Conocí esta canción -preciosa, sutil, frágil- de la mano de Los Excéntricos Tenembaum, el peliculón de Wes Anderson que hizo que varios nos desasnáramos en un par de cuestiones musicales (Drake, Nico, early Stones, etc.) y de ahi directo a la discografía del malogrado cantautor inglés.
Pero esta es la forma en que se hace una versión, los suecos The Soundtrack of Our Lives, una de las mejores bandas de los últimos diez años, se apropian descaradamente de la canción y hacen un pequeño milagro con ella.
Arranca relativamente parecida a la original pero va tomando vuelo, metiendo cambios, un poco como la mayoría de las grandes canciones del grupo, cuando llega el clímax ya estás con los piés a veinte metros del suelo. Enorme versión. Música para levitar.
Encontrala originalmente en:
¿Discos dobles en el segundo milenio? Sí, claro que sí, los TSOOL parecen empeñados en negar la realidad, una característica casi esencial en una banda de rock. De los seis discos de estudio de la banda, cuatro son dobles. Este es el anteúltimo antes de la -aparente- disolución.
Communion (2009)
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