martes, 29 de julio de 2025

Bill Callahan - YTI⅃AƎЯ


Un poco de estadística nunca viene mal. Formó Smog cuando tenía veintiún años, el primer disco (Cow, salió solo en cassette) sale en el '89 y el último, A River Ain't Too Much to Love aparece en el 2005. En esos tres lustros -aprox.- grabó unos quince álbumes de estudio, a un promedio de uno por año. Varios de ellos considerados hoy clásicos, en una era en que los clásicos son una suerte de secreto a voces, como todos sabemos. Red Apple Falls, Knock Knock o Supper fueron aclamados por la crítica y hay gente que los tiene en altísima estima. 
Siempre fué un solista escondido detrás de un nombre de banda, así que cuando decide poner su nombre en la tapa, sin cambiar gran cosa su impronta musical, el consenso (si es que se puede hablar de algo así) fué mayor todavía. Discos como Sometimes I Wish We Were an Eagle o Dream River fueron muy bien recibidos, por no decir que los taparon de elogios. ¿Merecidamente?

En gran parte sí. Lo de Bill Callahan es un ejemplo de minimalismo bien entendido. Y a nivel originalidad, que es algo que muchos aprecian (por no decir que sobrevaloran) tiene una buena cantidad de puntos a favor. Escuchás una canción suya y te das cuenta al instante. Sobre todo por la voz, la marca registrada. Gravísima. Pocos cantantes se han atrevido a usar un registro tan grave, ni siquiera Leonard Cohen, con quien se lo compara muy seguido, ha descendido a la caverna que suele ser el lugar en que se lo encuentra más seguido. 

Puede ser que para muchos suene monótono y tiene sentido, el hallazgo acá es comprobar cómo se las arregla para hacer que esa supuesta falencia se convierta en virtud. No vas a tener sacudones o vaivenes escuchando uno de sus discos. Sí puede pasar que escuches algo que te saque del sitio de confort, como sucede en "Partition", cuarto tema de YTI⅃AƎЯ (Realidad al revés vendría a ser) su octavo trabajo como solista y decimonoveno si contamos los de Smog. Acá hay una base rara, chueca, insistidora, podría ser una suerte de motorik krautrocker deformado, adaptado a la música de alguien a quien nunca vas a escuchar copiando. Hay tristeza y es mucha, esto puede ser difícil de absorver si no están dadas las condiciones, no es algo que apunta a adolescentes que quieren enfiestarse tomando cerveza. Si hablamos de objetivos, es claro que el único visible es seguir su musa, sin la menor concesión de ningún tipo. ¿Sonar en la radio? En qué radio, si ya no queda ninguna, al menos no como las conocíamos. 

Callahan es padre de dos niños y en YTI⅃AƎЯ hay varias referencias a la paternidad, también a la muerte de seres queridos (su madre) siempre bajo el sesgo poético y recontra oblicuo que lo caracterizó. Es un trabajo consecuente con una carrera, valiente, no deja de aportar y sumar en su abundante obra. No está nada mal para una era en que a nadie le importa nada. Esto confirma que siempre hay excepciones.






Escuchar online en YouTube o en Spotify.






Chequear tambien:

Smog - Julius Caesar 
Smog - The Doctor Came at Dawn
Bill Callahan - Apocalypse





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