lunes, 30 de agosto de 2010
Ween - The Pod
Desde el principio, ya desde el primer disco no han hecho otra cosa que reírse absolutamente de todo. El dúo conformado por Aaron Freeman, (Gene Ween) y Mickey Melchiondo, (Dean Ween) o simplemente Gener y Deaner se formó en New Hope, Pennsylvania, a mediados de los ochenta. Si solo se tratase de eso, de burlarse, Ween no sería lo que es, porque además de filosos observadores de las costumbres estúpidas de una sociedad decadente, son expertos musicales, manejan varios recursos y tienen un conocimiento enciclopédico de lo hecho hasta el momento en materia de rock, pop y derivados. The Pod, el segundo disco de estudio es un mastodonte de casi dos horas, pero aquellos que logran sortearlo, llegarán a la meta con unas cuantas recompensas.
"Strapon That Jammy Pac" es una de esas introducciones con redobles marciales de batería, el “problema” es que se extiende por tres minutos, poniendo a prueba la paciencia del oyente intolerante. En "Doctor Rock" muestran el dominio del lenguaje del que siempre hicieron gala, es una de esas canciones de radio AM de los 70's. Pero deformado, destruido hasta quedar casi irreconocible.
El vínculo con los Enfermos Originales Zappa y Beefheart es muy evidente en "Frank" donde una voz de ultratumba, en un fondo de guitarras sucias, acompañado por una máquina de ritmos, pide urgente “huevos enrollados en cerdo y queso”. Con todo, no dejan de demostrar gran capacidad musical, el solo de guitarra del final necesita habilidad para ser ejecutado (y mejor ni hablemos de la que se necesita para repetirlo). La burla/homenaje -porque en Ween es siempre una delgada línea divisoria- a la música country aparece en The Pod en "Sorry Charlie", con la voz de Dean a través de un megáfono. Hay gritos, disonancias y solos estúpidos para tirar para arriba.
Las cosas se ponen enfermas en "The Stallion, Pt. 1", con la recurrente obsesión por el sexo perverso del dúo aflorando por primera vez, con sus insultos a la orden del día. Hasta qué punto esto es otro de los chistes de Ween no queda del todo claro, pero precisamente ese límite difuso es el que los diferencia de los miles de parodiadores y burlones profesionales de la música popular. "Pollo Asado" es otra genialidad: el protagonista frente a un empleado de un local de burritos recitando su pedido con lujo de detalles en un fondo de música easy listening. Brillante en su idiotez.
"Can U Taste the Waste?" es un riff metálico lento y repetitivo, dura menos de dos minutos y lo único que dice la letra es el título: ¿Podés saborear los desperdicios? Toda una declaración de principios.
¿Otro punto alto? "She Fucks Me" casi al final del disco, una balada somnolienta cantada por voces de zombies retardados. Es la típica letra adolescente de chico-conoce-chica con la pequeña salvedad de la frase que adorna el título.
Ween suele ser algo así como ir al cine a ver una película de terror. Uno sabe a lo que se expone. Sabe que hay momentos de alivio, de suspenso, de miedo e incluso repulsión. En Ween todo ese sube y baja de sensaciones suele incluso aparecer en la misma canción pero… ¿Quién puede negar lo divertido que puede llegar a ser un poco de masoquismo auditivo?
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Ween - Chocolate and Cheese
Ween - The Mollusk
Ween - White Pepper
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1 comentario:
La portada también parodia a una compilación de Leonard Cohen. Y vaya a saber de dónde sacó la idea el bueno de Leonard (?)
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