lunes, 5 de septiembre de 2022

Thelonious Monk - Underground


Jazz. Repelente para muchos. Adoración absoluta para otros tantos. Nunca olvidaré a un crítico de jazz diciendo en la tele, sin el menor atisbo de ironía, que la música country era “música para idiotas”. A ese nivel de arrogancia puede llegar el fanatismo por el género. Es la rama de la música popular mas elevada (¿o más naríz parada?) si se quiere, la que está más cerca de la música académica, clásica, Beethoven, Brahms, ustedes saben a lo que me refiero.

Vale decir que este no será el comentario de alguien que conoce el género, cuando leo los libritos de los discos de Miles Davis pienso que ahí no tengo nada que ver, o me llama la atención el tipo de cosas que destacan, como por ejemplo ciertas proezas técnicas que están sucediendo en la música que son pura y exclusivamente “para entendidos”. Y a la música no hay que entenderla. Ahí hay un error grande. La música es para disfrutarla, para acompañar un momento, no es para diseccionarla como a un sapo en la clase de ciencias. No tengo nada en contra de quien quiera hacerlo, si tenés los conocimientos que hacen falta para tales efectos, dale sin miedo. Seguramente hay mayor disfrute en una escucha inocente, desprevenida y menos maniática. Me la juego.

En el jazz hay cinco o seis colosos ineludibles; Miles Davis, Duke Ellington, Charlie Mingus, Coltrane y por supuesto Thelonious Monk. Si conocés la obra de ellos tenés un buen panorama de lo que pasó (y pasará) en un estilo que definió al siglo veinte tanto como el cine, los autos y los Beatles. ¿Qué particularidades tiene Underground con respecto a otros discos de Monk? La tapa, para empezar. Está nuestro héroe sentado al piano en una especie de sótano o bunker muy desordenado, hay comida, cosas tiradas y demás trastos. La bandera con la esvástica es imposible de evitar, encima al lado hay un jerarca nazi que parece estar atado de manos. Es una de las grandes tapas de la historia de la música popular. Impresionante.

¿Y la música? Agarremos por ejemplo “Raise Four”, el tercer tema del disco, la banda avanza arriba de un groove monstruoso, esto lo puede escuchar cualquiera, no es que requiere de grandes conocimientos para que te llegue. Claro que si uno pone la atención adecuada podrá darse cuenta que lo que hace Monk al piano está lejos de ser algo convencional o trillado. Usa las disonancias y las notas negras de una manera única, muy propia. Seguramente sabe qué es lo que está haciendo, qué reglas o normas musicales está alterando. Casi se podría decir que está jugando con su instrumento. Es muy posible que haya algo escrito y otra parte improvisada. ¿Importa saber todo eso? No, para nada.







Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:
Thelonoius Monk - Monk's Music
Thelonious Monk With John Coltrane - ídem [1961]
Thelonoius Monk - Straight, No Chaser



2 comentarios:

Gonzalo A. Lasarte dijo...

Mira que soy fan de Monk, pero este disco me falta. Un genio indispensable. En cuanto a lo que dices, yo siento por igual a Monk que a AC/DC, nunca me costó más el jazz que el rock, el blues que el dodecafonismo. No hay que tener miedo a ninguna expresión musical, sea culta o popular, el exceso de respeto es ridículo, olvídalo y serás tan entendido como el que más.

Abrazos.

Un abrazo.

Beefheart Smiles dijo...

Tenés mucha razón amigo. Como es que NO tenés este? Ojo, yo tampoco es que tengo miles de Monk, deben ser 5 o 6 pero este lo sentí especial a la primer escucha.

Esta me gustó "olvídalo y serás tan entendido como el que más". Seguro Monk actuó en consecuencia de eso toda su vida.

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