Esta es
otra de esas perlas de rock psicodélico tardío, justo cuando el movimiento
empezaba a transformarse indefectiblemente en rock progresivo,
sinfónico o como se lo quiera llamar. Época que dio millones de bandas que
nunca pasaron de un LP, etapa de aventura y búsqueda. La simple idea de pensar en cuatro hippies barbudos, escuchando la
pre-mezcla de un disco como este, frente a tipos de saco y corbata, que eventualmente pondrían la plata para que llegue a las bateas, resulta tan ridícula como
interesante.
La banda se llamaba Uriel, deciden a último momento cambiarse el nombre y sacar un disco -homónimo- como Arzachel. El más “famoso” de los integrantes es el guitarrista y cantante Steve Hillage, que después formó parte de Gong y produjo discos de Simple Minds y Robyn Hitchcock y los Charlatans. El resto de los integrantes formaron los mítics Egg, protagonistas de la escena de Canterbury.
Arzachel es uno de esos que podés usar para vaciar una fiesta, para espantar ciertos vecinos y atraer amigos fanáticos de los psicotrópicos. Tiene todo lo que hay que tener; desde pasajes improvisados interminables (el disco fue grabado en una sola sesión, con los músicos tocando en vivo), a huracanes guitarreros como el violento “Leg”, que sería algo así como Eddie Cochran totalmente pasado de LSD, algo parecido a lo que hacía Blue Cheer al otro lado del charco pero más dramático, más psicodélico y con más volumen, si es que esto último es posible.
Los puntos de partida o referencias son más o menos los mismos que tenían todos los veinteañeros en esta época: Hendrix, Cream, The Nice y todos esos grupos que tocaban fuerte y se compraban los primeros amplificadores que podían ensordecer un lugar más o menos chico. Si la cara A del disco te parece accesible, preparate y agarrate fuerte para lo que en el LP original era la cara B, dos temazos de hard-rock psicodélico, con el maridaje adecuado te pueden hacer levitar, en serio. La cosa arranca con “Clean Innocent Fun”, título capcioso si los hay, punto álgido indiscutido de Arzachel como propuesta, como momento e interpretación. Estos tipos eran psicodélicos las veinticuatro horas del día y se nota, la banda toca con violencia, desparpajo y precisión. Los diálogos entre la guitarra de Hillage y el órgano de iglesia, característica clave del sonido del grupo, es digno de atención. No hay muchos pasajes como este en la historia del rock del siglo veinte. Lo mismo pasa en “Metempsychosis”, una bestialidad deforme de casi veinte minutos, la encargada de dar por terminada esta odisea. Oir para creer.
Arzachel pasó completamente desapercibido al momento de su aparición en el mercado, salió por un sello chico (Evolution) y en seguida paso a ser un disco de culto, un objeto de colección. Hasta la reedición en CD, es difícil de conseguir. Sino siempre está el oráculo post-moderno: Internet.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Gong - Flying Teapot (Radio Gnome Invisible, Vol. 1)
Raw Material - ídem [1er. LP - 1970]
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