lunes, 28 de mayo de 2012

Lee Hazlewood - Poet, Fool or Bum


Hubo un momento en que Lee Hazlewood se volvió una referencia ineludible. Fue a mediados de los noventa. Época de revivals y exhumaciones varias. Algunas más merecidas que otras, sí. A medida que los discos del hombre de Mannford, Oklahoma se volvían más difíciles de conseguir, crecía la cantidad de músicos que declaraban que habían crecido escuchándolo. Eran Nick Cave, Beck, los Sonic Youth y la lista podría seguir un buen rato. Atrás quedaban los roqueros (y disqueros) que fruncían el ceño al no entender el evidente elemento kitsch que nunca falta en muchas de las canciones de Hazlewood.

El tipo tocó el cielo con las manos con Nancy Sinatra, y claro; ella no “cantaba bien”, el que sí lo hacía era Jon Anderson de Yes. Como va cambiando la percepción que se tiene de las cosas ¿No? No vamos a contar la vida del amigo Lee en estos pocos párrafos porque sería una verdadera odisea y además seguro que va a estar mejor contado en cualquiera de los miles de sitios de Internet y revistas. Sí vamos a hablar un poco de este trabajo, Poet, Fool or Bum, aparecido originalmente a principios de la década del setenta, con un Hazlewood de más de cuarenta años, disfrutando del éxito que había tenido como productor y haciendo lo que se le cantaba con sus discos solistas que sacaba a través de su sello LH1. El título sería “Poeta, tonto o mendigo” y de ahí se desprende la primer anécdota divertida. Charles Shaar Murray, crítico canchero de la revista NME, hizo un comentario al respecto del disco que constaba de una sola palabra y no dudó en elegir una de las tres opciones del título: escribió simplemente “mendigo”. Descalificador y categórico el muchacho.

Pero hoy suena como nunca, escuchen la canción que dá título y digan si no podría haber estado en cualquiera de los primeros cuatro de Scott Waker, producción grandilocuente, excelentes arreglos de cuerdas y vientos… los Tindersticks harían cualquier cosa por algo cercano a esto. En la letra Hazlewood da cuenta y saca pecho con su estilo de vida nómade, holgazán y mujeriego, siempre al borde de la auto parodia: “¿Un poeta? No. ¿Un Tonto? Espero que no… ¿Un mendigo? No, solo soy yo mismo”. También hay dos versiones, dejando claro que se trataba de alguien que prestaba mucha atención a lo que pasaba musicalmente a su alrededor y no tenía prejuicios a la hora de escuchar a los que lo seguían generacionalmente. Está "Martha", del primer disco de Tom Waits, que le queda como anillo al dedo y "Come Spend the Morning" de Leonard Cohen, con esa voz cavernosa que es su marca registrada. También se encarga de darle de comer al rumor que lo relacionaba sentimentalmente con la hija de Mr. Sinatra, en la delicadísima "Nancy & Me". En "The Performer" se pone del lado del músico talentoso pero sin suerte, ese que se la pasa recorriendo escenarios de mala muerte sin ver un peso. Bueno, la gran mayoría, digamos.

Si no escuchaste ninguno de los discos de Lee Hazlewood, Poet, Fool or Bum tranquilamente podría a ser la puerta de entrada a un mundo único, uno en que las leyes de lo que está bien y mal no están del todo definidas, en donde nadie se toma en serio nada y los desengaños amorosos son excusas perfectas para esos "chistes". Bienvenidos.







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Chequear también:
Nancy Sinatra - How Does That Grab You?
Lee Hazlewood - Requiem for an Almost Lady
Lee Hazlewood - Cowboy In Sweden


domingo, 20 de mayo de 2012

5 Tapas 5: Girls, Girls, Girls






Con: Dolly Parton, The Knack, Ry Cooder, Jerry Lee Lewis y The Tractors

jueves, 17 de mayo de 2012

5 Canciones 5: The Collectors, Rod Stewart, Gun Club, Brian Jonestown Massacre y Mono


Howard Christman's Older
The Collectors

¿Qué pasa cuando un hippie se toma un ácido y termina pegando mal? ¡Los Collectors! Exponentes destacados del lado oscuro del Verano del Amor. En realidad el plato fuerte de este disco es el tema final, de veinte minutos, es acá en donde demuestran que también son muy buenos haciendo canciones. Es la historia de un alquimista enamorado pero la cosa acá es la música y la impresionante cantidad de ideas puestas en apenas cinco minutos.

