viernes, 28 de octubre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
Kevin Ayers - Yes, We Have No Mañanas
Hace poco salió una preciosa cajita de cuatro CD's, Songs for Insane Times, compilando la era de oro de Kevin Ayers, incluyendo material desde Joy of a Toy, su primer disco solista después de su paso por los fundamentales Soft Machine, hasta That's What You Get, Babe del '80. No alcanzó. No fue suficiente para despertar el revival, para situarlo en el lugar que merece. El tema es… ¿Qué lugar merece? ¡Ni él lo sabe! Y seguro que tampoco le interesa. Inclasificable, eterno holgazán, borrachín, lector voraz, divertido, irónico, retorcido… Como siempre; nada mejor que escuchar los discos para entenderlo.
Kevin Ayers hacía escapadas frecuentes a Mallorca, en las islas Baleares, por eso el bronceado de la foto de tapa y el título de este disco; Yes, We Have No Mañanas. La palabra “mañanas” para hacer referencia a otra palabra que Ayers usaba mucho para describir algo así como “delirios” o “extravagancias”: bananas. Recordar el disco Bananamour en donde las frutas amarillas aparecían hasta en la portada. Este es el disco en que regresa al sello Harvest, después de un breve flirteo con Island, en donde intentaron venderlo como una especie de astro glam, algo que no cerraba por ningún lado. ¡En esas condiciones hizo el espectacular Confessions of Dr. Dream and Other Stories!
Tal era su desencanto con la industria discográfica en este período que si hay una temática que predomina en …Mañanas es precisamente esa. En "Star", al principio, ya lo deja bien claro: “Si querés ser una estrella empezá a brillar, brillá de una vez”. El solo de guitarra de su fiel ladero Ollie Halsall también es digno de mención. También hay palos repartidos para los buitres en "Mr. Cool" y en "Ballad of Mr. Snake" y de manera no tan explícita en "The Owl". Es importante remarcar que, quienes esperen bizarreadas sonoras como "Song from the Bottom of a Well" de Whatevershebringswesing o cualquiera de las suites sinfónicas de Shooting at the Moon, no se van a encontrar con lo mismo. Esta vez el tono elegido es un rock suave, muy personal, divertido y hasta jocoso, tocado con muchísima onda y personalidad, no es el mismo Ayers de "The Lady Rachel", para bien y para mal. Pero por supuesto que hay lugar para la experimentación y la locura, incluso en temas en apariencia convencionales como "Love's Gonna Turn You Around", hay arreglos geniales, de esos que son su marca registrada. Escuchen sino "Help Me", en donde Ayers deja claro que fue uno de los pocos de su generación que no miró con desdén el punk y la new wave que ya pisaban fuerte para este entonces. Sobre todo con discos como Rainbow Takeaway o Diamond Jack and the Queen of Pain. “¿Quieren un tema new wave? Ok, tengo este”. Incluso a media máquina le sobra para demostrar su talento. "Ballad of Mr. Snake" directamente empieza con un claro bostezo. ¿Aburrido? De ninguna manera, pero muy irónico, eso seguro. Siempre desafiante, el último tema es la joya del disco; "Blue" es una de esas composiciones que ya para esta época no hacía Bowie, con una producción a todo trapo (a cargo de Halsall y el mismo Ayers) y un verdadero caleidoscopio de ideas musicales. Tema portador de un magnífico solo de guitarra, por cierto.
