Lo primero
que se escucha es un tema que podría haber estado en infinidad de discos
de principios de los setenta, esos del período de transición entre la
psicodelia y el rock progresivo o sinfónico. Una base sólida y bien pegada, un hammond
que parece que el que lo toca se quedó pegado a las teclas y voces en armonía a lo
largo del tema. El segundo se llama “Mary Anne” y ya tiene mucha más
personalidad, es algo más propio, digamos. Empieza hipnótico y somnoliento,
con unas voces al estilo Beach Boys que marean y endulzan, de repente corta
y a otra cosa, a otra dimensión, despegue interplanetario. Unas congas anuncian
el cambio de ritmo y la banda sale con un clima que podría haber estado cómodo en un disco de Santana, para terminar con un riff podrido que parece sacado de la pluma de Tony Iommi, de Black Sabbath, por si recién
venís de Saturno.
En general a las bandas que no cantan en su lengua natal las descarto casi de inmediato, y más si son sudamericanas. Hubo gente que se reventó la cabeza contra la pared para hacer una música en su idioma. Soportando morirse de hambre, que se les cagaran de risa y demás penurias. Los Laghonia son de Perú. El disco me llegó hace poco, los dos LP de estudio que hicieron (están hechos a fines de los sesenta, principio de la década siguiente) se reeditaron hace unos cuatro o cinco años y yo ni los había sentido nombrar. Además la tapa de Etcétera, el segundo, es sencillamente espectacular, ineludible. Lo ví y sentí curiosidad en seguida.
¿Y la música? ¿Se banca la historia, el verso extra musical? Sin duda alguna. Hasta tiene su tema polémico, de la mano de “I'm a Niger”, tercer tema, cuya letra dice algo así como “soy un negro, todo el mundo odia mi raza ¿dónde está mi gente? No tengo a nadie”. No creo que sea una banda que le haya dado importancia a la parte de las letras, pero viniendo de una banda de Perú, que cantaba sus temas en inglés, es llamativo, como mínimo. Después está “Everybody On Monday” que bien podría haber entrado en cualquiera de los dos primeros de Badfinger, suenan bastante parecido y por lo visto la banda más trágica de todos los tiempos tenía varios seguidores en la tierra del Machu Picchu. Otro temazo es el primero de la cara B, “Lonely People”, ganchero, con varios cambios y con su parte pesada ad hoc. Claramente los Laghonia eran de esas bandas que ponían énfasis en el trabajo de las voces y a los arreglos, sobre todo en lo que a teclados se refiere. No faltará quien los encuadre dentro de la etiqueta pop barroco, al mejor estilo The Left Banke, aunque sería algo injusto en este caso.
Etcétera, segundo y último LP de Laghonia, no es de esos discos que necesitás sí o sí, es más bien una adición valiosa para los que (vamos a admitirlo) ya no sabemos qué escuchar. Si te gusta la música de este período tan interesante de la historia de la música rock/pop te va a servir. Los temas están muy bien hechos, el sonido y la grabación tienen una calidad sorprendente. ¡Y hasta podés cancherear contando que eran peruanos!
2 comentarios:
Link???
Link que? Para bajarlo? No, no hago eso porque ya tuve quilombos en algún momento. Ahi tenés los links para escucharlo en YT y Spotify.
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