Bryan Ferry - The Bride Stripped Bare

El eterno playboy y su quinto LP como solista. Un poco de recapitulación no viene mal. Bryan Ferry es, fue y será el capo, alma máter y fuerza creativa de una de las grandes bandas de la década del setenta; Roxy Music. Una que las hizo a todas, fueron exploradores sonoros, reyes del glam sin estar al borde de la caricatura, como les pasó a otros exponentes del género y astros del pop sofisticado con discos definitivos como Avalon o su hermano menor Flesh + Blood.

La banda se disuelve, quizás porque el considerable ego de Bryan Ferry le debe haber dicho algo como “bueno, ya está, es hora de que aparezca tu nombre en la tapa”. Lo cierto es que los primeros conatos en solitario convivieron amigablemente con los discos de Roxy Music, These Foolish Things, su debut “por afuera”, sale casi al mismo tiempo que Stranded, tercer álbum de la banda londinense. En el ’73. Tanto Foolish... como Another Time, Another Place eran discos de versiones, con una característica única; la elección del repertorio era cien por ciento idiosincrática. En el primero convivían sin drama los Beach Boys con Smokey Robinson o los Beatles con el clásico de Brill Building "It's My Party" y en el segundo estaba Dylan -una fijación de Ferry- al lado de "(What a) Wonderful World". Había una constante, la personalidad arrolladora del intérprete, su capacidad para hacer suyas las canciones, divertirse y conservar la elegancia y su aire de dandy decadente que siempre lo caracterizó.

En The Bride Stripped Bare también hay versiones pero, como para esta altura Roxy Music estaba a punto de extinguirse, tenía más tiempo y se puso a afilar la pluma. Es notable como fluyen las canciones, si no conocés los originales pueden pasar por temas propios sin mayores problemas. “Sign of the Times” y “Can’t Let Go” arrancan el disco y llevan su firma pero en seguida aparece “Hold On (I’m Coming)” de la dupla Porter / Hayes, famoso mundialmente por Sam & Dave. Otro acierto es incluir un “tapado” de J.J. Cale, “The Same Old Blues” y ni hablar de la versión de Al Green de “Take Me to the River”, que también hacían los Talking Heads. La deuda con Velvet Underground que tienen el ochenta por ciento de los músicos del mundo (incluso sin saberlo) está saldada con “What Goes On”, en una versión canchera al extremo, sobradora, un golazo en formato canción. ¿La sorpresa? "This Island Earth", al final, un temazo enorme.

Bryan Ferry tuvo más éxito como solista (a nivel ventas, claro está) que con Roxy Music, su banda de marcianos recién aterrizados. Sus discos son más accesibles, más aptos para todo público, pero nunca dejan de cumplir ciertos estándares de calidad a los que nos tiene acostumbrados. Aunque The Bride Stripped Bare es bueno para iniciarse, cualquier otro está bien. Ponele la firma.







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