Mientras
que algunos no dejan de llorar por aquellos buenos viejos tiempos, otros estamos
convencidos de que esta época en que nos tocó vivir tiene muchas a
favor. Por empezar ya nadie te viene a decir aquello de “esta es la banda más
grande del mundo” o “esto es lo que hay que escuchar”. Hay
bandas que se vuelven enormes y terminan sonando en todos lados pero uno ya sabe
que esas son las que no merecen la más mínima atención.
Hoy en día los artistas que valen la pena ya no se vuelven grandes sino que terminan pasando de boca a boca a través de ciertos sitios de Internet o algunas revistas especializadas que todavía se preocupan por buscar por debajo de la superficie.
Y Sharon Van Etten es una gran artista. Tiene tres discos de estudio en su haber y está por sacar un cuarto LP. Con Tramp logró pergeñar una obra maestra. Se puede poner comodamente al lado de los grandes discos “de ruptura” de la historia de la música popular, al lado de Blood On the Tracks, de Blue de Joni Mitchell e incluso Sea Change, el disco de la tapa rosa de Beck.
Van Etten escribe todas sus canciones, toca la guitarra, escribe unas letras dignas de atención y canta como una sirena, con una voz que es capaz de envolver en una atmósfera de ensueño sin siquiera prestarle la atención que suele hacer falta para este tipo de “traslados sin viajar” (frase choreada a George Harrison, claro). En Tramp se asumen culpas, se examina una relación con una mirada adulta e inteligente, evitando los lugares comunes, Van Etten sabe sumergirse en su tristeza y salir a flote gracias a su música, a su exorcismo a través de la palabra: “todos cometemos errores, todos tratamos de liberarnos de las visiones del pasado” canta en “All I Can”, unos de los picos emocionales del disco. Se hace preguntas todo el tiempo, tratando de entender el absurdo de la situación, intentando explicaciones pero sabiendo que está dispuesta a que todo vuelva a pasar, porque al fin y al cabo somos criaturas dependientes y necesitamos de alguien que nos ame y nos haga ver nuestras miserias. “Tratando de respirar con dificultad, con la cabeza entre las rodillas, agarrá mi mano con fuerza y decime que estamos bien, susúrrame al oído ‘estoy felíz de que estés acá’, todo parece más claro ahora” dice la letra de “We Are Fine”, en medio de una melodía que haría morir de envidia a PJ Harvey.
Ahora queda ver qué pasa con el inminente cuarto disco de estudio, que ya ha sido grabado y debe estar muy pronto a aparecer, por lo que ha demostrado hasta ahora, es muy probable que sea otro acierto.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
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Sharon Van Etten - Epic
Trembling Bells - Abandoned Love
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