viernes, 25 de abril de 2025
Primal Scream - More Light
En un momento se habían puesto medio aburridos. Hacían un disco rockero y el siguiente bailable. Predecibles. A su favor se puede decir que nunca fueron a parar al bochorno, ni siquiera con Give Out But Don't Give Up, con el que algunos se les cagaron de risa, llegaron a hacer algo de que avergonzarse con los años. Sí, está bien, tenía rellenos, estaban drogadísimos y el golpe de timón, ese retro rock demasiado reverente, cayo mal después de Screamadelica, el disco por el que serán recordados siempre. Para mi gusto un pelín sobrevalorado, pero la prensa inglesa es (era?) así; un día sos el genio que conquistará el mundo y al otro día el payaso de la corte.
El asunto, como suele suceder, está en algún lugar medio borroso del medio. Y Bobby GIllespie es el bocón más insoportable que uno podría imaginar, superando incluso a Ian McCulloch (que de grande se calmó) o al cejijunto vocalista de Oasis. En realidad siempre hicieron lo que se les cantó.
Y tienen cosas revolucionarias, Vanishing Point es un punto altísimo, agarró toda la música moderna y aplicó una mezcolanza que antes no existía. Y XTRMNTR todavía hoy sigue sonando futurista, con ese rock pistero al máximo, violento y esa inmensidad de capas de guitarras ensordecedoras. O el disco de remixes dub, Echo Dek, para fumar y abandonar el cuerpo por un rato, viajar sin moverse. Incluso Evil Heat, que muchos recuerdan por la versión de "Some Velvet Morning" (con esa la re pegaron y sonaron hasta en los lugares de música fea) va al frente como una topadora. Ese es el gran disco que nadie recuerda de Primal Scream.
A More Light lo podemos agregar a la lista, ya pasaron varios años desde que salió y soportó estoicamente. Tuvo buena recepción en su momento, Gillespie creía que había re inventado la rueda y en las entrevistas se comparaba con Faust, CAN y todos esos nombres que siempre tiró para que todos sepan que su colección está buena, que hizo los deberes. Algo de eso hay acá. Yo no me atrevería a decir que un tema como "River of Pain" es algo inédito, pero sí hay una fusión interesante y aventurera. Y Bobby suena como aparece en la tapa, un diablito malo, hasta ahí nomás en realidad, que conoce la oscuridad y con el tiempo aprendió a jugar con ella. Y no convertirla en bandera, cosa que a muchos los ha dejado en un lugar incómodo, una adultez ridícula. En los casi ocho minutos que dura pasa de todo, suena a Neu!, John Barry, Public Image, heavy metal y sordidez de fiesta pastillera. O sea; cien por ciento Primal Scream. Los temas suenan novedadosos y Gillespie incluso zafa haciendo rap, se ve que hay conocimiento de causa ahí, también.
More Light es larguísimo, sobre todo para estándares post-Internet, no lo vas a poder dejar de fondo porque, incluso cuando parece que la marea baja y podés reposar los nervios, hay algún detalle sónico que te hace querer saber cómo sigue la película. Nadie le dió mucha pelota porque todavía estamos todos escuchando los clásicos inapelables. Si querés ponerte a prueba un rato -y a la pasada recordar que el rock todavía vive- no es mala idea armarte de dos horitas. No te vas a aburrir.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
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