The Angels - Face to Face

Es notable. La diferencia entre el buen rock and roll y el malo en los papeles no es mucha, pero en la práctica, a la hora de los bifes, es abismal. Insalvable. Los elementos que se usan son más o menos los mismos, desde lo estrictamente musical mejor ni hablemos, todos sabemos cuáles son esos acordes y cómo combinarlos. Las letras suelen ser un elemento clave, en un caso no hay mucho para decir y en otro hay resignificación, simbolismo, hasta puede llegar a haber poesía. Pero la verdadera diferencia tiene que ver con algo un tanto místico. ¿Magia? ¿La magia del rock and roll? Puede ser.

Acá hay un gran disco de rock and roll, Face to Face es el segundo LP de estudio de los australianos The Angels, banda muy querida en las antípodas, con una carrera larguísima, todavía en pié hoy en día, dando batalla. A priori podría parecer otro disco de rock cuadrado, con todo lo bueno y lo malo que eso implica. No es tan así el asunto. Acá hay neuronas, es claro que los tipos son más inteligentes de lo que demuestran y ahí reside una de las virtudes de los Angels en general y de Face to Face en general. No tratan de “pasarse de listos”, pero si prestás atención ahí están las decisiones inteligentes, los guiños cómplices.

“Take a Long Line” podría ser un buen ejemplo, uno de los clásicos de la banda, a toda velocidad, ideal para agarrar la ruta en algún estado alterado. Llega el estribillo y te dan ganas de salir a hacer la revolución, de agarrarte a trompadas con el primero que se cruce en el camino o de ponerte a bailar como poseído por unos cuantos demonios. La letra bien podría haber sido otra oda a los estimulantes, pero si agarrás la letra te encontrás con un asunto medio dylanesco, con un significado no del todo explícito… rock and roll, digamos, para hacerla corta. “Marselles”, el siguiente, empieza con un riff de guitarra que podría haber sonado en cualquiera de los discos de AC/DC de la era Bon Scott, hay diferencias, esto es más new wave, los tipos usaban el pelo corto y tocaban para otro tipo de público.

En la cara B es donde las sutilezas están a la orden del día, con “Be With You”, un medio tiempo con buen uso de la dinámica pero sobre todo con “Outcast”, el tema diferente, ese que muestra que la banda podría haber ido a cualquier lado. Lento, oscuro, tonalidad menor, historia de reviente y drogas duras, alguna que otra sorpresa en cuanto a la composición. Un temazo de esos que no abundan.







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