miércoles, 25 de abril de 2018
viernes, 20 de abril de 2018
The Children - Rebirth
En el
librito de la caja Nuggets hay un dato tan cuestionable como
sorprendente; aparentemente, en la segunda mitad de la década del sesenta, uno
de cada cuatro pibes de colegio secundario tocaba en una banda. Aquella época
fue como la fiebre del oro, había mucha plata dando vueltas, era algo nuevo,
había que probar suerte sí o sí. La impresionante cantidad de discos parecidos
a este es extraordinaria. Bandas que sólo llegaron a sacar un solo LP y un
puñado de singles, discos buenos, de calidad, bien pensados y grabados con
cierto nivel de decencia. Bandas a las que les resultaba imposible competir, no
sólo con los grandes del momento (Beatles, Stones, etcétera) sino también con la banda
de la otra manzana, o la de la ciudad vecina. Sin embargo, de alguna manera,
aparecía alguien dispuesto a poner plata para que los pibes graben y editen el
disco, antes de volver a la vida normal, universitaria, la empresa familiar o
el trabajo de nueve a cinco.
Antes se habían llamado The Stoics, después pasaron a ser The Argyles, para apodarse finalmente The Children. Bajo ese nombre hicieron Rebirth, el único LP de estos texanos psicodélicos, aparecido en 1968 por un sello muy chico (Cinema) antes de ser relanzado por ABCO, casi en seguida. Rebirth, a diferencia de algunos trabajos similares que no tienen mucho más mérito que una tapa llamativa, rebosa calidad y musicalidad. La coda de piano de “Sitting On a Flower” demuestra que los tipos tenían muy claro hacia dónde ir, eran buenos intérpretes y se tomaban el trabajo de escribir arreglos, el título de la canción y la letra también deja claro que tampoco escapaban de ciertos lugares comunes. Inmediatamente después de esa coda viene “I’ll Be Your Sunshine”, que es pop de cámara de impecable factura, al nivel de cualquier disco de los Pretty Things, Donovan o los paisanos de Jeffereson Airplane. Muchos de estos grupos eran anglófilos perdidos y eso se puede escuchar en los coqueteos con el music hall, en “Military School” y “I Got Involved”, dos temas anti-Vietnam medio en joda que sirven de aperitivo para el verdadero plato fuerte de Rebirth… “Pictorial”, una bestia de casi diez minutos de duración que hace que el disco vaya a parar a otra dimensión, a otro nivel. Distorsión podrida, riff amenazante, acá Mefisto mete su cola para beneplácito de quienes amamos la música malvada y retorcida. Intentar describir este temazo no tiene demasiado sentido. Auriculares, mucho volumen y a ajustarse los cinturones.
Como pasó en la fiebre del oro, fueron muy pocos los que tuvieron la suerte de volverse ricos de la noche a la mañana, pero el viaje seguramente valió la pena. Como prueba quedan discos como Rebirth, de The Children, entre otros tantos.
Escuchar en YouTube.
Chequear también:
The Moving Sidewalks - Flash
C. A. Quintet - Trip Though Hell
The 13th Floor Elevators - Bull of the Woods
miércoles, 18 de abril de 2018
Video de la Semana: Cowboy Junkies - 'Cause Cheap Is How I Feel
Tercer disco de estudio de los canadienses, The Caution Horses, del '90, este viene inmediatamente después del disco con el que se los va a comparar siempre; The Trinity Sessions.
lunes, 16 de abril de 2018
Cowboy Junkies - The Wilderness: The Nomad Series, Vol. 4
Los Cowboy
Junkies son una anomalía, en más de un sentido. El corazón de la banda lo
forman tres hermanos, Margo, Michael y Peter Timmins. Empezaron a mediados de
los ochenta, a contramano de prácticamente todo, hace más de treinta años que
vienen haciendo música juntos sin haber sacado un disco malo y con la frente bien en alto. La música de los Cowboy Junkies
siempre fue letárgica, nunca dio satisfacción inmediata, requiere de atención, de complicidad por parte del oyente y cierto nivel de
inmersión, para que la magia empiece a aparecer. De manera que hoy, en tiempos
de “quiero todo ahora y que sea ya mismo”, siguen estando en la vereda de
enfrente.