Despues de …Mañanas siguió, casi en seguida, Rainbow Takeaway, pero Ayers, cada vez más frustrado con el panorama musical, se fue desvaneciendo en un mundo que ya no tenía lugar para tipos como él, sacando discos a medio terminar cada dos, tres y hasta cuatro años. En los noventa, con todo lo que fue el movimiento neo-piscodélico, muchos lo nombraban en entrevistas y decidió volver al ruedo con el excelente The Unfairground. El círculo se cierra otra vez.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Kevin Ayers, John Cale, Eno & Nico – June 1, 1974
Lady June – Lady June's Linguistic Leprosy
Kevin Ayers – The Unfairground
viernes, 21 de octubre de 2011
Video de la Semana: Love Battery - Fuzz Factory
Este temazo era el encargado de abrir Straight Freak Ticket, el cuarto y anteúltimo disco de Love Battery, del '95.
lunes, 17 de octubre de 2011
The Feelies - Only Life
“¿Qué significa? ¿Qué podés hacer al respecto? ¿Qué podés decir? Si no sabés de qué se trata, nadie habla, nadie escucha. Es todo negativo, no importa nada".
Con esas líneas empieza la canción que le da el título a Only Life, el tercer disco de estudio de los Feelies de Nueva Jersey. Preguntas, preguntas sin respuesta, indicio de que nos encontramos con algo que vale la pena, porque si te dicen todo, te explican todo, te dan todo servido, no tiene demasiado sentido todo esto y los Feelies lo sabían.
Habían empezado hacía ya casi una década para la altura de este trabajo, con el fundamental Crazy Rhythms, una conjunción de nervios, paranoia, velocidad post-punk y un toque de intelectualidad no exagerada. Una mezcla que puede sonar forzada en los papeles pero que en realidad funcionaba a la perfección. Incluso tenían varios acólitos en el mundillo del naciente rock universitario de la década del ochenta, de hecho, Peter Buck de R.E.M., un fan de la primera hora, les produjo el segundo disco, que por varios problemas internos (y externos) tardó unos años en aparecer. Para Only Life habían firmado para el sello A&M y parecía que la iban a pegar. No pudo ser pero no importa; la música acá está, al pié del cañón para quien quiera oír, como siempre.
Y la música es una continuación de lo que habían empezado en el disco anterior, menos nerviosa, un poco más relajada pero sin perder la tensión latente que los caracteriza, ya no están esos ritmos hiperquinéticos a toda máquina de la primer etapa (¡Que gran versión la de "Everybody's Got Something to Hide…" de los Beatles!) y en su lugar hay un grupo con mas “cancha”, más confianza y la voz de Glenn Mercer ya no se parece tanto a la de Lou Reed, tiene más carácter, más personalidad.
Se puede decir que tienen que ver con ciertos grupos como Green On Red o Dream Syndicate en esa mezcla tan especial entre punk y folk-rock y como prueba están "Too Much" o "Higher Ground" que no hubiera desentonado en Fables of the Reconstruction o en cualquiera de los primeros de Thin White Rope. Se ve que los muchachos se escuchaban mutuamente. "The Undertow" tiene una atmósfera un poco oscura, con un uso inteligente de los acordes menores y está al borde de la explosión, cosa que no sucede y que termina siendo uno de los atractivos de la canción. "For Awhile" suena a Television, con los tics vocales de Verlaine incluídos, son gente que tenía en su casa los discos adecuados, se nota. Al final, a modo de “si, está bien, tienen razón” hay una versión del tercero de Velvet Underground, de "What Goes On", los periodistas se cansaban de hacer esa comparación y ellos les daban tela para cortar. La versión, más rápida y punkie, es excelente.
Después de Only Life la diáspora de los Feelies se dio en forma de proyectos individuales de variada (más bien escasa para ser sinceros) trascendencia pero hace poco, estos tres primeros discos fueron reeditados y tuvieron otro breve pero interesante revival, con una reunión, llegando a telonear a Sonic Youth y haciendo un disco de canciones nuevas. Si no los conocés… ¡Todavía estás a tiempo!
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
The Feelies - The Good Earth
Guadalcanal Diary - 2x4
The Feelies - Here Before
domingo, 16 de octubre de 2011
5 Canciones 5: The Misunderstood, Patti Smith, The Boys, Julian Cope y Cave Singers
I Can Take You to the Sun
The Misunderstood
Los Misunderstood nunca llegaron a grabar un disco entero pero se lo merecían y mucho. Esto es psicodelia en su máximo grado de pureza. Empieza medio Yardbirds, un poco oscuro y después va a parar a una sección oriental, muy mística, con un coro de monjes repitiendo "te puedo llevar al sol pero vos no querés ir". Termina con un solo de guitarra acústica estilo Zorba el Griego. Brillante..
