viernes, 16 de agosto de 2024

Black Sabbath - Anno Domini 1989–1995


¡Al fin se pueden conseguir estos cuatro! ¿Notaron que a los discos de los Beatles jamás los vas a ver en las bateas de ofertas? Uno, que ya tiene unos cuantos años en esta hermosa actividad que es revolver disquerías, nota ciertos cambios en las tendencias. Por ejemplo algunos discos de rock progresivo (Yes, Jethro Tull) en un momento los encontrabas por todos lados. Obedece a que en un momento fueron muy populares, todo el mundo los tenía y medio mundo se los sacó de encima, en aquellos días en que el CD “reemplazó” al LP. Volviendo al CD, los Beatles siempre ahí, en lo más caro que puede llegar a estar el formato. Con Black Sabbath pasa exactamente lo mismo. Y eso que en su momento de gloria nunca fueron del todo populares, al menos en Argentina. Fueron revalorizados más adelante y muy merecidamente.

Para muchos los de Birmingham son sinónimo de Ozzy. Esos años fueron mágicos, indiscutible. Pero si uno se pone a hilar fino, y sin temor a la blasfemia, Black Sabbath ES Tony Iommi. Con Dio graban tres discos fundamentales; Heaven and Hell, The Mob Rules y Dehumanizer, en los noventa, cronológicamente en medio de estos cuatro.

¿Y la etapa con Tony Martin? De esa no se acuerda nadie. Sólo los fanáticos… de Iommi. En aquel entonces habían firmado con el sello I.R.S. de Miles Copeland (el hermano del baterista de The Police) que tenía en su seno a bandas como R.E.M, Oingo Boingo o Wall of Voodoo. Qué hacía Black Sabbath ahí es algo que nunca se terminó de entender y un poco por eso también esta etapa está medio “borrada” de la historia. Esta cajita viene a enmendar ese error, que no es mas que un tema de percepción, de suerte y de contexto histórico.

Para que el asunto quede claro, Forbidden, que siempre fue el canto de cisne hasta este que salió en el 2013 con Rick Rubin, ha sido considerado uno de los más flojos de Sabbath, incluso ridiculizado en algún que otro artículo, libro o conversación. Contexto, otra vez. Escucharlo hoy es una grata sorpresa, con temazos como “Smoking Off the Chains” o “Get a Grip”, del que se hizo un video muy creativo. Los otros tres discos son Headless Cross, TYR y Cross Purposes, este último el único en que no está Cozy Powell en la batería y tienen un nivel sorprendente. Powell y Iommi habían tomado las riendas y hacían las cosas con el nivel habitual, incluso se podría decir que musicalmente hay una evolución con respecto a la década del setenta, pero mejor no entremos en terreno pantanoso. El gran Geezer Butler toca el bajo solamente en Cross Purposes. Y vale decir que Tony Martin es un cantante excepcional, muy bien dotado técnicamente, con un caudal de voz enorme.

Claro, a fines de los ochenta los muchachos de Black Sabbath eran vistos como dinosaurios, cosa del pasado. No estaban “de moda” y los lanzamientos discográficos pasaban sin pena ni gloria, mientras la prensa se encargaba de ir en pos de los próximos veinteañeros carilindos. Hoy en día, que esas cuestiones no le importan a nadie, estos cuatro discos suenan mejor que nunca.







Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Black Sabbath - Live Evil
Black Sabbath featuring Tony Iommi - Seventh Star
Heaven & Hell - The Devil You Know




No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...