Acá hay una muestra de hasta qué punto cambió el mundo. Alguien le lleva esto a la gente del sello discográfico, lo escuchan, caras de sorpresa, suspenso y final aprobación. Sí, lo vamos a sacar y lo vamos a distribuir en el país. No creo que hayan editado muchos ejemplares de este artefacto pero ese es otro tema. El disco salió y en un momento te lo podías comprar en una disquería.
Únicos. Hay gente que le otorga un valor excepcional a esta característica. El tema de la originalidad. Hoy en día se perdió eso, no quiero decir que esté bien o mal, pero algo -o alguien- dictamina que, en cierta música moderna, las baterías tienen que sonar de tal manera, las voces se graban de otra, con cierto efecto o filtro, con este tono, con la misma intención y, si es posible, el mismo timbre de voz. Una uniformización que hasta es llamativa. ¿Tendrá que ver con algún cambio generacional? Como sea, Comus es todo lo contrario, acá no hay nada que se parezca a… ¡nada! Sí se los puede meter dentro de la bolsa del folk inglés de fines de los sesenta y principios de la década siguiente, aunque tampoco estarían del todo cómodos ahí. Con grupos como Fairport Convention, Pentangle o Incredible String Band entre los más famosos. Fresh Maggots, Trees o Dr. Strangely Strange por nombrar algunos más ignotos, en un nivel parecido a Comus en cuanto a fama y reconocimiento.
La película The Wicker Man puede ser una buena comparación con First Utterance, el LP debut. Hay una atmósfera de calma turbia a lo largo de toda la obra, parecen gente común y corriente pero es evidente que no lo son. La sordidez se deja ver en cada uno de los detalles. Paganismo, politeísmo y rituales non-sanctos son moneda corriente en la vida de los personajes que aparecen.
Por ejemplo en “Drip Drip” se describe un asesinato a lo bestia con un nivel de detalles que uno desearía no haber conocido nunca. “The Bite” habla de la sed de venganza, de castigar a quienes han cometido un agravio o en “Song to Comus” y su sátiro diabólico con no pocas connotaciones pedófilas. Liviano el asunto. Y la música acompaña, en más de un sentido. No vas a escuchar una sola guitarra distorsionada en ningún tema, la pesadez, el heavy metal si se quiere, acá se logra de otra manera y eso lo hace doblemente valioso. Son texturas acústicas de instrumentos de cuerdas, laúdes, violines, guitarras de todo tipo se entrecruzan y pelean, jugando y desafiando armonías rarísimas y voces fantasmagóricas que parecen salir del mismo infierno.
No vas a escuchar First Utterance todos los días, a menos
que quieras terminar en un manicomio, de hecho tenés que buscar un momento para
ponerte a escuchar esto y tiene que ser muy especial. Si lo lográs, ajustate fuerte
los cinturones, el viaje va a ser fuerte. No apto para cardíacos.
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Chequear también:
Comus - To Keep from Crying
Comus - Out of the Coma
Comus - Live In Japan
2 comentarios:
Mi vida nunca mas volvera a ser la misma despues de escuchar este disco, se me pego como una oscura sombra, es verdad aca el heavy pasa por otro lado y las voces, mamaderaaaaa lo que canta ahi no esta en el mismo plano de nosotros, no creo que sea humano, gracias por tanto Pochito.
Un beso.
El peblo.-
Me gustó eso de que no está en el mismo plano que nosotros. Es muy probable que así sea.
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