sábado, 5 de marzo de 2011

Pete Brown & his Battered Ornaments - A Meal You Can Shake Hands with in the Dark


¡Como cambiaron los tiempos! Habría que pensarlo ahora. ¿Qué pasaría si hoy alguien se acerca a un sello discógrafico con un disco como A Meal You Can Shake Hands with in the Dark? Por empezar habría que ver si alguien se acercaría en primer lugar a una discográfica y segundo si esa discográfica existiría. Y en el hipotético caso de que eso suceda, lo más probable sería una palmadita en el hombro o alguna que otra reacción más violenta.

Pero aquellos días de fines de la década del sesenta eran diferentes, recién aparecía un sello subsidiario del gigante EMI, ideado para dar lugar a propuestas más arriesgadas, nada menos que el magnífico sello Harvest, que albergó a gigantes como Pink Floyd o Deep Purple pero también a héroes de culto como Barclay James Harvest, Babe Ruth o Gryphon.


Pete Brown
era un poeta y músico aficionado por aquel entonces. Ya había trabajado con Cream, escribiendo varias letras de temas que hoy son clásicos, cualquier que haya prestado atención a los créditos de Disraeli Gears o Wheels of Fire seguramente vió su nombre en un buen puñado de composiciones. El tipo tenía habilidad con las palabras, podía ser crítico, cínico, corrosivo y cómico y muchas veces en la misma estrofa. Títulos, grandes títulos, algunos memorables: este disco por ejemplo podría traducirse como “Una cena a la que se le puede dar un apretón de manos en la oscuridad” o “Las cosas pueden ir y venir pero el baile de la escuela de arte estará por siempre”. ¿Otro? “La mañana lucía bastante bien en teoría” o “Camina hacia la caridad, corre hacia el dinero”. ¿La música? Rock progresivo mala onda, retorcido, freak, hasta diabólico por momentos. La banda, los Battered Ornaments, que por esos años contaban con el gran Chris Spedding en la guitarra, es competente y puede lidiar con el jazz, el hard rock y las zapadas deformes sin que les mueva un pelo.

A Meal…
empieza con "Dark Lady", un riff sincopado y maligno, unos Black Sabbath con ganas de pasar por el conservatorio y apenas empieza a sonar uno agradece a Harvest o a quienquiera que haya dicho “está bien, vamos a sacar y apoyar este disco”. "The Old Man" sigue en la misma tónica pero en "Station Song" el tempo baja y las malas vibras aumentan. Suena parecido a algunos temas de Cream como "We're Going Wrong" pero con una atmósfera enrarecida, más lúgubre. "The Politician" empieza con un recitado muy histriónico de Brown y va a parar a una extensa zapada en donde los músicos muestran lo que son capaces de hacer; un jazz rock desquiciado, a toda velocidad en donde se luce especialmente el saxo de Dick Henstall-Smith.
En la cara B la tónica se mantiene; eclecticismo total, buenas interpretaciones, letras surrealistas ("Sandcastle"... ¡gran tema!) y para terminar otro tema largo, épico "Travelling Blues".

Los Battered Ornaments tuvieron su cuarto de hora cuando fueron invitados a participar del recordado concierto al aire libre en el Hyde Park, cuando Jagger recitó a Wilde en honor al recientemente fallecido Brian Jones, pero para ese momento Brown ya se había alejado para armar su siguiente banda, Piblokto! con quienes grabaría aún más música imperecedera. Ese capítulo lo dejamos para la próxima…







Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Captain Beefheart and His Magic Band - Safe As Milk

Pete Brown and Piblokto! - Things May Come and Things May Go but the Art School Dance Goes On for Ever
Galliard - Strange Pleasure



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...