viernes, 5 de noviembre de 2010

Julian Cope - Peggy Suicide


Las personas que quedan en la historia suelen ser los locos, los apasionados y los románticos. Julian Cope es todo eso… y mucho más. Arqueólogo, druida, historiador, periodista, genio precoz, amante y diseminador del rock más revulsivo. ¡Ah! Y también hace discos. Unos discos geniales, distintos, de esos que nos ponen a prueba, que nos descolocan y nos hacen pensar. Cope mantiene la llama viva y hay que sacarse el sombrero.

A los veinte años ya era famoso con los Teardrop Explodes, la banda que formó en Liverpool y con la que llegó a aparecer nueve veces en Top of the Pops en menos de tres años. La banda fue una especie de estrella fugaz, que pasó en un abrir y cerrar de ojos, dejando dos discos históricos hoy en día muy apreciados; Kilimanjaro y Wilder.

Carrera solista, principios de los ochenta, World Shut Your Mouth, el “golden boy” y niño mimado de la prensa inglesa empieza a dar a entender que no estaba dispuesto a “dar a la gente lo que la gente quiere”. A pocos meses de la aparición de su primer disco solista, aparece Fried con la portada que rebalsó el vaso. En la tapa aparecía acostado en una montaña, desnudo, desgreñado y con la mirada perdida, solo cubierto por… ¡Un caparazón de tortuga! Pocos se dedicaron a escuchar el disco, un álbum que nadie se atrevería a discutir hoy, más bien se concentraron en destacar las prodigiosas cantidades de ácido que consumía nuestro héroe en aquellos días. ¿Un nuevo Syd Barrett? No.

Se reinventó, luego de un par de años con su disco más exitoso; Saint Julian. Sin lugar a dudas su coqueteo con el mainstream más decidido. Otra vez, Top of the Pops, Estados Unidos, nuevos fans, adulación y pronto aburrimiento. Después de My Nation Underground (¿El único paso en falso?), Cope empieza una nueva etapa: crudeza total, primera toma, espontaneidad, nuevos estudios, nuevos intereses y esos dos discos semi-oficiales que fueron Skellington y Droolian (las regalías de este último fueron para ayudar a excarcelar a Roky Erickson).

A principios de los 90's tuvo una especie de visión inspiradora, un sueño vívido que involucraba al planeta tierra, la ecología y los bichos esos con la cabeza gigante que aparecen en el sobre interno del disco que hoy nos ocupa. Nada menos que Peggy Suicide, un disco doble conceptual que fue un regreso triunfal para Cope. Su voz suena como nunca y la música… bueno, la música es increíble. Todas sus influencias están licuadas perfectamente, está el kraut-rock que tanto adora, Iggy, el post-rock y un largo etcétera. Todo adaptado al sonido de Cope, totalmente franco, individual. En Peggy... hay de todo y para todos, hay canciones como "East Easy Rider" o "Drive, She Said" y momentos experimentales de alto vuelo como "Western Front 1992 CE". Después de Peggy Suicide, Julian no bajó los brazos, todo lo contrario, se volvió aún más personal, con discos como Jehovahkill o 20 Mothers y hoy en día sigue, sorprendentemente, sacando discos cien por ciento idiosincráticos, aventureros e indispensables como Citizen Cain'd o el más reciente You Gotta Problema with Me. Si a eso le sumamos la muy noble tarea que lleva a cabo a través de su página oficial en Internet (Head Heritage), rescatando discos olvidados y mostrando su amor por la música en general, no tenemos nada que temer; la llama seguirá ardiendo mientras existan personas como Julian Cope.








Escuchar online en YouTube o en Spotify.








Chequear también:

Julian Cope - Floored Genius: The Best of Julian Cope and the Teardrop Explodes 1979-1991
Julian Cope - Autogeddon
Julian Cope - Black Sheep



2 comentarios:

CRIS MIRO dijo...

dos palabras: TRE MENDO

Anónimo dijo...

Mortal!

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