Si uno escucha este disco y lo compara con los anteriores hay una distancia considerable. Parece otra banda. La idea está igualmente, sigue firme.
¿Cuántes veces me habré colgado la guitarra para tocar arriba de este riff impresionante? Nunca tuve la suerte de tocarlo con una eléctrica enchufada a fondo. Estoy seguro que debe ser una sensación de poder indescriptible. Sí, Tommy Iommi ES el diablo. Y si no es él en persona seguramente se comunican, tienen buena relación.
La parte en que cambia, aparece un riff nuevo que no se puede creer y Ozzy canta eso de "Dreams turn to nightmares, heaven turns to hell..." es una cosa de locos, de no creer. ¿Y lo que pasa al final? Es directamente el descenso al infierno. Black Sabbath en su esplendor, volando altísimo. En modo Ícaro, se podría decir, arriesgandoló todo por una causa. Glorioso.
Se puede escuchar en YouTube acá.
Quinto disco de estudio, el que viene después del gran Vol. 4 y antes del monstruoso Sabbotage. Acá aparece Rick Wakeman en teclados coincidiendo con el acceso al siguiente escalón en el consumo de todo tipo de sustancias. ¿Cómo hacían para pergeñar semejante obra maestra en ese estado? O a lo mejor lo lograban... ¿precisamente por eso? Quien sabe...
Sabbath Bloody Sabbath (1973)
2 comentarios:
No podía estar más de acuerdo, Beefheart. Qué canción y qué disco. Los seis primeros son fuente de inspiración continúa, como los Stones o los Stooges.
Un abrazo.
Muy cierto Gonzalo, son biblias. Ojo! También me gustan con DIO. Pero es otra cosa, otra historia.
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