Pocos han
hecho tanto para el desarrollo de la música moderna como este hombre. Como
parte del equipo estable del sello Chess de Chicago, produjo, compuso, arregló
y tocó en más canciones que las que se han podido documentar. Una buena porción
fueron temas compuestos por él mismo y se cree que es autor de unas quinientas
piezas, aproximadamente.
A pesar de que venía trabajando activamente y a esta altura era sinónimo de calidad, I Am the Blues, aparecido en 1970, es recién el sexto disco de estudio de Willie Dixon como solista, con su nombre en la tapa, por extraño que parezca. Lo suyo no era el estrellato, de hecho llegó a la gran ciudad para triunfar como boxeador, en donde no le fue del todo mal, pero lo suyo, claramente, estaba en otro lado. A fines de la década del sesenta debe haber sentido la necesidad de reclamar lo que era suyo. El blues que ya tenía unos cuantos años, estaba otra vez de moda. Se habían grabado infinidad de versiones de sus temas y era el momento perfecto para mostrar cómo era que se hacían las cosas.
Un vistazo a la contratapa de I Am the Blues, a la lista de temas, sobra para ver que estos son los temas que forman parte del canon imprescindible del género. Varios fueron grabados por primera vez por el gigante Howlin’ Wolf (en este disco toca su fiel guitarrista, Hubert Sumlin), otros tantos por Muddy Waters y no faltan las versiones de bandas más actuales, como The Doors, Rolling Stones y Led Zeppelin. La banda de Page, Plant y compañía incluso tuvo un pequeño deslíz, al no darle el crédito correspondiente al bluesman por “You Shook Me”, del primer LP homónimo de los ingleses, cosa que se corrigió con los años, después de no pocos litigios legales. El disco abre con una poderosa versión de “Back Door Man”, uno de sus grandes temas, con un sonido moderno, adaptado a la época y con un Dixon en muy buena forma como cantante. ¿Por qué será que una música en apariencia sencilla y sin demasiados rebusques suena tan bien en manos de sus intérpretes originales y no tan bien (por no decir pésimo) en manos de gente que se acerca al género de manera irrespetuosa o despreocupada? Están quienes creen que esta música es puro sentimiento, que se lleva en la sangre y demás explicaciones de tipo metafísico y, a la hora de escuchar y hacer comparaciones, puede ser que algo de eso haya.
En vez de preocuparnos y hacernos preguntas sin respuesta mejor escuchar el solo de piano de “I Ain’t Superstitious”, uno de los temas enormes de la música popular del siglo veinte. También de la pluma de Willie Dixon, por supuesto.
Escuchar entero en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Willie Dixon - Catalyst
Magic Sam Blues Band - West Side Soul
Muddy Waters - After the Rain
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