Si no te
conquistaron con el primer gesto esto no es para vos. El primer tema de
Childhood’s End es nada menos que “Bracelets of Fingers”, la oda masturbatoria
de S.F. Sorrow, el disco conceptual de los Pretty Fingers,
supuestamente la primer ópera rock, antes de Tommy. El sonido envuelve, la
producción es moderna, contrastando de manera hábil, llamativa e inteligente
con el repertorio. ¿De qué va todo esto? Muy simple; la banda noruega de metal
atmósferico Ulver decide hacer un disco de versiones, con una vuelta de tuerca,
en vez de versionar lo que escuchaban cuando eran chicos, de homenajear a sus
influencias, la ruta más frecuente en este tipo de trabajos, agarran un puñado
de temas raros de la segunda mitad de los sesenta. Unos “nuggets negros” se
podría decir, la cara oscura de la psicodelia y el verano del amor.
Hablar de qué es conocido y qué no lo es tanto, hoy en día, es meterse en camisa de once varas, porque mientras hay gente como los Ulver también están los que no tienen la menor idea de que una vez existió una banda llamada The Rolling Stones. Esta gente estudió e hizo los deberes, al lado de bandas que podrían llamarse míticas como The Byrds o Jefferson Airplane, están los Beau Brummels o The Music Emporium, quienes sacaron un disco homónimo muy bueno en el ’69 y desaparecieron para siempre de la faz de la tierra. Igual cuando agarran un grupo conocido la elección nunca es obvia, en el caso de los Byrds es un “tapado” de Crosby, de Younger Than Yesterday, “Everybody’s Been Burned”, un tema oscuro y retorcido que les calza como anillo al dedo. Otro ejemplo es “Street Song” de los 13th Floor Elevators, original del tercer disco de estudio, el menos celebrado Bull of the Woods, en el que Roky Erickson casi no aparece. La versión es extraordinaria, con una patrón de batería guerrero a más no poder, que hace que la banda avance y flote en el aire. Algunos temas funcionan increíblemente bien con el tratamiento de los Ulver y el sonido moderno, como el cover de “Can You Travel In the Dark Alone” de Gandalf, con una parte instrumental larga y psicodélica que queda diez puntos, o la excelente versión a puro riff de “In the Past”, original de We The People.
La función que siempre tuvieron los grandes discos de covers es hacerte ir corriendo a buscar las originales, una función educativa si se quiere, lo tuvo Acid Eaters en su momento, Pin Ups de Bowie, pasaba con los temas que versionaba Rod Stewart en sus primeros cuatro discos de estudio, te abrían una puerta a un mundo nuevo. Puede pasar también con este disco de Ulver. ¿Por qué no?
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