domingo, 3 de agosto de 2014

Frank Sinatra - Sings for Only the Lonely


Suele ser detestado por mucha gente que tiene que ver con el rock. Se debe en parte a que él mismo odiaba a "la música del diablo". Vale decir que, a nivel biográfico, la vida de Sinatra tiene más rock que la de varios cultores del género. También tiene fanáticos confesos dentro del supuesto enemigo; Jim Morrison lo veneraba e Ian McCulloch de Echo & the Bunnymen más de una vez lo ha puesto entre sus cantantes favoritos. Como cantante e intérprete "Frankie Blue Eyes" no tiene rivales.

Todo el mundo conoce sus grandes éxitos, “New York”, “Something Stupid” (a dúo con Nancy, su hija), “Strangers In the Night” o “That's Life”. Los grandes hallazgos empiezan a aparecer en lo profundo de su extensa discografía. Los "discos tristes" como No One Cares o el tardío She Shot Me Down son increíbles, se escuchan enteros, ciclos de canciones dedicados a la tristeza, generalmente relacionados con rupturas amorosas, cantados con la maestría que un tipo que sabe comunicar un sentimiento como ningún otro, arreglados y grabados con los mejores músicos y productores que se podía llegar a encontrar en el momento.

Frank Sinatra Sings for Only the Lonely, más conocido como Only the Lonely, es uno de esos discos. Uno más de la lista de esenciales, pero no es cualquier otro, no es reemplazable. A mediados de los setenta le preguntaron en una fiesta y él mismo cito a este como su favorito. Gordon Jenkins, su arreglador hasta ese entonces, no estaba disponible y la tarea cayó en manos del gran Nelson Riddle, que hace su trabajo con un nivel de delicadeza y finesse dignos de admiración. Los arreglos en general son minimalistas, por ejemplo en “Blues In the Night” apenas aparecen, la idea es subrayar el fraseo de Sinatra, aparecer en los instantes exactos, pero cuando surgen… son sublimes. El disco empieza con la primer obra maestra, la canción que da título, “Only the Lonely” es el paradigma de lo que a Sinatra le gustaba llamar “Canciones suicidas”, la gravedad con que encara la interpretación contrasta con la debilidad temática del protagonista, un tipo que ha sido abandonado hace poco y deambula perdido por la calle, sin tener idea de qué hacer con su tiempo libre. Este es el disco que tiene “One for My Baby (and One More for the Road)”, también está “Guess I'll Hang My Tears to Dry” y el impresionante “Angel Eyes”, una de las grandes canciones olvidadas de Sinatra, con una orquestación conmovedora de Riddle.

Están los discos de swing, los de dúos, los discos en vivo como el enorme Sinatra at the Sands (con Count Basie) pero en los álbumes de baladas es donde te puede romper el corazón, donde podés encontrar refugio, en donde lo podés escuchar diciéndote “va a estar todo bien, esto nos pasa a todos”, es donde muestra fragilidad y deja de lado cierta pose de mafioso italiano que tanto molesta.








Escuchalo entero en YouTube o en Spotify.








Chequear también:

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Frank Sinatra - Watertown



3 comentarios:

Centrofovar dijo...

La voz.. Tengo varios vinilos de grandes éxitos, ediciones argentinas, algunos más acertados que otros, pero todos coinciden en la buena calidad del prensado. Music Hall se ponía las pilas ahí, y al rock le destinaba cartón de caja de zapatos.

Bueno, lo que quería decir es que entre el bueno de Frank, Johnny Cash y Lee Hazlewood estamos a un paso de Neil Diamond (?)

Mariano dijo...

jjajajajaj Neil Diamond está al mismo nivel de incuestionabilidad que esos que nombraste.

Preguntale a Esther a ver que te dice.

Centrofovar dijo...

Pero claro! Recontra banco a Neil.

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