El día que el mundo
sea un lugar más justo, el disco debut de Sombrero será considerado el
equivalente argentino a Sweetheart of the Rodeo de los Byrds o Wee Tam and the Big Huge de Incredible String Band en Inglaterra. O cualquiera de los cinco
primeros LPs de Os Mutantes en Brasil. Es una fusión perfecta entre rock y
música que tiene años de historia. En realidad esto se intentó antes, de la mano de MPA (con el Chango Farías Gómez), Huerque Mapu y otros grupos menos conocidos. Pero… ¿con onda? ¿con actitud rock?
Probablemente sea la primera vez que algo así funciona en serio.
Algo que puede ser la
diferencia básica entre los intentos fallidos y lo que hacen los Sombrero, es
que los últimos tienen sentido del humor, la intro, de la mano de “El rápido” o
el recitado de los “bandidos que ya pagaron su precio a la sociedad”, en un
acento de película mal doblada, es imposibe escucharlo y no reírse aunque sea
un poco. Si fue intencional felicitaciones y si termina siendo así por
accidente… pulgares arriba por corajudos.
Varios de los temas son golazos de mitad de cancha; “Procesión a Llullaillaco” es impresionante, un Brian Eno del altiplano que es oír para creer, esto no se hizo nunca y si se hizo ¿a quién le importa si está tan bien logrado? “El calor de Purmamarca” transmite con música el agobio que sugiere su título, te ves automáticamente en medio del desierto, rogando por un vaso de agua y una polvareda a lo lejos que signifique la salvación. Si Morricone hubiera nacido en los Valles Calchaquíes, probablemente hubiese aparecido con algo similar a “Matrero”, una de las joyas del disco. Algo parecido pasa con “La insolación”, uno de los temas más oscuros y psicodélicos, que en ningún momento deja de formar parte del conjunto, al contrario, se mezcla hábilmente y termina encajando perfecto. También tiene el cover “bien pensado”, en este caso de la mano de “It Girl” de Brian Jonestown Massacre, original de Thanks God for Mental Illness, casi irreconocible. La banda se apropia de la canción y, si alguien no te tira el chimento, no te enterás que no era una tema de Sombrero.
Varios de los temas son golazos de mitad de cancha; “Procesión a Llullaillaco” es impresionante, un Brian Eno del altiplano que es oír para creer, esto no se hizo nunca y si se hizo ¿a quién le importa si está tan bien logrado? “El calor de Purmamarca” transmite con música el agobio que sugiere su título, te ves automáticamente en medio del desierto, rogando por un vaso de agua y una polvareda a lo lejos que signifique la salvación. Si Morricone hubiera nacido en los Valles Calchaquíes, probablemente hubiese aparecido con algo similar a “Matrero”, una de las joyas del disco. Algo parecido pasa con “La insolación”, uno de los temas más oscuros y psicodélicos, que en ningún momento deja de formar parte del conjunto, al contrario, se mezcla hábilmente y termina encajando perfecto. También tiene el cover “bien pensado”, en este caso de la mano de “It Girl” de Brian Jonestown Massacre, original de Thanks God for Mental Illness, casi irreconocible. La banda se apropia de la canción y, si alguien no te tira el chimento, no te enterás que no era una tema de Sombrero.
Escuchar entero en Bandcamp o en Spotify.
Chequear también:
Lee Hazlewood - The Very Special World of Lee Hazlewood
Caléxico - Hot Rails
Ennio Morricone - A Fistful of Dollars
2 comentarios:
Muy bueno. Patricia lo puso mientras revolvía las bateas bajo excusa de que recién había llegado. Hice mi elección (Deluxe de Harmonia), la apoyé en el mostrador y al retirarme casi me llevo el de Sombrero por error, ya que las tapas se parecen a simple vista. Lo hubiese adoptado sin chistar. Bueno, no tanto, pero cuando vuelva capaz que hasta me lo llevo.
Un abrazo!
Es verdad que son parecidas las tapas. Habrá sido intencional? El viernes 30 lo vamos a tener a Martín en Fuera de la Nada y le vamos a preguntar. Compratelo, es un discazo.
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