miércoles, 16 de diciembre de 2009

Ramases - Space Hymns


Como puntos de referencia se pueden nombrar a Dr. Strangely Strange, algún que otro eco de Tír na nÓg o Comus y su aterrador primer trabajo First Utterance. En realidad Ramases no se parece a nada, a pesar de que no se trata de música completamente innovadora, lo que oímos es original, único.

La leyenda relata que Martin Raphael, también conocido como Barrington Frost, llevaba una vida apacible, con un trabajo estable, hasta el día en que se encontró con el espíritu del faraón egipcio Ramses, que le explicó el significado de la vida, junto con otras preguntas trascendentales. ¿Qué mejor modo de predicar el nuevo credo que formar una banda de rock y contar sus verdades al mundo?

De la mano de su esposa, se aseguró un contrato discográfico nada menos que con Vertigo y junto a los músicos de 10cc registró Space Hymns a principios de la década del setenta. ¿La música? Trasciende la leyenda. Se trata de mantras psicodélicos repetitivos, arreglos de percusión raros, voces fantasmagóricas y letras de contenido espiritual, de ver la luz y desperdigar la palabra. A pesar de que todo esto suena a cháchara de hippie alucinado, Space Hymns funciona, y en serio.

"Life Child" empieza con una base constante de guitarras acústicas a las que se van sumando el resto de los instrumentos tradicionales. Ahí está la voz de Ramases (que a esta altura había adoptado el seudónimo) casi al fondo en la mezcla, tenemos un solo de guitarra desquiciado, después aparecen los sintetizadores muy a tono con la época y vamos a parar a una improvisación instrumental antes de terminar aterrizando suavemente. Hay para todos los gustos; space-rock, kraut-rock, rock progresivo-sinfónico, sin definirse por ninguno de los géneros y esa es la clave en Space Hymns, nunca se termina de entender qué es en realidad, pero como todo el conjunto está tan bien armado, cierra por todos lados. "You're the Only One Joe" es otro ejemplo de la extraña fascinación que provoca Ramases en sus mejores momentos. Lo único que dice la letra a lo largo de la duración completa de la canción es el título. Pero esta dicho de tal manera que no deja de ser inquietante, molesto, macabro. Por supuesto; la música refuerza el conjunto.

El disco termina con una de esas típicas conversaciones de estudio de grabación, sólo que en vez de discutir si la toma salió bien o algo de ese estilo, se escucha la voz del líder discutiendo las posibilidades del espacio exterior, qué pasaría si nos achicáramos hasta desaparecer y demás delirios astronómicos. Al cabo de unos años Ramases grabó otro trabajo de estudio, pero el efecto esta vez era algo menor, aunque para nada desdeñable. Nunca más se supo nada de él hasta mediados de los 90's cuando se suicidó en su casa, en Londres.

Como curiosidad, para quienes estén dispuestos a desembolsar una pequeña fortuna (y tengan tiempo y paciencia en la búsqueda) por un ejemplar en formato LP, la tapa es de Roger Dean, y al desplegarlo se ve que el -hasta entonces- cohete espacial de la tapa es en realidad una de las torres de una iglesia que empieza a levantar vuelo. Otro pista para resolver el acertijo de Ramases.







Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Ramases - Glass Top Coffin
Dr. Strangely Strange - Heavy Petting
Steeleye Span - Please to See the King



2 comentarios:

ultravivido dijo...

Discazo! Como bien decis, enigmatico y siempre sorprendente. Te tiene pegado al parlante a ver que va a pasar a continuación. Cuánta buena música se grabó en esos primeros años de los 70´s.

Esther Goris dijo...

Che Beefheart, parece que tenes un obsecuente.

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