miércoles, 20 de febrero de 2019

Ana Prada - Soy sola


Hay algo que divide a la música de verdad de la desechable y perecedera. Mientras una envejece con la misma velocidad que un cartón de leche, la otra, la que vale la pena atesorar y está hecha por amor a la música, al hecho de sentarse a tocar y grabar, puede permanecer en el tiempo, inalterable, intacta. Soy sola, el primer disco de estudio de la cantautora uruguaya Ana Prada ya tiene más de diez años y parece grabado ayer. Algún escéptico podrá decir que no cambió nada en los últimos veinte años pero no es tan así. Pasó de todo. Que nos hayamos enterado o no, que nos hayamos conmovido y nos haya hecho parar la oreja, eso ya es otro asunto, otra discusión. En la que no vamos a entrar ahora.

Cierta música tiene una capacidad especial y es la siguiente; la podés dejar de fondo y puede acompañar cualquier tipo de evento, una cena, una reunión de amigos, lo que sea. Pero si prestás atención está pasando de todo a nivel musical. No cualquier música tiene esa virtud. Pasa con el noventa por ciento del reggae clásico, con ciertos solistas de la primera mitad de los setenta, con una porción de la música clásica y no mucho más. Y pasa con Ana Prada.


Su estilo nunca va a parar a lo que se podría considerar estridente, nunca hay ruidos fuertes y, a pesar de que graba muchas veces con guitarra eléctrica, lo de ella es sugerir más que mostrar. Es afinadísima, domina muy bien su voz y las canciones están bien pensadas, con una sencillez aparente, engañosa, hay complejidad pero nunca pasa a ser una cosa “para entendidos” y ahí está su mayor hallazgo. Son sus canciones, su forma de componer, la clave en un disco como este. Cero pretensiones, cero canchereo, hay una suerte de humildad y sencillez que se transmite en sus letras, en su forma de entonar.

Soy sola, a la hora de la odiosa etiqueta que todo el mundo parece necesitar hoy en día, es un disco de folclore… en teoría. En la práctica, la gran música de los últimos veinte años es bastarda en el mejor sentido de la palabra; no se puede clasificar, no se puede encasillar y si querés hacerlo tenés que caer en esfuerzos inútiles y forzados. Para conocerla hay que escucharla y dejar que fluya.







Escuchar entero en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Ana Prada - Soy pecadora
Joni Mitchell - For the Roses
Teresa Parodi - Ya está la taba en el aire



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...