La tetralogía The Nomad Series es un proyecto ambicioso, perteneciente a otra época; se propusieron componer, grabar y sacar cuatro discos, sin aparente relación, en un período de dieciocho meses. Según ellos, en un período relativamente corto para los tiempos modernos, no hay manera de que las canciones -con sus temáticas- no estén relacionadas. Todo empezó con un viaje a China de Michael Timmins y su mujer, que tienen dos hijas adoptivas nacidas en el gigante asiático. Por lo visto la experiencia fue liberadora e inspiradora al mismo tiempo y las canciones empezaron a brotar, como suele suceder. Según Timmins, la idea rectora de aquel primer volumen, fue imaginar qué había pasado con los personajes que aparecían en las canciones de sus primeros discos veinte años después, dónde habían ido a parar, cómo los había tratado la vida. El segundo disco era de versiones del malogrado cantautor Vic Chesnutt, el tercero era un disco nervioso y guitarrero grabado prácticamente en vivo y el cuarto, el encargado del cierre, es este, llamado The Wilderness.
De los cuatro discos es el que más se parece a la obra anterior de los Cowboy Junkies, a discos como Blackeyed Man o Open. Calmo, tranquilo, de ojos a medio cerrar, ideal para esas horas en que lo que hace falta es parar un poco. Lo que algunos llaman country alternativo, alt-country o incluso americana es la etiqueta habitual que les suelen endilgar, pero la cosa va más allá de eso, ellos son un género en sí mismos. Si se acuerdan de la inolvidable escena de Juliette Lewis bailando insinuante en Asesinos por naturaleza y habían prestado atención a la versión de “Sweet Jane”, con la inigualable voz de Margo Timmins, una de las grandes cantantes de los últimos años, ahí tienen una perfecta introducción al universo de los Cowboy Junkies.
Estos cuatro discos son una zambullida completa, una inmersión total, perfecta para conversos. Sean bienvenidos.
Escuchar en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Cowboy Junkies - Sing in My Meadow: The Nomad Series, Vol. 3
Vic Chesnutt - Is the Actor Happy?
Blue Rodeo - Greatest Hits, Vol. 1
miércoles, 11 de abril de 2018
5 Canciones 5: Inti-Illimani, Billy Bragg, Sharon Van Etten, Peter Hammill y Shuggie Otis
Tatati
Inti-Illimani
Se pueden relacionar con sus compatriotas Los Jaivas, aunque son menos cósmicos y más politicos, más radicales. Uno de los pocos temas instrumentales del noveno disco de los chilenos, es una delicia, música andina de la que no abunda, bien entendida e interpretada con buen gusto y conocimiento de causa. Son pocos instrumentos pero te llevan inmediatamente a las montañas, a una época de idealismo y convicción ideológica.
Aparece originalmente en: Viva Chile! (1973)
Ver / oír en YouTube
Inti-Illimani
Se pueden relacionar con sus compatriotas Los Jaivas, aunque son menos cósmicos y más politicos, más radicales. Uno de los pocos temas instrumentales del noveno disco de los chilenos, es una delicia, música andina de la que no abunda, bien entendida e interpretada con buen gusto y conocimiento de causa. Son pocos instrumentos pero te llevan inmediatamente a las montañas, a una época de idealismo y convicción ideológica.
Aparece originalmente en: Viva Chile! (1973)
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Waiting for the Great Leap Forward
Billy Bragg
Con este temazo cierra el cuarto disco de estudio de Billy Bragg, una reflexión amarga después del resultado de las elecciones del '87 en Inglaterra. Según el propio Bragg, tiene que ver con la contradicción de ser un cantante pop relativamente popular y creer que el mundo puede ser un lugar más justo. El tema está arreglado magistralmente, empieza como una balada dylanesca para terminar a toda orquesta. "La revolución está a una remera de distancia" grita en el punto más alto de la canción.
