“Voy a hablar en mi idioma porque las bandas de acá, cuando van a mi país, hablan en inglés” ha dicho en escenarios como el de (por ejemplo) Glastonbury, ante públicos enormes que esperaban ansiosos su actuación. Una personalidad arrolladora, adjetivo que puede resultar exagerado o grandilocuente, en el caso de de Juana Molina, es perfecto, cien por ciento descriptivo. Y no hablamos solamente de su manera de manejarse en el medio, más bien estamos hablando de música, lo que al fin y al cabo nos importa y atañe.
“Un día voy a ser otra distinta, voy a hacer cosas que no hice jamás. No va a importarme lo que otros me digan, ni va a importarme si resultará” canta en el primer tema, el encargado de abrir y dar título a Un día, quinto disco de estudio de la cantautora porteña. La música es una especie de loop psicodelico giratorio, circular, que va sumando capas y texturas hasta que se forma una suerte de bola sónica, enorme y destartalada. Originalidad absoluta. Hay gente que valora mucho la originalidad y quizás por eso Juana Molina es la artista argentina que más lejos ha llegado, en cuanto a alcance en el extranjero. También vale decir que esta música trasciende cualquier tipo de frontera, si sus letras fueran en algún dialecto africano, no importaría demasiado porque la parte lírica puede ser algo secundario en lo que hace, en su estilo. Suele usar las palabras como ruidos, efectos o ecos, por ejemplo en “Vive solo”, termina siendo una catarata de voces arremolinándose, siempre en función de la canción, en este caso de la composición. No sería del todo adecuado decir que esto son canciones, al menos no en el sentido tradicional de la palabra.
Como suele suceder, si uno presta atención a las letras hay una puerta, una forma de
acercarse un poco más a la persona detrás del disfraz o de lo que sea que está
presentándonos. En el caso de Juana Molina, también en ese apartado termina
siendo única. Sus letras son comentarios de vecino, cosas que cualquiera podría
llegar a decir en algún momento u otro. Por momentos parece paródico o irónico
pero, como no queda del todo claro, termina sumando atractivo a la propuesta. “Se
exactamente a donde queres llegar. Tanto tanto te conozco. Para que te crea
ponés cara de casualidad” dice en “Lo dejamos”, en medio de una maraña de
guitarras españolas y voces fantasmagóricas. Quizás podría relacionarse con Medülla,
el disco de Björk hecho prácticamente a capella, puede que lo haya escuchado,
quizás para tener un concepto o un punto de partida. Aunque Juana Molina
siempre fue demasiado inteligente e idiosincrática como para afanar, copiar, o tomar
una influencia de manera directa. Esto es único, irrepetible, te puede gustar o
no, hay virtudes que son innegables.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
The B-52's - Wild Planet
Juana Molina - Son
Deradoorian - The Expanding Flower Planet
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