Hay una palabra que hoy se escucha mucho, su significado e implicancias han cambiado de manera drástica en los últimos diez o veinte años. Agenda. Hoy se trata de cuatro o cinco cuestiones que andan dando vueltas en los medios, por decantación, insistencia o taladramiento cerebral terminan ocupando todo. Las conversaciones, las noticias y hasta lo que nos llevamos a la hora de poner la cabeza en la almohada. Deportes, siempre, mucho deporte, siempre como espectador, rencillas y chismes de ricos y famosos (sin importar los méritos) alguna guerra o desastre ecológico en el lugar más lejano posible y por último la política. No se puede escapar, doblás la esquina y ahí está, acechando, persiguiendo, acosando, obligándote a tomar partido por dos bandos en teoría opuestos. El amor, la poesía, el esfuerzo, la filosafía, el mirar hacia adentro y ayudar al otro (sin Facebook) pasan de largo, de eso no habla nadie. Del rock no habla nadie. El rock está muerto. Que no vende seguro, lo sepultaron, lo dejaron de lado y quedó ahí en su eterno rincón, tirando piñas defensivas. ¿Pero la toalla? Jamás.
Acá tenés un ejemplo y es Sótano. Banda formada en Salto y capitaneada por Federico Morán. Ya llevan años en esto, haciendo un enorme corte de manga al anonimato al que somete la Pampa Húmeda a sus habitantes. Ya llevan cinco discos de estudio y tienen otro compuesto, esperando para ser registrado, para la posteridad, para siempre. ¿No es esa la verdadera medida del éxito? Los que manejan y los que se hacen eco de la agenda te van a decir "El rock está muerto" sin embargo...
México fué grabado en medio de una gira por el país que dá título a la placa, en dos sesiones marátonicas que se hicieron en el D.F. Horas y horas de laburo, un poco a las apuradas pero el resultado es un golazo de media cancha. La impronta de Sótana está intacta, esa cosa tanguera del tipo que sufre, ama, llora y disfruta de la vida. Y deja su testimonio, como fiel cronista de su época. La vuelta de tuerca está vez viene por dos apartados clave. Un sonido avasallante, enorme, la grabación es de una calidad sorprendente y salta a la vista de inmediato. Impecable producción y arreglos para diez canciones nuevas, que dan un saltito en cuanto a amplitud de criterios y variedad musical.
El otro apartado es que ahora hay composiciones de otros miembros de la banda, tarea que ejecutó siempre Federico Morán y definió el concepto estético y la búsqueda de Sótano. Esa apertura se nota, ayuda y dicho concepto no pierde un ápice de su fuerza, claridad e intención.
¿Intención? Aportarle a este mundo aunque sea un poco de belleza, duda, amargura y trascendencia. Vida, en pocas palabra. Y rock and roll, por supuesto.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Sótano - Bares
Sótano - Vol. II
Sótano - ídem [3er. LP - 2016]
No hay comentarios:
Publicar un comentario