual que otras bandas, nunca llegaron a hacer ese LP definitivo, su Pet Sounds, ni siquiera su Roger the Engineer, lo más parecido a un disco bueno que llegaron a hacer los Yardbirds. Eran lo que se dice una banda de singles, Reg Presley y compañía tienen en su haber al menos diez indispensables. Y por supuesto que en este CD doble están todos.

Empieza con “Lost Girl” que lo primero que sacaron, en el ’66, cuando el mundo pasaba de blanco y negro a technicolor ellos volvían a las cavernas, ya desde el nombre de la banda (vendría a ser un diminutivo de Los Trogloditas) las letras y la música. Ritmo amenazante, la batería vuelve a la jungla, pocos acordes -dos, tres, cuatro como mucho- y un par de ideas musicales bien puestas. “Wild Thing” bien podría ser el tema definitivo que hicieron, este sí que lo conoce todo el mundo, lo hizo Hendrix el día que prendió fuego la guitarra en Monterey y es abiertamente sexual, como varios de los grandes temas de esta gente.

“Love Is All Around” no podía faltar, himno hippie por excelencia, el tema más famoso por afano y el que todavía podés llegar a escuchar en un supermercado. Muestra que Reg Preley tenía olfato para captar lo que pasaba alrededor. Siempre dijo no haber consumido ningún tipo de droga, sin embargo, el gran “Night of the Long Grass”, “Purple Shades” o varios de los temas de Cellophane y Mixed Bag, los álbumes en que intentan subirse al trencito de psicodelia, parecen sugerir lo contrario.

“I Can’t Control Myself”, que todos conocimos por los Ramones y Acid Eaters también está, al igual que “Anyway That You Want Me”, “I Want You” o “Too Much of a Good Thing”, temas bien representativos de lo que eran los Troggs en esos tres o cuatro años fugaces en que brillaron. Lo mejor de este doble es que hay varias joyas ocultas en donde los tipos intentaban salir un poco del molde, con éxito, hay que decirlo. Cuando buscaban variedad a veces les salía bien. El título del compilado es un poco mentiroso por que ya para el año ’70 poco quedaba de lo que habían sido. Incluso acá incluyen las infames Troggs Tapes, que sería un equivalente auditivo a Spinal Tap. Es la banda cagándose a puteadas en el estudio, discutiendo y diciéndose de todo, alguien apretó REC y fue a parar al mercado pirata. No llega a opacar los pequeños grandes aciertos de los Troggs. Como todo buen rock and roll; estúpidamente genial. ¿O genialemente estúpido?







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