Para hablar de The Congos y sobre todo de Heart of the Congos hay que mencionar al Rey de Midas del reggae. Lee “Scratch” Perry, un personaje excéntrico y delirante que en sus estudios Black Ark de Kingston, Jamaica, dio forma a una nada desdeñable cantidad de trabajos que hoy en día son reconocidos como fundamentales por todos los amantes del género. El sonido de Heart of the Congos está apoyado en la diferencia entre las voces de Roy “Ashanti” Johnson y el falsetto de Cedric Myton, en todas las canciones hay juegos vocales sorprendentes; una sube y la otra baja, una aparece de pronto y vuelve en un momento inesperado, etcétera. Esa es la característica que hace que Heart of the Congos sea diferente al resto de las producciones con el sello de Perry.
Musicalmente no se queda atrás, por ejemplo en "Congoman", la segunda canción, la música es muy original. ¿A qué se parece esto? Es música tribal, densa, pesada, somnolienta y oscura, es una clima de ritual vudú enrarecido. ¿Es reggae? ¡Claro que sí! "Congoman" es el momento definitivo del disco, único e inigualable, por sí sola justifica el precio de la entrada. "Open the Gate" es un aterrizaje a un reggae roots más convencional pero no por eso menos atractivo. Otra marca registrada de Heart of the Congos es el cuidado extremo que se ha puesto en las voces que hacen coros, con armonías interesantes y una verdadera galería de invitados de lujo; los Heptones, Gregory Isaacs y varios miembros de The Meditations. Tampoco faltan los lugares comunes propios del género, eso hay que decirlo, en "Children Cryning" le dejan en las manos de Jah la solución a los problemas del mundo. Pero si la música es un reggae lento, melódico y como yapa tiene los elementos “chiflados” de producción de Perry (¡Un mugido de vaca hecho con una puerta!) es difícil no hacerse cómplices.
Las referencia bíblicas están a la orden del día, más evidentes que nunca en "Sodom and Gomorrow", en donde vuelve el aire siniestro, casi dub de "Congoman" y en donde plantean que “si Sodoma y Gomorra fueron destruidas por el fuego, todavía hoy sigue ardiendo”. En "The Wrong Thing" es admirable el trabajo vocal de Myton y los elementos de percusión también juegan un papel importante, esta vez un poco más que en el resto de las canciones, un gong por ahí, un silbato por allá… Lee Perry en su esplendor. En "Ark of the Covenant" se dan el lujo de rendir dos homenajes al precio de uno: por un lado al arco en donde fueron encontrados los doce mandamientos y por otro (de manera más oblicua) a los estudios The Ark, que Perry prendería fuego un tiempo después, en uno de los tantos episodios míticos que adornan su colorida biografía.
Los problemas de Perry con Chris Blackwell, el presidente y fundador del legendario sello Island, hicieron que Heart of the Congos aparezca en el sello del productor, en Black Ark, cosa que desembocó en un conflicto de intereses que daría fin a esta fructífera asociación. Una lástima; si bien la carrera de los Congos recién empezaba, nunca iban a repetir el suceso artístico del debut, el grandioso Heart of the Congos.
2 comentarios:
que pasa?... nadie atiende negros?.
jajajajajajaja
JAJAJAJAJ!!!
Y... ganó Mauri: están de luto.
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