The Guess Who - Wheatfield Soul

Este será un decálogo sobre cómo escribir un comentario con la razón nublada, con el juicio teñido por la imparcialidad más sanguínea. Por el fanatismo, vamos. ¿Por qué no? Hoy en día es una palabra con muchas connotaciones negativas. Llamemoslé ‘fanatismo racional’ si es que algo así puede existir.

Nunca olvidaré cómo llegué a ellos. En realidad “These Eyes” y “American Woman” son dos temas que conocía de toda la vida. Como cualquier persona que alguna vez haya puesto la radio, otro medio que tiende a desaparecer, al menos como lo conocíamos. Esos dos temas no me decían gran cosa. En la película Casi famosos hay una escena en la que el pibe conoce al gran Lester Bangs, interpretado magistralmente por Philip Seymour Hoffman. Este hace una defensa muy enfática de los Guess Who, incluso tiene puesta una remera. Como sea; me convenció. El otro momento epifánico llegó cuando trabajaba pasando música en un bar de mala muerte al que no iba nadie. Pero sí iban algunos amigos que conocían mucha música. Un día uno de ellos me dijo “poné este que es uno de los temas más hermosos que se han grabado” y me señaló “A Wednesday In Your Garden”. Impresionante golpe abajo del cinto. Inolvidable. “Y después poné el primer tema de acá” porque era un CD que tenía Whitfield Soul y Artificial Paradise. Ahí salió a todo volumen por los parlantes del tugurio “Bye Bye Babe” y no hizo falta más nada, el bautismo de sangre era un hecho.

Para mi Whitfield Soul es el primer disco de los Guess Who. Sè que no es así pero no me importa. Acá empieza el periplo, que termina en Power in the Music, once discos en la asombrosa suma de seis años. Doce si contamos el compilado de rarezas The Way They Were y sí, hay que contarlo porque es extraordinario. En todos los discos hay joyas, es una carrera increíble, una racha impresionante. ¿Qué otro grupo o solista puede jactarse de algo igual? Y acá va una teoría; si no fueran canadienses, gordos y feos estaríamos hablando de un nivel de reconocimiento parecido al de Beatles, The Who, Stones. Los grandes, digamos. La facha vende, siempre fué así. Es el sitio que merecen, estar a la altura de las grandes bandas de la historia del glorioso rock and roll de su etapa dorada. Tienen un cantante impresionante, son músicos excepcionales, se dieron el gusto de experimentar y cuando rockean lo hacen con una fuerza demoledora.

Este disco tiene el mencionado “A Wednesday…” y otros dos temas que merecen el podio eterno, la gloria a la que sólo el rock and roll más excelso merece aspirar; “Pink Wine Sparkles In the Glass” y el impresionante “I Found Her In a Star”, que son temas que están a la altura de “Gimme Shelter”, “Eleanor Rigby” o “Baba O’ Riley”. Solamente falta que los descubran, que alguien con cierto poder o influencia diga que esto no tiene nada que envidiarle a nadie. Seguramente no seré yo quien logre semejante triunfo. Nadie va a decir que no lo intenté.







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