Aparece originalmente en: The Collectors (1968)

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Enceguecer
Mono

Estos pibes son buenísmos. De Villa Luro hasta el mundo. Por ahora sólo tienen este EP debut (cuatro temas) que reparten de forma gratuita a quien quiera oir. Tocan muy bien, son buenos para los arreglos, cantan y componen de manera admirable. Como si todo eso fuera poco, tienen un cóctel de influencias bastante grande y por eso terminan sacando un sonido propio, difícil de comparar. En "Enceguecer" suenan al primer Echo & the Bunnymen, Las Pelotas, Bowie... Para ir a chequear en vivo. Sin dudas.

Aparece originalmente en: Mono [EP] (2011)


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The Breaking Hands
The Gun Club

¿El mismo Jeffrey Lee Pierce de Fire of Love y Las Vegas Story? ¿El mismo chillón tratando de sonar como los Cocteau Twins? Sí. Y con grandes resultados, sin perder identidad. Hasta se dan el lujo de llamarlo a Robin Guthrie para la producción de este disco, después de un parate de casi cinco años. Un buen ejemplo de cambiar para bien. Pero ojo que no todo es texturas y música etérea en Mother Juno. Hay rock and roll de ese que tanto nos gusta. En abundante dosis.

Aparece originalmente en: Mother Juno (1987)


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When Jokers Attack
Brian Jonestown Massacre

Gran riff en una de las canciones que ya podríamos ir considerando como una especie de clásico-moderno de la banda liderada por Anton Newcombe. En el librito dice algo que explica todo: "Los Dandy Warhols solían ser lo más. ¿De acuerdo? Ahora nosotros lo somos. ¡Unite!". ¡Qué difícil no hacerles caso! De paso, si todavía no vieron la película DiG... todavía están a tiempo.

Aparece originalmente en: ...And This Is Our Music (2003)


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Only a Hobo
Rod Stewart

Hoy parece imposible creerlo pero hubo un tiempo -que fue hermoso- en el que Rod todavía no se había pasado al lado oscuro de la fuerza. Era la época en que convivía con los Faces y sacaba a la vez sus discos como solista. Elegimos una versión de Dylan porque es una de las más lindas que se han hecho y eso que hay billones. Elijan cualquier tema de Gasoline..., de Every Picture... o de Never a Dull Moment para perdonarle todos los pecados al vejete.

Aparece originalmente en: Gasoline Alley (1973)


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domingo, 13 de mayo de 2012

Video de la Semana: Toots & the Maytals - Funky Kingston



TEMAZO. Clásico. Imperecedero. El video es un retrato de la ciudad. Toots. Capo.






miércoles, 9 de mayo de 2012

Nada Surf - The Stars Are Indifferent to Astronomy


¿Por qué será que uno siempre necesita una comparación? Si no es una comparación es un parámetro, un nombre tirado un poco al azar, con diferente medida de acierto. Debe ser que no nos gusta que nos tomen por sorpresa. O si se parece a algo que ya conocemos nos predisponemos de otra manera para que nos convenza, para que “entre” más fácil.

¿Y qué hacen los Nada Surf? Simple: canciones. Canciones en el sentido estricto de la palabra; introducción, estrofa, estribillo, estrofa, estribillo, puente, solo, estribillo final. Con alguna que otra variante dentro del formato pero de eso se trata básicamente. Canciones. Algunas excelentes, otras brillantes, otras simplemente buenas pero siempre aceptables, decentes.

¿Y a qué se parecen? Beatles, Big Star, Fountains of Wayne… el espectro “celestial” del podio cancionero se podría decir. Tienen un buen cantante, hacen unos coros prolijitos. Acá no hay mugre, nunca. Quienes busquen bestialidad roquera, excesos o historias fabulosas del tipo extra-musical van a tener que buscar por otro lado porque lo de Nada Surf no tiene nada que ver con eso.
Vienen tocando hace más de diez años, empezaron bien arriba, con un disco producido por Rick Ocasek de The Cars, con un super hit irónico que fue "I'm Popular" y desde entonces han venido haciendo discos parejos, sólidos de principio a fin. No inventaron nada, eso es cierto pero… ¿Para qué arreglar algo que no está roto? Incluso el anterior a este había sido de versiones, de esos que muestran de dónde vienen. Había versiones de Depeche Mode, Kate Bush, los Moody Blues y de perfectos desconocidos como Bill Fox y Dwight Twilley. Uno disco de covers que tiene gusto a declaración de principios.

