Hay una
anéctoda que contó Tom Jones, uno de los pocos que tenía acceso a la
burbuja en la que estaba encerrado Elvis en la década del setenta. Estaban los
dos conversando animadamente, en la suite dantesca en la que vivía el astro, en la época en que tocaba todos los días en el International Hotel de Las
Vegas. Al parecer El Rey estaba de buen humor y andaba con ganas de encarar
proyectos nuevos y arriesgados, según Jones, en un momento Elvis, con los
ojos vidriosos, le espetó un “tendríamos que armar una banda Tom, vos y yo y de
banda de acompañamiento tendríamos que tener a los Beatles y a los Rolling
Stones… ¿te imaginás lo que sería?”. A ese punto de alienación había llegado,
por increíble que parezca.
En los setenta, el abuso perpetrado por la RCA y el Coronel Parker a su gallina de los huevos de oro, se había incrementado todavía más, si es que eso era posible, estaban sacando por lo menos un disco de estudio y otro en vivo por año. Todos con tapas horripilantes (lo que habla de lo poco que se involucraba Elvis, al menos en ese apartado) y otros con material sacado del fondo del interminable arcón de grabaciones. A medida que pasaban los años era cada vez más difícil arrastrarlo al estudio y a veces, cuando lo lograban, las sesiones no llegaban a nada.
Elvis Recorded Live on Stage in Memphis fué uno de esos tantos discos en vivo, con algunas particularidades. Fue grabado en Marzo del ’74 en un auditorio de Memphis, fue el quinto disco en vivo en menos de cinco años. Pero este valía la pena, a diferencia de otros con más o menos las mismas características. Acá claramente está gozando de estar arriba de un escenario, algo que se daba con poca frecuencia y, cuando se encendía la llama, no había quien le quitara el trono. Se permite hacer chistes entre los temas (malísimos) y hasta se la juega con un poco de góspel en el conmovedor “How Great Thou Are”, “Help Me” y “Why Me Lord”. Según la leyenda estaba muy afectado por el fracaso de su matrimonio y esta era la manera que encontraba para exorcizar sus demonios. Se nota, y mucho.
Los rockanrolles clásicos, que no podían faltar, están tocados a toda velocidad, desquiciadamente, pero la banda era tan buena que en ningún momento descarrilan, algo que parece que va a pasar en cualquier momento. Ahí están “I Got a Woman” de Ray Charles y “See See Rider”. A modo de guinda está la acojonante interpretación de “An American Trilogy”, original del gran Mickey Newbury. Otro capítulo de la tragicomedia de la recta final de la vida de Elvis Presley. Uno que no podés dejar de leer.
Escuchar el disco en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Elvis Presley - As Recorded Live o the Madison Square Garden
Elvis Presley - Today
Elvis Presley - Aloha from Hawaii Via Satellite
No hay comentarios:
Publicar un comentario