Aparece originalmente en: Cara A de single de 7" (1966)
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The Misunderstood
Los Misunderstood nunca llegaron a grabar un disco entero pero se lo merecían y mucho. Esto es psicodelia en su máximo grado de pureza. Empieza medio Yardbirds, un poco oscuro y después va a parar a una sección oriental, muy mística, con un coro de monjes repitiendo "te puedo llevar al sol pero vos no querés ir". Termina con un solo de guitarra acústica estilo Zorba el Griego. Brillante..
Aparece originalmente en: Cara A de single de 7" (1966)
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Rock 'n' Roll Nigger
Patti Smith Group
En una de las más efectivas alianzas de rock y cine de todos los tiempos, esta canción aparece en una violentísima escena de escape de una cárcel en Asesinos por naturaleza de Oliver Stone. Patti Smith se valía del mismo término que había usado Lennon (esa forma tan despectiva de llamar a los negros) para revolver un poco las tripas de una sociedad condescendiente y pacata. ¿La música? No hace falta aclararlo...
Aparece originalmente en: Easter (1978)
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Patti Smith Group
En una de las más efectivas alianzas de rock y cine de todos los tiempos, esta canción aparece en una violentísima escena de escape de una cárcel en Asesinos por naturaleza de Oliver Stone. Patti Smith se valía del mismo término que había usado Lennon (esa forma tan despectiva de llamar a los negros) para revolver un poco las tripas de una sociedad condescendiente y pacata. ¿La música? No hace falta aclararlo...
Aparece originalmente en: Easter (1978)
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Schoolgirls
The Boys
¿Por qué a los Boys no se las da el crédito que merecen? Es un verdadero misterio. Sus cuatro discos de estudio están llenos de hits en potencia y son cultores de un power-pop/punk brillante y encima lo hicieron primero que nadie. "Schoolgirls" es una de esas tantas canciones que podrían haber estado en A Hard Day's Night, pero claro, con las guitarras bien fuerte... Como corresponde.
Aparece originalmente en: Cara B de "You Better Move On", single de 7" (1980)
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The Boys
¿Por qué a los Boys no se las da el crédito que merecen? Es un verdadero misterio. Sus cuatro discos de estudio están llenos de hits en potencia y son cultores de un power-pop/punk brillante y encima lo hicieron primero que nadie. "Schoolgirls" es una de esas tantas canciones que podrían haber estado en A Hard Day's Night, pero claro, con las guitarras bien fuerte... Como corresponde.
Aparece originalmente en: Cara B de "You Better Move On", single de 7" (1980)
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Fear Loves This Place
Julian Cope
El gran Julian Cope se juega como nunca por el paganismo y carga las tintas a fondo contra la religión organizada. En esta obra maestra de su magnífico Jehovahkill. Arranca calmo, con Cope exponiendo sus ideas con claridad y elocuencia pero para el momento de la explosión (que era inminente) ya lo tenemos al Druida parado encima de un monolito antiguo dando rienda suelta a las guitarras. El rock como religión. Religión pagana, por supuesto.
Aparece originalmente en: Jehovakill (1992)
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Julian Cope
El gran Julian Cope se juega como nunca por el paganismo y carga las tintas a fondo contra la religión organizada. En esta obra maestra de su magnífico Jehovahkill. Arranca calmo, con Cope exponiendo sus ideas con claridad y elocuencia pero para el momento de la explosión (que era inminente) ya lo tenemos al Druida parado encima de un monolito antiguo dando rienda suelta a las guitarras. El rock como religión. Religión pagana, por supuesto.