¿Y qué tal este? El disco nuevo se llama The Stars Are Indifferent to Astronomy que vendría a ser “las estrellas son indiferentes a la astronomía” y como título define bien cómo viene la mano a nivel lírico en Nada Surf. Musicalmente este es un poco más roquero que los discos anteriores, más guitarrero que Let Go o incluso The Weight Is a Gift, pero no crean que esto es Stooges porque nada que ver. Acá las guitarras son bien cristalinas y lo mismo sucede con las armonías. Lo más parecido a esos temas al borde de perder el control es el primer tema del disco, "Clear Eye Clouded Mind", bien ramonero y rápido. Están los arpegios deliciosos de "Jules and Jim" o el ritmo insistente de "Teenage Dreams" (“A veces hago las preguntas equivocadas pero consigo las respuestas adecuadas, nunca es tarde para los sueños adolescentes”).

En fin, si estás buscando algo que te sacuda las estructuras y que te cambie la vida, probablemente Nada Surf no sea el remedio que te hace falta. Pero si estás buscando un buen puñado de canciones hermosas que te sirvan para contrarrestar el aluvión de canciones horrendas y estrellas inventadas que dominan los medios oficiales, ahí sí. Dale una chance a Nada Surf.







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Chequear también:

Chris Bell - I Am the Cosmos
The Posies - Amazing Disgrace
Nada Surf - Lucky


jueves, 3 de mayo de 2012

Kaleidoscope [US] - A Beacon from Mars


Una miradita rápida a los créditos siempre ayuda a tener un pantallazo de lo que vamos a encontrar a la hora de poner “play”, bajar la púa o hacer click con el ratón. Además de las guitarras habituales encontramos la siguiente lista de instrumentos: órgano, harmonio, dobro, violín, arpa, mandolina, timpani, gong y clavicémbalo. Y los más frecuentes, como piano o armónica, por supuesto. Es que el principal argumento de venta de los Kaleidoscope californianos (porque hay otros ingleses y encima contemporáneos) es ese; la banda está llena de multi-instrumentistas y los géneros que tocan son unos cuantos. Los puristas no teman; es una banda de rock, con todas las de la ley.

A Beacon from Mars es el segundo disco de estudio, el que le sigue a Side Trips, uno de los grandes debuts olvidados del rock en general y de la psicodelia en particular. Además de la música de la Mesopotamia asiática, de los ritmos africanos y de las excursiones por la música celta, lo de Kaleidoscope, en realidad, viene por el lado del folk. Es, a la hora de los bifes, el tamiz por el que pasan todos los estilos que abordan. Dylan dice presente, como casi siempre, los Byrds otro poco, Hank Williams podría ser, pero sí, son eclécticos pero tampoco se crean que esto es algo imposible de escuchar, parten de una base que todos conocemos de memoria. A Beacon… está estructurado de una manera bien definida; son ocho canciones, a priori podría parecer poco, pero al final de cada uno de los lados (en el LP original) están los verdaderos motores del disco, en donde le dan rienda suelta a sus indulgencias, se permiten mostrar lo que saben y de paso confirmar que se puede ser ambicioso, tocar bien y no ser un bodrio intragable. Al final del lado “A” está "Taxim" y es… ¿Cómo decirlo? Mientras que la psicodelia mayormente no hizo mucho más que mojar el dedito gordo en la inmensa pileta de la música hindú (sí, gracias Harrison), los Kaleidoscope se zambullen de cabeza y hacen malabares sin red. Son casi doce minutos de la música más hipnótica que se pueda imaginar, en manos de una banda occidental. Supuestamente grabado en vivo y a una sola toma, con el correspondiente tufillo a pachuli a la orden del día.

Después los tienen haciendo ragtime con total soltura en "Louisiana Man" o tocando blues rock con unas guitarras podridas, bien de la época, en "You Don't Love Me", sonando a la altura de Cream o cualquier grupo más famoso de fines de los sesenta. En realidad todo termina pareciendo una suerte de aperitivo para lo que se viene al final, el otro tema épico que se llama casi como el disco; "Beacon from Mars", algo así como “un faro desde Marte”. El título es perfecto para describir la música (y el estado de ánimo) de esta última composición. Ni más ni menos que quince minutos de música intergaláctica, lisérgica, improvisada. Son pocos los que pueden salir bien parados de semejante empresa. Los Kaleidoscope entran en el selecto grupo.

