martes, 17 de septiembre de 2024

Fortunate Sons - Karezza


La primera vez que escuché esto me gustó de inmediato. Tiene muchas de las cosas que me gustan; guitarras Rickenbacker de doce cuerdas (con sus correspondientes arpegios), armonías vocales beatlescas, estribillos gancheros y cierta energía deudora del punk, que había sacudido la escena musical hacía unos diez años.
Ciertos amantes de la música, a la hora de aceptar o incorporar algo que no conocen, ponen requisitos. Tiene que ser original, novedoso, tiene que llevar más allá la frontera de lo hecho hasta el momento. Mi favorito es “me tiene que emocionar”. Eso sí que es exigente. 
No digo que esté mal, solo lamento que con ese criterio te tenés que limitar a J.S. Bach, Spinetta, Brian Wilson y diez o quince más. 

En mí caso hay un par de variables que pueden despertar el interés. Ser divertido, que esté tocado con evidente oficio, que haya una complejidad inalcanzable y también que la sencillez musical bordee el ridículo. Puede haber combinaciones de estos factores. Si suena bien o hay instrumentos no habituales… así podríamos seguir un buen rato.

Además creo que si las canciones ostentan la nobleza que tienen las de Fortunate Sons, las barreras desaparecen al instante. Acá no hay ningún tipo de pretensión artística, saben de movida que no van a cambiar el mundo, pero van a hacer lo imposible para que esos tres minutos te los lleves a la tumba. Hicieron dos discos en lo poco que duraron en actividad y no le deben haber vendido una copia ni a los parientes. O sea, trascendencia CERO. Me la juego y opino que no tienen nada que envidiarle a Tom Petty, Mellencamp, Long Ryders o cualquier grupo heredero de los enormes The Byrds, que en aquellos años gozaban de un merecido revival. La banda está formada por miembros de Barracudas y el cantante acá es Chris Wilson, quien se calzó las botas del gran Roy Loney, nada menos que en los Flamin’ Groovies. Y exactamente por ahí viene la mano en Karezza.

¿Se acuerdan del sello Bam-Caruso? Reunía a un montón de bandas de escasa repercusión y altísima calidad. Quizás algunos eran demasiado respetuosos del pasado. Pero de ahí salieron grupos increíbles como Plasticland, varios de Paul Roland o los extraordinarios The Steppes. Además de reeditar material de Left Banke, The Walker Brothers o los héroes de culto eternos, los Pretty Things. Una verdadera tarea de rescate, en un momento en el que esto era subterráneo en todo sentido. Hace falta mucho amor para llevar a cabo semejante empresa. Eso es lo que destilan todas y cada una de las canciones de Karezza, el segundo de Fortunate Sons.






Escuchar online en YouTube o en Spotify.






Chequear también:

Fortunate Sons - Rising
The Stems - At First Sight (Violets Are Blue)
Varios - The Rubble Collection, Vol. 8





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