domingo, 10 de septiembre de 2023

Green Day - Insomniac


Hay muchas formas de que una banda o solista te guste. O te caiga bien. Puede ser por una cuestión de originalidad. Puede tener que ver con la emoción que nos despierta, ya sea melancolía, euforia, tristeza… lo que sea. También existe la posibilidad de que se trate de algo que uno escuchó o consumió en cierta etapa de la vida. En mi caso con Green Day fue la adolescencia, ese instante mágico en que todo parece tener sentido. Y si no lo tiene no importa, es muy pronto para caer en esos laberintos mentales. Eso pasa más adelante, cuando uno supuestamente es más sabio.

Me acuerdo como si fuera hoy el momento de mi vida en que los escuché, como millones de pibes, después de la inmensa pegada que significó Dookie. De la mano de “Basket Case” y “When I Come Around”. Hits gancheros, ineludibles. Los más viejos ponían el grito en el cielo; “esto ya se hizo”, “ya lo escuchamos y mejor”. Vayansé a cagar. ¿A quién le importan estos argumentos? Por suerte no les dí pelota.

Existe gente que suele renegar de lo que escuchó en determinado período, en general asociado a la juventud. A mi jamás me pasó eso de avergonzarme de mis gustos, más bien lo contrario. Si alguien intentaba ridiculizarme me dolía, pero me la bancaba y defendía mi postura. Nunca algo que alguna vez disfruté me dejó de gustar. Es más, quisiera saber cómo es eso, cómo sucede, cómo es el proceso de “degustación”. Todavía hoy pongo cualquiera de los que van desde Kerplunk! hasta Warning! y me siguen provocando lo mismo de siempre. Una suerte de despelote hormonal, ganas de enfiestarme, de tomar cerveza con mis amigos, de tener una banda y hacer ruido. Que no sean originales o que lo que hicieron ya fue hecho me importa tres carajos. Es más, me atrevo a decir que hay una cuota de novedad en Green Day, un desenfado que el punk hasta ellos no tenía. Sacarle seriedad y solemnidad al asunto. Una cosa de decir “mi ideología es esta, no es muy importante ni pretende cambiar el mundo, pero es esta”. Es divertirse y ser punk rock.

Si hablamos de Insomniac a nivel canciones te defiendo al menos seis a muerte. “86”, el primer tema (“Armatage Shanks”) que nunca supe el nombre pero lo puedo cantar de memoria, “No Pride”, el poderoso “Stuart and the Ave.” o “Westbound Sign”. Hay temas que salteo y que me interesan menos. ¡Ah! Y a nivel sonido / audio esto es impresionante. Enorme.
Cierro con otra anécdota personal, de cuando tenía quince o dieciséis años y todavía creía que iba a vivir de la música. Íbamos caminando con el cantante de mi banda, soñando despiertos. En un momento, uno de los dos dijo (no me acuerdo quién) “tenemos que sonar como Green Day en Insomniac”. Amén.







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4 comentarios:

Centrofovar dijo...

Insomniac es un discazo, suena de reputa madre y los primeros OCHO temas van directo a la mandíbula. Además mi opinión sobre Green Day es la misma que tenía en 1995: es una masa. Con esto creo que ya estoy.

Coincido en casi todo el comentario excepto en que yo sí pasé por procesos de "degustación", o "ya-no-me-gustaje", pero creo que tiene que ver con cierto afianzamiento de convicciones que con arrepentimientos. Pocos pero los tuve. El que recuerdo ahora (son las 23.59 y aún tengo cosas que hacer —buen nombre para un tema) es Guns N Roses. Hoy no los soporto, me parece música cuasi pelotuda.

Un abrazo!!

Beefheart Smiles dijo...

Con leve modificación, te lo afano: "23.59 y tengo cosas que hacer".

Guns and Roses... uf medio que siempre los odié pero acepto o entiendo que los tipos son buenos. Tienen temas que me gustan y tengo los discos, que son 4 o 5, nada muy difícil. Creo que ninguno fué comprado, todos cayeron o me los regalaron.

Justo el otro día subí al auto con el primero, hoy me animo a volver a escucharlo SIN que se me venga la cara del payaso (y su bailecito marica) a la mente. Lo disfruté.

Beefheart Smiles dijo...

El mea culpa mío viene con un enamoramiento excesivo con la movida de punk californiano de los noventa. Llegué a tener discos de bandas de tercera y hasta CUAAAAARRRTA línea. No era para tanto. Me quedé con los grandes discos (NOFX, Rancid, etc.) el resto los despaché (No use for a name [que nombre de mierda] Millencolin, etc.).

Centrofovar dijo...

jaja también tengo todos excepto Chinese Democracy, del que escuché solo la primera mitad con mucho esfuerzo.

A mí Appetite for Destruction, justamente... casi que no me gusta. Prefiero la sobreproducción de los Illusion. Tienen unos cuantos temazos, es cierto, muchos tapados como Yesterdays, Don't Damn Me, Dead Horse. La banda ostenta un nivel interpretativo ajustadísimo y arrogante, y la música —este es el elogio más grande que les puedo dedicar— contiene numerosas influencias que no se remiten solamente a la tradición hard rock, más allá de la evidente genealogía de Slash (Jimmy Page, Joe Perry, Michael Schenker, Ace Frehley, Randy Rhoads...).

Con todo, si me prohibieran escucharlos por los próximos sesenta años no me cambiaría mucho la vida.

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