Como pasa muchas veces, algo que para muchos es una gran virtud, para otros es una pesada carga y, la misma esquizofrenia musical que hoy nos hace sacarnos el sombrero, fue la causante de la falta de éxito -a nivel ventas- de estos californianos somnolientos, para ponerlo simple; no sabían cómo venderlos.
Pero cuidado, así y todo hicieron dos discos más en un nivel similar y otros menos valorados, estos últimos casi sin integrantes originales. Kaleidoscope, una banda que sí que le hace honor al nombre.








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Chequear también:

Kaleidoscope [US] - Pulsating Dream: The Epic Recordings (incluye los primeros cuatro LPs + simples)
Ry Cooder - ídem [1er. LP - 1970]
The Nitty Gritty Dirt Band - Ricochet



miércoles, 2 de mayo de 2012

Video de la Semana: Flying Burrito Brothers - Christine's Tune (Devil in Disguise)



Descarado playback de los Burritos, todavía con Gram Parsons en la formación. Originalmente incluído en el grandioso The Gilded Palace of Sin.





domingo, 22 de abril de 2012

Giant Sand - Blurry Blue Mountain


Nadie va a decir que Howe Gelb es un tipo que no hace exactamente lo que tiene ganas de hacer. Vive aislado con su familia en el desierto y sólo hace excursiones urbanas efímeras para algún que otro concierto. Con Giant Sand viene grabando discos hace casi treinta años y se puede decir que ha hecho de todo. Algunos insisten en calificarlos como alt-country pero poner dentro de esa bolsa a Giant Sand es de un reduccionismo que bordea el ridículo. Han hecho de todo, punk rock, paisley pop, rock duro y un listado de etiquetas que no vienen para nada al caso. En el medio hubo discos grandiosos, buenos, mediocres y también flojísimos, desganados, esos que los que nunca se juegan por nada gustan de llamar “discos de transición”.

Pero desde hace unos cuantos años ya parecen (hablar en plural con Giant Sand es más bien una formalidad) haber encontrado una senda a seguir que, con ligeros vaivenes, es las que les da un marco de trabajo amplio, en donde se mueven con total comodidad e incluso se permiten experimentar.

Este, del 2011, tiene unos leves toques jazzeros que le aportan variedad y color al asunto, batería con escobillas en muchas de las canciones, guitarras nerviosísimas, que parecen constantemente, al borde de un estallido que nunca sucede. Hay una atmósfera de tensión contenida. "Monk's Mountain", uno de los grandes aciertos de Blurry Blue Mountain, es un homenaje claro a Thelonius Monk e incluso saluda a Goodbye Pork Pie Hat en la letra. Algo parecido pasa en "Spellbound", con un solo de piano exquisito, de esos que Woody Allen pondría en sus películas anti-roqueras. Pero no teman, no se asusten, este es un disco de rock, de rock al estilo Giant Sand, un estilo propio, firme, idiosincrático. Te puede gustar o no, pero no se puede negar que los tipos tienen claro a dónde van a parar con sus discos. Vuelve la tensión en "Ride the Rail", que es un homenaje/parodia (con Giant Sand nunca se sabe) al Johnny Cash super drogado y flaco de la última mitad de los sesenta, grabando discos conceptuales que ni él tenía idea de qué es lo que quería. Pero cuidado que también hay guitarras filosas en Blurry… y aparecen por primera vez de la mano de… un auto-cover! En este caso de "Thin Line Man", del segundo disco, en otra muestra de la siempre perversa elección a la hora de elegir canciones para versionar.

En muchos casos y ante una discografía tan extensa, no suele ser aconsejable empezar por el último disco de estudio para meterse en el mundo de un grupo. Pero Giant Sand puede ser una excepción a la regla. ¿Por qué no?








