La lección que me dejó escuchar este disco; nunca subestimes a un gran compositor de canciones. El que un día tuvo el don, de alguna manera lo conserva.
Que Costello es una especie de enciclopedia de la música popular anglo sajona es sabido. Cuando quiere hacer un guiño a alguna banda clásica lo hace con altura, con un poco de reverencia pero siempre a su manera. En este caso el guiño es a los Byrds, a los grandísimos Byrds, o al menos eso me parece a mí.
La progresión de acordes que usa en el estribillo, cuando dice las palabras del título es magistral, sin tener nada de novedoso funciona. El puente es extraordinario, psicodélico, beatlesco si se quiere, eleva a la canción, que vuelve a su cauce con elegancia y oficio.
Se puede escuchar en YouTube acá.
Encontrala originalmente en:
La idea de este disco era juntar canciones escritas por Costello para otros intérpretes. Al final, solo cuatro de las canciones tenían que ver con este concepto inicial. Yo pensaba que Costello era los cuatro primeros discos, más tarde me estiré hasta Blood and Chocolate, hoy llego hasta The Delivery Man. En algún momento escucharé los discos que hizo en la década que se fué.
All This Useless Beauty (1996)
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