Love - Four Sail

“Creé en el amor y yo voy a creer en vos” canta Robyn Hitchcock en “The Wreck of the Arthur Lee”, uno de los grandes temas de su disco Respect, del ’93. Un homenaje oblicuo (como casi todo lo que hace Hitchcock) a uno de los héroes olvidados de aquel Verano del Amor. A Janis la conocemos todos, a Hendrix ni hablar, a los Doors prácticamente todo el mundo. A Arthur Lee, uno de los personajes más interesantes y ambiguos de aquel período iniciático, no lo conoce casi nadie. A pesar de que, en la era Internet, tuvo su revival y de que Forever Changes es un disco que tiene su reconocimiento en ciertos grupos, de gente que podría tildarse de “enterada”. De Four Sail no se acuerda nadie, o casi nadie.

Los tres primeros de Love se llevan todo el mérito, el primero porque tenía la versión de “My Little Red Book”, Da Capo por sus temas increíbles y su malograda cara B y Forever Changes porque es único e inigualable. Para la época de Four Sail, cuarto disco de estudio de la banda de Los Angeles, ya no quedaba nadie de la formación original, salvo Arthur Lee, claro. Habían pasado casi dos años desde el álbum anterior, se había hecho amigote de Hendrix y se había tomado la molestia de armar una banda nueva. El resultado es este; otro disco único.

Empieza con “August” y de movida te das cuenta de que las cosas cambiaron, el baterista está enloquecido, al mejor estilo Mitch Mitchell o Keith Moon, propulsa el tema hacia un lugar inesperado. La canción está llena de cambios y parece anticipar la tendencia a las zapadas de la década que estaba por venir. Después sigue “Your Friend and Mine – Neil’s Song” un blues que para mi gusto es el único tema del disco que podría no haber estado. De todas maneras está bien tocado y Arthur Lee lo saca adelante porque como cantante es original, en más de un sentido. La cosa sigue con “I’m With You”, que bien podría haber sido un tema de Forever Changes, sutil, flotador, celestial y con esa onda de psicodelia entre amenazadora y amable que solo este tipo pudo haber pergeñado. “Good Times” tiene una atmósfera jazzera, la banda anterior nunca podría haber tocado esto, acá es palpable la influencia de Hendrix y el rock californiano de la época, en una de las pocas oportunidades en que Arthur Lee se dejó influenciar por lo que pasaba alrededor y salió un poco de su caparazón introspectivo. Temazo. “Me acabo de levantar de un sueño” canta en el encargado de abrir el lado B, “Dream”, con unos arreglos de guitarra que merecen atención, sería algo así como un tema de la etapa country de los Byrds, pero pasado por el tamiz marciano de un tipo que vivía en una realidad paralela. “Always See Your Face” sería algo así como el hit del disco en este mundo posmoderno, salió en la película Alta Fidelidad, en un intento muy noble por revalorizar a Love y a este disco en particular.

Hace poco la reviste NME, siempre con su inevitable cuota de esnobismo, eligió a Four Sail en el primer puesto en esas listas que siempre hacen para generar polémicas sin sentido. La lista se llamaba “101 discos que hay que escuchar antes de morir”. Arthur Lee se había muerto hacía casi diez años. Nunca es tarde para las reivindicaciones.







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