Aparece originalmente en: Workers Playtime (1988)
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Billy Bragg
Con este temazo cierra el cuarto disco de estudio de Billy Bragg, una reflexión amarga después del resultado de las elecciones del '87 en Inglaterra. Según el propio Bragg, tiene que ver con la contradicción de ser un cantante pop relativamente popular y creer que el mundo puede ser un lugar más justo. El tema está arreglado magistralmente, empieza como una balada dylanesca para terminar a toda orquesta. "La revolución está a una remera de distancia" grita en el punto más alto de la canción.
Aparece originalmente en: Workers Playtime (1988)
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Your Love Is Killing Me
Sharon Van Etten
De la segunda obra maestra que ha hecho hasta el día de hoy la cantautora de Nueva Jersey, la anterior era Tramp, del 2012. Y lo mejor es que seguro habrá más. En esta tercer canción del álbum se queja y se retuerce de dolor y exorciza sus demonios para quien quiera oirla, arropada por una tormenta de guitarras y redobles de batería. Épico podría ser un buen adjetivo para describir este lamento hecho canción.
Aparece originalmente en: Are We There (2014)
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Sharon Van Etten
De la segunda obra maestra que ha hecho hasta el día de hoy la cantautora de Nueva Jersey, la anterior era Tramp, del 2012. Y lo mejor es que seguro habrá más. En esta tercer canción del álbum se queja y se retuerce de dolor y exorciza sus demonios para quien quiera oirla, arropada por una tormenta de guitarras y redobles de batería. Épico podría ser un buen adjetivo para describir este lamento hecho canción.
Aparece originalmente en: Are We There (2014)
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Central Hotel
Peter Hammill
Uno de los pocos héroes de la era dorada del rock progresivo / sinfónico que no fue decapitado salvajemente por la siguiente generación. Quizás porque como solista y con Van der Graaf Generator era lo suficientemente chiflado, diabólico y retorcido. Lo cierto es que Hammill tampoco le dió la espalda al punk rock, hasta lo anticipó con obras como Nadir's Big Chance. Este temazo cierra uno de los cinco o seis discos indispensables de su extenso catálogo.
Aparece originalmente en: Sitting Targets (1981)
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Peter Hammill
Uno de los pocos héroes de la era dorada del rock progresivo / sinfónico que no fue decapitado salvajemente por la siguiente generación. Quizás porque como solista y con Van der Graaf Generator era lo suficientemente chiflado, diabólico y retorcido. Lo cierto es que Hammill tampoco le dió la espalda al punk rock, hasta lo anticipó con obras como Nadir's Big Chance. Este temazo cierra uno de los cinco o seis discos indispensables de su extenso catálogo.
Aparece originalmente en: Sitting Targets (1981)
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Sparkle City
Shuggie Otis
Un caso de niño prodigio sobreestimulado que termina un poco presionado y a la sombra de su padre, Johnny Otis. "Sparkle City" suena como un Sly Stone menos intoxicado, no tan nervioso. El ritmo es un funk lento, sugerente y medio haragán pero contagioso a más no poder. Tardó cuatro años en grabar este disco, su obra definitiva. Vale mencionar que para ese entonces estaba apenas saliendo de la adolescencia, con unos veinte años.
Aparece originalmente en: Inspiration Information (1974)
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Shuggie Otis
Un caso de niño prodigio sobreestimulado que termina un poco presionado y a la sombra de su padre, Johnny Otis. "Sparkle City" suena como un Sly Stone menos intoxicado, no tan nervioso. El ritmo es un funk lento, sugerente y medio haragán pero contagioso a más no poder. Tardó cuatro años en grabar este disco, su obra definitiva. Vale mencionar que para ese entonces estaba apenas saliendo de la adolescencia, con unos veinte años.
Aparece originalmente en: Inspiration Information (1974)
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lunes, 9 de abril de 2018
jueves, 5 de abril de 2018
Hawkwind - Down Through the Night
¿Se puede hablar de "canciones" con Hawkwind? Yo diría que no. Acá la cosa se trata más bien de generar un clima, de recrear la idea de viaje intergaláctico sin abandonar tu sofá favorito... ¡Qué buena banda para escuchar en algún estado alterado! En sobriedad no es lo mismo, de hecho me ha pasado de prestar los discos a viejos militantes del caretismo más férreo y que me los devuelvan con un "mmm psé, ta' bueno".