Aparece originalmente en: Jehovakill (1992)
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Hen of the Woods
The Cave Singers
Increíblemente algunos se las arreglan para seguir sonando originales. El "truco" de los Cave Singers consiste en hacer canciones utilizando un solo acorde (o a lo sumo dos) y armar una textura alrededor de esa nota, con poca instrumentación pero muy bien administrada. Con esa voz que es queja, celebración y lamento a cargo de Peter Quirck. "Hen of the Woods", del segundo disco es especialmente efectiva; va creciendo de a poco y una vez que alcanza su pico... termina!
Aparece originalmente en: Welcome Joy (2009)
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The Cave Singers
Increíblemente algunos se las arreglan para seguir sonando originales. El "truco" de los Cave Singers consiste en hacer canciones utilizando un solo acorde (o a lo sumo dos) y armar una textura alrededor de esa nota, con poca instrumentación pero muy bien administrada. Con esa voz que es queja, celebración y lamento a cargo de Peter Quirck. "Hen of the Woods", del segundo disco es especialmente efectiva; va creciendo de a poco y una vez que alcanza su pico... termina!
Aparece originalmente en: Welcome Joy (2009)
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lunes, 10 de octubre de 2011
The Pink Fairies - Never Neverland
¿Por qué será que los Pink Fairies han soportado el paso del tiempo mejor que otros grupos similares? Puede ser que porque dentro del género, que vendría a ser rock duro de principios de los setenta, entran ahí, medio de refilón. La etiqueta les queda chica, son agitadores sociales, proto-punks, rebeldes, drogones y por momentos muy psicodélicos. Descienden de los Deviants de Mick Farren, banda inclasificable si las hay, y en tres años hicieron tres discos fundamentales que todavía no tienen el reconocimiento que merecen. Para responder a la pregunta inicial, nada como pegarle una escuchada al primero de la trilogía; Never Neverland.
Empieza con la canción emblema del grupo, "Do It", que casi de manera lógica fuera versionada por Henry Rollins. Un verdadero manifiesto a puro machaque guitarrero. “No pienses, todo lo que tenés que hacer, hacelo. Vos escribilo cariño, después venimos nosotros y simplemente… lo hacemos” aúlla la letra y en el estribillo repite el título una y otra vez, como para redondear la idea. Temazo. Después nos llevan a dar un paseo por un valle de hongos alucinógenos de la mano de "Heavenly Man". ¿A que suena? Al primer Pink Floyd, a Family… ¡suena a puro Pink Fairies en realidad! Sigue con otro festival de riffs, con "Say You Love Me", quizás el tema más “genérico” del disco, pero tienen tanta onda para tocar y está tan bien cantado que termina siendo uno de los puntos clave, con un estallido en el puente de esos que nos dejan con la lengua afuera. Para seguir agregando variedad viene "War Girl" con un ritmo entre jazzero y latino y unos solos de guitarra fuzz. Del tema que le da el título al disco es poco lo que se puede explicar con palabras. ¿Qué es? ¿Cómo lo podemos definir? ¿Rock espacial? No sería una definición desacertada. Tiene de todo; dinámica, efectos de sonido, buena letra. Perfecto.
Para abrir la cara B era obligatorio titular el tema de la siguiente forma: "Track One, Side Two". La sorpresa esta vez viene del lado de la música. Una especie de R&B narcotizado, un Otis Redding pasado de ácido, transcurre en un sopor contagioso, muy hipnótico. "Thor" es un instrumental corto, raro y sirve más que nada para calentar motores porque en seguida llega otra de las joyitas; "Teenage Rebel". Roñoso y garagero, esto es un anticipo del primer disco de los Ramones, corta va y viene y te sacude bien la cabeza, siempre y cuando el volumen sea el adecuado. Y para terminar ponemos toda la carne al asador: "Uncle Harry's Last Freakout" cumple con todo lo que su título promete y más. Arranca a puro hard-rock pero la guinda de la torta viene al final. Son casi diez minutos de experimentación bien entendida, piscodelia pura, retorcida hasta su punto máximo.