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Chequear también:

Giant Sand - Valley of Rain
Giant Sand - The Love Songs
Giant Sand - Provisions


sábado, 21 de abril de 2012

Video de la Semana: Sham 69 - Hersham Boys



Disculpas por la pésima calidad de audio y sonido. Pero el tema y el video están buenísimos. ¡Viva Jimmy Pursey!!!






jueves, 12 de abril de 2012

Sam Gopal - Escalator


Lemmy es un prócer. Eso está fuera de discusión. El tipo estuvo ahí casi desde los inicios de todo este asunto. La fama le llegó recién con Motörhead, a casi diez años de haber empezado su carrera como músico y de sus primeras grabaciones, con los Rockin’ Vickars, a mediados de la década del sesenta. Hay algo mágico en torno a lo que genera; hace que muchas personas que no escuchan habitualmente música pesada consideren a Motörhead un grupo de rock, cuando todos sabemos que es un grupo recontra metalero (al menos desde Orgasmatron en adelante). También logra borrar la frontera llena de prejuicios entre el punk y el heavy y es admirado, querido y hasta reverenciado por miembros de las dos sectas. Era amigote de los Damned y a la vez tenía buena relación con los decadentes melenudos de Los Angeles. Borra fronteras, así de simple. Fronteras que en realidad no existen, pero ese es otro tema. Está más allá del bien y del mal.

¿Y esto? ¿Sam Gopal? Bueno, hay un video en YouTube (el milagro posmoderno) que es imprescindible para quienes conozcan el disco, también para quienes no lo hayan escuchado todavía pero tengan interés. Se ve una especie de barcaza asiática en medio del Támesis, a pasitos nomás del puente de Waterloo. Acercamiento al navío y ahí está la banda tocando. Primero lo muestran al tal Sam Gopal, malayo de nacimiento, con sus tamborcitos en un mal disimulado playback. Después van apareciendo el resto de los miembros de la banda, sucios, desprolijos y con altísimas probabilidades de sustancias tóxicas en el torrente sanguíneo. Lemmy canta y toca la guitarra y se va moviendo en el reducido espacio que tiene. ¿La canción? "Sky Is Burning", uno de los temas de Escalator, el primer y único disco, hoy en día Santo Grial de coleccionistas a lo largo y ancho de este mundo.

¿Cómo suenan? Raro, muy raro. Por empezar el disco está mezclado de una forma extraña y grabado de manera totalmente precaria, dos puntos que no hacen más que sumarle atractivo y originalidad a esta joya perdida. Desde lo musical, la cosa es una especie de folk inglés alucinado, drogón, oscuro por momentos, con un interesante uso de arreglos y florituras orientales, bien a la orden del día, sobre todo de la guitarra líder y en menor medida en el bajo. Según dice la mitología (creer o reventar, como siempre), Escalator fue grabado en una sola noche en una suerte de bacanal de anfetas, LSD y vaya uno a saber que otros condimentos. La música valida esta teoría. Se trata de gente bien "puesta" hablando de misticismo, noches largas y la cara oculta del flower power, que para esta altura ya era historia. Algo así como la banda sonora “no oficial” de la resaca de una larga fiesta.

Según Lemmy, que le resta cualquier tipo de importancia a este trabajo, en su autobiografía declara haber escrito él solo todas y cada una de las canciones de Escalator, letras incluídas. Después vendría su paso por Hawkwind con posterior expulsión en los peores términos y el resto, como todos sabemos, es historia conocida.







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Chequear también:

Fresh Maggots - ídem [1er. LP - 1971]
Hawkind - Warrior on the Edge of Time
Odawas - Raven in the White Night



miércoles, 11 de abril de 2012

Video de la Semana: Nada Surf - Electrocution

Tema de la semana, del mes, de lo que va del año, etc, etc. TEMAZO. Del disco de covers de Nada Surf, de un tal Bill Fox (la original).






domingo, 8 de abril de 2012

5 Canciones 5: Smiths / Morrissey


I Know It's Over

Esta es una de las "tapadas" de The Queen Is Dead, claro... no se podía bailar mucho con este ritmo medio jazz y dormilón. La voz de Morrissey suena como si recién se despertara para ir ganando en pathos e intensidad, pero una escucha atenta revela una de sus letras más desesperadas y miserables. Mozz les pavimentaba el camino a todos los condenados a la tristeza eterna que vendrían. Elliott Smith y Bill Callahan incluídos, por supuesto.

Aparece originalmente en: The Queen Is Dead (1986)

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Shoplifters of the World Unite

Pocos grupos han sido tan prolíficos como los Smiths, edificando una discografía tan extensa y llena de recovecos en un período de menos de diez años. ¡Y los simples! Los fanáticos saben que hay que tener este y también Hatfull of Hollow para no perderse nada (y quizás The World Won't Listen). Morrissey escribió un llamado universal a las armas pro-gay, una incitación a aceptarse y a vivir libremente en menos de tres minutos de canción. ¿Y qué me dicen del solo de guitarra metalero?

