The Romantics - In Heat

A veces pasa. In Heat me acompaña desde hace años, lo escucho mucho los Viernes o los días en que quiero un poco de acción. Pero no sé absolutamente nada de ellos. Ni cómo se llaman los músicos, ni de dónde provienen, ninguno de esos datos que sólo a cientos marcianos musicales nos importan. Sí me tomé el trabajo de escuchar otros discos y también tengo el primero, que es muy bueno, pero no me gusta tanto como este. Acá hay magia. O algo parecido.

¿Acaso el humor tiene que ver con la música? Eso se preguntaba Zappa mientras hacía rato que venía haciendo discos de comedia. Tiene que ver, hay que manejarlo con mucho cuidado pero se puede. Si ves un video de los Romantics lo vas a entender en seguida. Es caminar sobre una línea muy delgada, podés quedar como un estúpido sin que te des cuenta. No es el caso de ellos, están al borde, al límite, pero nunca terminan embarrándose.

La unidad conceptual que hay en este disco es admirable. ¿Habrá sido muy planeada o más bien espontánea? ¿Serían tan inteligentes? Todos los temas se relacionan perfecto, hay algo que podría considerarse “variedad musical” incluso. Uno de los temas por los que muchos los recuerdan es “What I Like About You”, incluído en el primer disco, un cachetazo de power pop canchero a más no poder, una relectura de aquellos temas de los Kinks tipo “You Really Got Me” o “All Day and All of the Night”. De esos hay un par acá. “Love Me to the Max” (¡que título!) o “Got Me Where You Want Me” podrían ser continuadores de ese sonido infalible. Fiesta, a bailar se ha dicho.

El super éxito de In Heat fue “Talking In Your Sleep”, que todavía hoy suena en algunas radios. Tiene un par de decisiones acertadas, la línea de bajo, la entrada de batería, los cambios de acordes... incluso la producción, muy de la época, envejeció bien, a diferencia de cosas similares. La cosa queda clara desde el principio mismo, con “Rock You Up”, te vamos a rockear, te vamos a dar vuelta con nuestra música. La letra es payasesca, ridícula por donde se la mire y sin embargo, funciona. Tiene un cover muy bien elegido y es “Open Up Your Door”, de Richard and the Young Lions, unos one-hit-wonders de los sesenta (están en los Nuggets) y también hay otra espectacular de “Shake a Tail Feather” que, si no le pasa el trapo a todas las que se han hecho, pega en el palo y sale afuera. A bailar el twist, el pato y, ya que estamos, el watusi. Los Romantics te lo ordenan.







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