Eric Burdon & the Animals - The Twain Shall Meet

¿Qué pasó con el pibito que cantaba "Boom Boom"? ¿Con el veinteañero, apenas salido de la adolescencia, borrachín y peleador? Muy simple; LSD. Después de ser uno de los grupos pilares de la Invasión Inglesa, para mediados del '66, la formación original de los Animals se había desintegrado casi del todo. Alan Price, aquel tecladista mágico, fue el primero en dar el portazo. Hilton Valentine (el guitarrista) sería el siguiente, Chas Chandler se convertiría en el manager de Hendrix y Slade. Pero ahí estaba Eric Burdon, abrazando el cambio con entusiasmo de la mano de la nueva droga que tanto daba que hablar. El ácido lisérgico hacía estragos en muchos pero otros salían renovados de la experiencia. Burdon formaría parte de este segundo grupo, ponderando las bondades de la sustancia en quien quisiera oírlo, se mudaría a la soleada california y armaría una nueva banda. Con esa banda hizo Winds of Change, el primer LP de esta nueva encarnación, casi en seguida apareció este: The Twain Shall Meet en el '68.

Si hay una canción que describe perfectamente la atmósfera de la época esa es "Monterrey". Está bien, sí, no es "White Rabbit" y ni siquiera es "Dark Star" pero “a la hora de los bifes” resulta más efectiva, más gráfica. Describe las circunstancias y la música -principalmente- de aquel evento histórico, ese festival en donde tocaron todos. Eric estaba completamente subyugado y se encarga de que quede claro en la letra: “los Byrds y los Airplane realmente volaron, Jimi Hendrix, creeme, hizo que el mundo se incendie”. Y sí, había “visto la luz”, quería compartirlo y quería “evangelizar” a los aún no creyentes. ¿Quién puede juzgarlo? La atmósfera democrática que rodeó la etapa de composición de The Twain Shall Meet queda evidenciada en los dos temas que canta el bajista Danny McCulloch; "Just the Thought" y el hipnótico "Oranges and Red Beams", lleno de efectos psicódelicos y arreglos de cuerda y flautas para la ocasión.

"Closer to the Truth" (sería “Más cerca de la verdad”) es otro que muestra el estado de ánimo excesivamente optimista de nuestro héroe. Es un poco risible es cierto, pero la convicción y el sentimiento de Burdon dan por tierra cualquier atisbo de desconfianza. Es que es de esos cantantes que puede cantar el dorso de tu crema de enjuague y salir airoso, como Elvis, como Joey Ramone, cualquier canción que le pongan delante de las narices va a ir para adelante sólo por el hecho de ser él quien la entona. El pequeño hit del disco viene de la mano de "Sky Pilot", un gran tema por donde se lo mire. Anti bélico, dura casi ocho minutos, pero se editó en formato de disco simple con una duración acotada. Lo mismo sucede con la majestuosa "We Love You Lil" y "All Is One", los dos últimos, encargados de cerrar el álbum. Cara “B”… ¡A experimentar!

Antes de pasar a formar parte de los también californianos War, con quien grabó tres LP's indispensables, Burdon todavía exprimiría el concepto de New Animals con dos discos más: Every One of Us y Love Is, con un jovencísimo Andy Summers (The Police) en guitarras. Discos desparejos, es cierto, pero con grandes momentos, esos que cuando aparecen nos llenan de felicidad.
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