Single [7''] y en Louder Than Bombs (1987)


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The Last of the Famous International Playboys

La letra es una burla bien sardónica (bien Morrissey, vamos) a un fanático adulador y una reflexión interesante sobre la delgada línea entre admiración e invasión de la privacidad. El hecho de que ya no estaba Johnny Marr aparentemente no influyó a la hora de hacer otro himno de guitarras al estilo "Panic" o "Sheila Take a Bow", con uno de esos estribillos que parecen hechos para cantar en los colegios. Esta salió en forma de simple, en ese período entre sus dos primeros discos solistas.

Aparece originalmente en: Single [7 y 12''] y en Bona Drag (1990)


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Let Me Kiss You

Esta la escribió para el disco regreso de Nancy Sinatra, un gran disco por cierto. Claro, la canción era tan buena que no pudo evitar la tentación de incluirla en aquel discazo que fué You Are the Quarry. La letra es genial, habla del sexo y la atracción física cuando el cuerpo está lejos de su esplendor; "pero entonces abrís los ojos y ves a alguien que despreciás físicamente, pero mi corazón está abierto". Aplausos por tocar temas delicados e infrecuentes y salir tan bien parado.

Aparece originalmente en: You Are the Quarry (2004)


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Something Is Squeezing My Skull

¡Epa! ¿Y ese remolino de guitarras? ¿Punk rock? ¿Morrissey de repente quiere sonar como Social Distortion? Aparentemente sí. ¿Por qué no? El traje le queda como si fuese hecho a medida. Sigue siendo el Rey de los Desclasados Sociales ganando en potencia y convicción sonora en un disco que tiene un futuro de clásico asegurado. ¡Hasta se anima a invitarlo a Jeff Beck!

Aparece originalmente en: Years of Refusal (2009)


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martes, 3 de abril de 2012

Faces - Long Player


Mucha gente se pregunta cómo es posible que haya personas que malgastan su tiempo escuchando “música vieja”. ¿Qué adjetivo le cabría entonces a la música clásica? ¿Y al canto gregoriano? No nos vayamos por las ramas porque la respuesta es muy simple. Lo que diferencia a la música buena de la que no lo es tanto es que, mientras que una queda anclada a un momento histórico, hay otra que es inmortal y no envejece nunca.

Tomemos el caso de los Faces. ¿Se puede decir que esto es música vieja? ¿Cúal es la diferencia entre esto y lo que intentan hacer (con diferente nivel de éxito) los Black Crowes? ¿A cuántos hemos escuchado tratando de hacer esto y fracasando rotundamente en el intento? Más vale no empezar a tirar nombres porque la lista puede llegar a ser interminable. La diferencia entre grandioso y mediocre, que a priori parece no ser mucha, es importante. Escuchen a cualquiera de los imitadores y después a los Faces y confirmarán todo.
Aparte acá estaba Rod Stewart en un nivel altísimo. Ni hablemos de lo que pasó después. Si a Rod se lo hubieran llevado los marcianos antes de "Do You Think I’m Sexy?", estaríamos todos con la remerita puesta. El tipo sacaba unos discos solistas magníficos mientras estaba al frente de este grupo, se hacía tiempo para las dos cosas y no daba un paso en falso. Encima componía y bastante.

Contar que es el grupo que resulta de la evolución de los Small Faces a esta altura no tiene mucho sentido, pero vale señalar que Ronnie Lane, Ian McLagan y Kenny Jones no son un mero complemento. Los dos primeros también componen y cantan y encima está Ron Wood, el que todavía hoy es el pibe nuevo de los Rolling Stones. ¿Y qué tal las canciones? Tremendas. Este es el disco más tranquilo de los cuatro que hicieron los Faces. Tiene una notable preponderancia de baladas. Pero… ¡Qué baladas! "Tell Everyone" de Lane -y con Rod en la voz- es la matriz usada para un millón de temas de este estilo, es fina como pocas, con ese solo de Hammond tan imitado. En seguida sigue "Sweet Lady Mary" y esta podría haber estado en cualquiera de los discos de Stewart de esta época, en Gasoline Alley o en Never a Dull Moment. De hecho los músicos eran más o menos los mismos. “Esta si no la conocen… la verdad es que no sé donde han estado” dice Rod para presentar su grandiosa versión de "Maybe I'm Amazed" de Paul McCartney. Si el autor no se sacó el sombrero es porque no la escuchó. Otro punto álgido es la semi-zapada con "I Feel So Good", que dura casi diez minutos, también está grabada en vivo y demuestra hasta qué punto se entendían estos muchachos arriba de un escenario.

