Oliver Stone. Banda sonora. Peliculón. ¿Peliculón? Tendría que volver a verla. Había un planteo interesante en esta historia. En el título mismo está la teoría; asesinos por naturaleza. Con el gran Woody Harrelson y Juliette Lewis haciendo de Mick y Mallory, una suerte de Bonnie y Clyde para la generación de MTV. La prensa se encarga de convertirlos en estrellas de cine, glorificándolos, cosa que suele suceder con los asesinos seriales en Estados Unidos. Por momentos la película abarca más de lo que en realidad aprieta, pero nadie en su sano juicio puede negar que tiene algunas escenas memorables. En todas hay música.
Apenas empieza, primer metáfora, la pareja glam / trash sale a la ruta en el descapotable (no podía ser OTRO tipo de auto) si mal no recuerdo en la escena en que se cobran sus primeras víctimas. Suena “Waiting for the Miracle” de Leonard Cohen, mientras un primerísimo plano muestra a un escorpión enorme aplastado por la rueda. ¿Matar para no ser pasados por encima? Algo así, podría ser.
Otra impresionante, highlight indiscutido, escena de escape de la prisión. Acá el director tira toda la carne al asador, no se guarda nada. Hay tiros y sangre por todos lados, bordeando la parodia, casi llegando al extremo de Tarantino en esa escena de lucha de Kill Bill. ¿Qué suena? “Rock ‘n’ Roll Nigger”, el tema más rockero de la discografía de Patti Smith. También el más cabezota y hasta podría decirse demagogo. No importa, con las imágenes queda diez mil puntos, inapelable.
Eterna favorita; cuando toman hongos y alucinan en el desierto. Cowboy Junkies. Yo los conocí por medio de esta versión, como más de uno, seguramente. “Sweet Jane” de Lou Reed, de Velvet Underground mejor dicho. Uno de los grandes temas de las inmortales The Trinity Sessions, el disco por el que todo el mundo recordará a la banda de los hermanos Timmins, para bien y para mal. Ella baila sensualmente en el capó del auto mientras el tiene un viaje cósmico psicódelico. ¡Qué buen momento para drogarse! Aunque después, como casi siempre, viene la pesadilla.
Hay un montón de
temas que no me acuerdo de que suenen en la película, pero el disco está
buenísimo. L7, Duanne Eddy, “You Belong to Me” de Dylan, la banda que había
armado Jello Biafra con el de Ministry (Lard) y hasta un tema de Jane's Addiction
con Diamada Galás. Tower Records, barba recién salida, todo esto aúlla noventas.
Una era que se fue para nunca más volver. Por suerte o por desgracia, ese es
otro asunto.
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2 comentarios:
La película no me gustó cuando la vi, pero nada de nada. Eso sí, la música que contiene, la que cuentas, es buenísima.
Un abrazo.
No? Me gustaría saber por qué. Yo era chico, toda esa violencia... me atrajo. De grande la volví a ver y ahí no me pareció gran cosa. Las tres escenas que menciono la redimen.
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