Hace poco se remasterizó el catálogo de los Pink Fairies y a los tres discos les agregaron unos bonus tracks que, en este caso, realmente valen la pena (¡"The Snake"!). Junto con este también salieron los que le siguen; Kings of Oblivion y What a Bunch of Sweeties y ahí tuvieron un breve momento de revalorización. Así, que esta vez más que nunca, el mensaje es claro: Hacelo.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
The Deviants - Ptooff!
Hawkwind - Quark, Strangeness & Charm
Melvins - Bullhead
miércoles, 5 de octubre de 2011
Video de la Semana: Wilco - I Love My Label
Wilco tiene disco nuevo, se llama The Whole Love y lo festejaron con este video de una versión del gran Nick Lowe que... también tiene disco nuevo!!! Se llama The Old Magic y acaba de salir.
domingo, 2 de octubre de 2011
Papercuts - Can't Go Back
Es un gusto, un verdadero placer. Saber que todavía hay gente que se molesta en escribir nuevas canciones. En armar discos pensados. Redondos, con sentido, con una unidad conceptual y sonora. Gente que mira para el costado ante la nostalgia con olor a rancio y decide ignorar el hecho de que ya casi nadie escucha discos y decide destruirlos para escucharlos en aparatitos del tamaño de la uña de un dedo gordo. Uno no puede menos que sacarse el sombrero ante gente como Jason Quever, el hombre detrás de Papercuts, uno de los que todavía deciden mantener viva la llamita de una tradición que se niega a desaparecer, de manera casi quijotesca.
Quever, que por lo visto todavía no tiene el ímpetu o el interés como para que su nombre aparezca en la tapa, viene de la soleada California y se nota que ha hecho los deberes, que ha estudiado su métier. A la hora de definirlo, se puede apelar a términos un poco odiosos como pop de cámara, folk moderno, o alguna de esas etiquetas pero con Papercuts se da maña para desmarcarse de las etiquetas y encontrar un sonido propio. Que tiene que ver con el pop ensoñado de los Zombies o, más acá, con los arreglos barrocos de Camera Obscura, con un aura de melancolía que se encarga de teñir las canciones de un barniz que nunca llega a ser agobiante, al contrario, la tristeza y el aire reflexivo es reconfortante en este caso. Escuchen sino los arreglos de "John Brown" la segunda canción de Can't Go Back, cuando parecía que iba a transcurrir sin mayores sobresaltos, al final termina en un remolino de violines y chelos que son una verdadera mermelada auditiva.
Quever se deja ver como un fanático empedernido de Dylan, de aquel perído de las Basement Tapes con The Band y eso queda claro en canciones como la preciosa "Just Another Thing to Dust" o la muy jocosa "Take the 227th Exit", que podría verse como el equivalente a "Just Like Tom Thumb's Blues" de Highway 61, agregando la necesaria cuota de sentido del humor. Pero nada de reverencias, esto es una pinceleda apenas detectable, sólo uno de los tantos tonos de una paleta muy rica, que nunca llega a la saturación. Todo lo contrario; cuando hay instrumentos de color (un fagot por acá, un glockenspiel por allá) están sabiamente dosificados y muy pocas veces hay más de uno en la misma canción. Inteligencia a la hora de la toma de decisiones, que le dicen… De manera un poco perversa, las canciones más notables de Can't Go Back aparecen sobre el final; "Found Bird" es una delicia, tres minutos de derroche de buen gusto, con la voz de alma herida de Quever, con la emoción a flor de piel y preparensé para el final a toda orquesta de "The World I Love" que, como su título bien lo indica, es un manifiesto.
Este el segundo disco de estudio de Papercuts, el que le sigue a Mockingbird, del 2004. Música hecha en el presente, anclada (pero no estancada) en el pasado y con claras miras al futuro. La que seguramente estaremos redescubriendo dentro de veinte años.
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