Sí, "I Feel So Good", "Had Me a Real Cool Time", vamos a joder un rato y a emborracharnos con los Faces, esa parecía ser la consigna y a la vez antídoto contra el rock arty y pretencioso de aquella primera mitad de la década del setenta. Pero claro, la música… era cosa seria.








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Chequear también:

The Small Faces - Ogden Nuts Gone Flake
The Faces - Ooh La La
Pete Townshend & Ronnie Lane - Rough Mix




domingo, 1 de abril de 2012

Video de la Semana: Elastic Band - Giving Advice

Del muy reciente M oo D editado por el sello Chesapik.







jueves, 29 de marzo de 2012

Pixies - Bossanova


Como toda “banda grande”, los Pixies no escapan a las ideas preconcebidas, pre-digeridas, de esas que todos repetimos como nenes de jardín de infantes. Que sin ellos no hubiera existido Nirvana, que son los padres de un género, que fueron los que inventaron el rock de los noventa en adelante y un largo etcétera. Puede ser, algo de eso hay. Lo que no suele decirse tan seguido es que, en los pocos años en que estuvieron actividad, había una gran cantidad de bandas parecidas, empuñando guitarras en lugar de sintetizadores y haciendo gala de las mismas influencias. Pero claro, los Pixies eran los que tenían las canciones. De eso se trata casi siempre.

Otro mito a derribar es que Bossanova no es tan bueno como los dos primeros o Come On Pilgrim, el EP debut. Están locos. Este disco es genial. De punta a punta. Como para ir sentándose a la mesa tiene la introducción más canchera que podemos llegar a escuchar: "Cecilia Ann" es uno de esos temas instrumentales que sí valen la pena, a medio camino entre Morricone y The Clash, a pura atmósfera. Consejo para bandas noveles: si arrancás tu show con esto te ganás al público de entrada. En seguida viene una oleada de guitarras y chillidos como para que nadie se olvide que esto que estamos escuchando no es para la radio AM, no es Phill Collins, esto nos va a poner incómodos también. ¡Ah! Un detalle no menor; el tema se llama "Rock Music". Los Pixies se encargaban de esparcir notas chiquitas que terminaban sonando como grandes manifiestos (recordar el grito de “¡es educativo!” en Trompe Le Monde) quien sabe con qué nivel de intencionalidad. "Velouria"… ¡qué temazo! Tiene todo; gran melodía, tremendo estribillo, letra enigmática, no se sabe si habla de amor o de adoración religiosa a algún culto voodoo. Es perfecto. Vale agregar que este disco suena diez puntos y ahí acudimos al librito para cierta data prescindible: produce Gil Norton y está grabado en Los Angeles. ¡Encima después viene "Allison"! Si no caíste rendido a esta altura, lo tuyo viene por otro lado.. Sí, hay cuatro títulos con nombres de chicas, una novedad con respecto a los discos anteriores. Tampoco falta en Bossanova el viejo truquito que es marca patentada de los Pixies, el recurso de la dinámica estrofa suave versus estribillo explosivo, está en dos de los clásicos del disco; en "Dig for Fire" y en el increíble "Hang Wire". Pero eso no es todo amigos. A los que tienen paciencia y escuchan los discos como debe ser (enteros) Black Francis y compañía les tiene guardadas dos sorpresas. Una viene de la mano de "Stormy Weather", un cierre a todo trapo, que en realidad no es tal. “Es momento de tiempos tormentosos” repite como un mantra hipnótico para dar paso a otra canción inmortal: "Havalina". Para dejar bien en claro que habían “hecho los deberes” y habían estudiado Pet Sounds y el rock clásico con la paciencia que hace falta.

Después vendría Trompe Le Monde, para poner broche de oro a una etapa corta pero mágica y el inminente éxodo; Kim Deal forma The Breeders y Frank Black da vuelta su nombre para empezar como solista, en una carrera que ya lleva por lo menos diez grandes discos. Es tan prolífico que cuesta seguirlo. Pero vale la pena.







Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Pixies - Surfer Rosa
The Breeders - Pod
Frank Black and the Catholics - Devil's Workshop



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