En "Down..." sí que hay algo relativamente parecido a un tema, más que nada por la duración (tres minutos y fracción). Les alcanza y sobra para hacerte levitar a metros del suelo, leve y gradualmente.
Alguna vez escuché -o se me ocurrió a mí y no me acuerdo- que eran el equivalente inglés a los Grateful Dead y me parece que la afirmación tiene mucho sentido, más allá de la propuesta diferente.
Escuchar en YouTube.
Encontrala originalmente en:
Tenés mil maneras de ingresar a la despampanante discografía de Hawkwind. La mayoría se inclina por la considerada "etapa clásica", acá se incluye este disco. También podés probar con la etapa punk / new wave, se adaptan muy bien a la época, la infinidad de piratas en vivo o la muy decente "era moderna", en donde sólo queda Dave Brock de la formación original, dando batalla.
Do Re Mi Fa Sol Latido (1972)
martes, 3 de abril de 2018
The Cure - Seventeen Seconds
Qué bueno
es escuchar cuando hay alguien que tiene bien en claro lo que quiere. Acá hay
una idea transparente, una visión, un sonido, todo apunta a un mismo
norte. Aparentemente Robert Smith se peleaba con el resto de los
músicos que querían “ir para un lado más estilo XTC”, tocar acordes en el
teclado (él quería notas de un solo dedo) o líneas de bajo más complejas.
Nada de eso.
Simpleza absoluta, a trabajar en pos del concepto del disco, las canciones tienen que ser todas más o menos iguales, sonar parecido, muy poca dinámica, climas opresivos, densos, casi siniestros por momentos, como el arreglo al final de las estrofas de “In Your House”, que está ahí, al acecho, esperando para atacar.
Nada de eso.
Simpleza absoluta, a trabajar en pos del concepto del disco, las canciones tienen que ser todas más o menos iguales, sonar parecido, muy poca dinámica, climas opresivos, densos, casi siniestros por momentos, como el arreglo al final de las estrofas de “In Your House”, que está ahí, al acecho, esperando para atacar.
Los discos que escuchaba Robert Smith al momento de la grabación de Seventeen Seconds, el segundo LP de estudio de su propio Frankenstein, eran Low de Bowie, Five Leaves Left de Nick Drake, Astral Weeks de Van Morrison y un álbum vivo de la última etapa de Hendrix. ¿Qué tienen en común? A simple vista nada pero todos tienen grandes conceptos unificadores, grandes ideas rectoras de lo que puede pasar y lo que no adentro de los surcos.
El final de “The Final Sound” (valga la redundancia)… ¿está planeado? Se puede arriesgar que está pensado en cada una de sus pequeñas / grandes decisiones, pero siempre está la duda y ese es el gran hallazgo, de Seventeen Seconds en particular y toda gran obra en general; te trae interrogantes, te hace pensar, te lleva a lugares inhóspitos y una vez que estuviste ahí nada vuelve a ser lo mismo. “Llegar sin haber viajado”, cantaba un Harrison iluminado químicamente. Ese final lleva directamente a “The Forest” y ahí es donde cierra todo, sin necesidad de explicación alguna. Es escucharlo y entender a The Cure, el verdadero e inolvidable The Cure, mucho antes del personaje fagocitando vorazmente a la persona.
Vale recordar que Seventeen Seconds es el puntapié inicial de una trilogía indispensable, conformada por Faith, su seguidor inmediato y el aterrador Pornography, del ’82. No escuchen a los tres, uno atrás del otro, en casa. Puede tener consecuencias trágicas.
Escuchar entero -COMO DEBE SER- en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Joy Division - Closer
The Cure - Disintegration
Siouxsie & the Banshees - Juju
domingo, 1 de abril de 2018
Video de la Semana: Guided by Voices - Teenage FBI
Primer tema del disco del '99 de la banda de Robert Pollard y cia, Do the Collapse. A muchos de los fans acérrimos de GbV (una verdadera secta) no les gusta la producción del ex-The Cars, Ric Ocasek.
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