Hay voces
que conmueven al instante. Se puede deducir que hay una vida atrás de una voz,
una historia, un cuerpo y una mente que han pasado por experiencias. Son esas
voces que atraviesan fronteras, sin importar idiomas, ideologías ni banderas. ¿Cómo se explica que Atahualpa Yupanqui iba a tocar a Europa y
la rompía, que los Beatles eran dioses en Filipinas o que el tango triunfa en
Japón? Bueno… todo triunfa en Japón por lo visto (hay un tema muy bueno de Tom
Waits al respecto).
El Chango Nieto no es precisamente famoso por la música andina, lo suyo es más bien el folclore, pero se ve que el tipo era abierto porque también cantaba tangos y lo hacía con una personalidad única, se apropiaba de las canciones con autoridad y aplomo.
Los que escuchamos muchos discos sabemos que ciertos géneros se quedaron sin aire a fines de la década del setenta, a veces es cuestión de mirar la fecha en la contratapa para ver si el asunto vale la inversión de tiempo y dinero. No vamos a analizar esos motivos (dictadura, represión, estancamiento natural) pero Los más grandes éxitos del Altiplano salió en el ’77, año clave si los hubo y su título demuestra que, el que le manejaba el marketing al Chango, no andaba muy bien rumbeado que digamos. ¿Grandes éxitos? No es un compilado esto, es un disco de estudio hecho y derecho ¿Éxitos… del Altiplano? ¿Alguna vez un músico del Altiplano tuvo algo parecido a “éxito”? ¿Qué sería ‘éxito’ en aquel entonces y, sobre todo, qué es y qué implica hoy en día? En la contratapa aparece disfrazado de coya, él había nacido en Salta, algo conocería de la cultura Inca, eso es claro en la música, que al fin y al cabo es lo que más nos importa.
Esta música es mágica, tiene todas las virtudes que tiene que tener la Gran Música. Sí, así con mayúsculas.
Tiene la noble habilidad de transportarnos a un lugar, esta música pertenece de manera inseparable a las montañas, a los Andes para ser precisos, a los indios, a una cultura que se intentó exterminar con relativo éxito (otra vez esa palabra, sí) una cultura milenaria y fuerte. Políticamente, si se quiere, el gesto del Chango Nieto es corajudo sin ser burdo ni explícito. Vale recordar que estos eran los años más duros de la represión perpetrada por el gobierno militar. Es una música sin tiempo y sin edad, no tiene detalles de producción o grabación de esos que mandan al frente una época, una moda o un intento por sonar moderno. Si nadie te dice la fecha en que apareció, no es fácil saber a qué año pertenece la grabación y si alguien quisiera hacer un disco así hoy, es muy probable que no sea muy diferente a esto.
Hablar de las canciones una por una o elegir temas destacados no tiene sentido, esta es una obra cerrada y funciona como conjunto, como disco. Se lo podría calificar incluso como un LP “conceptual”, para usar término difusos y pretensiosos, propios de la llamada “cultura rock”. ¿Por qué no?
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