Ese
estribillo podría repetirse por siempre. Es uno
de los grandes temas de la década del noventa en particular y de la historia
del rock -o la música popular- en general. “Golden Blunders”, segundo tema del
segundo disco de estudio de los Posies, de entrada tiene un guiño beatle en
su título, de hecho lo terminó grabando Ringo en su disco Time Takes Time, que
sale en el ’92, dos años después que Dear 23 y con los dos compositores de los Posies
dándole una mano al baterista. Claro, cuando termina todos aplauden,
saben que tienen entre manos un tema grande y es un festejo espontáneo,
hermoso. Encima después viene “Apology”. Es un golpe abajo del cinturón emocional.
Otro temazo enorme, una valiosa relectura moderna de la melancolía made in Big Star.
Un poco de contexto no vendría mal en este caso. Los Posies no eran de Seattle pero aparecen en el mismo momento, compartiendo escenarios, con Mudhoney, Nirvana, los Screaming Trees... bandas que definieron un sonido, una estética y hasta una década, se podría decir. El mundo entero miraba lo que hacía esta gente. Los Posies, a diferencia de sus compañeros generacionales, tenían el instinto parricida más atenuado. Profesaron abiertamente el amor por bandas ultra melódicas de la década del sesenta y eso se nota, de inmediato. Hay guitarras a todo volumen, en eso sí que están emparentados con sus congéneres, pero en “Any Other Way” suenan muy cerca de los Hollies. ¿Qué otro grupo de lo que se llamó grunge podría haberse aproximado a la banda de Clark, Nash y Hicks? El tema que le sigue, guitarra y voz, bien pelado, despojado al máximo, se llama “You Avoid Parties” y bien podría haber estado en cualquiera de los tres primeros de los Bee Gees. Igualmente esto no es robo a mano armada, es un filtrado de influencias sincero y respetuoso, pero también original, hay un aporte que sólo pudo haber pasado en esa época. La letra es un manifiesto, una declaración de principios, es muy probable que por eso mismo lo hayan grabado así, voz y guitarra, al mejor estilo trovador, además ayuda al disco en sí, aporta variedad estilística.
Las guitarras limpias con que empieza “Suddenly Mary”… ¡qué belleza! Y cuando entra el pre-estribillo te das cuenta que los tipos sabían escribir canciones, sabían los trucos de compositor. Cuando ese estribillo al fin aparece, te desarma, conmueve. Puntos a favor para Arthur “Rick” Roberts, el bajista, con esos dibujos melódicos que aportan y mucho. Cualquiera que conozca a los Posies sabe que los temas los hacían los dos cantantes y guitarristas, la dupla Ken Stringfellow / Jon Auer, que son los que todavía hoy se juntan dos por tres y hasta sacan algún disco o canción nueva.
Toda banda tiene un disco definitivo, los Posies tienen varios discos muy buenos y diferentes entre sí, Amazing Disgrace, el excelente Frosting On the Beater o en el vivo en Barcelona Alive Before the Iceberg, pero a la hora de los bifes, Dear 23 es el que los captura en el momento clave. Una gran banda haciendo un disco brillante.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
The Posies - Blood/Candy
Ken Stringfellow - Touched
Big Star - In Space
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