jueves, 15 de noviembre de 2018

Mark Lanegan - Whiskey for the Holy Ghost


Un silbido arriba de una música de circo, de cajita musical, es lo primero que se escucha. De esas que tanto hemos visto en películas, en escenas en donde pronto va a pasar algo malo, esas películas que podrían considerarse góticas, del costado del camino. Un pueblito semi abandonado, gente que fuma y toma mucho, un crimen o varios, religión, pecado, redención y herejías. Introducción perfecta para Whiskey for the Holy Ghost, el segundo disco como solista de Mark Lanegan, cuando todavía estaba al frente de los Screaming Trees, a mediados de la década del noventa.

En el segundo tema entona la frase que dá título, en “Borracho” (sí, en español el título) canta, con la voz atiborrada de tabaco, algo así como “ahí viene el diablo, arrastrándose, un whiski para cada fantasma y me arrepiento de lo que hice, porque soy quien sabe lo que ha costado”. Sustancias, espíritus, culpa, los temas que obsesionan a Lanegan desde siempre. ¿Y la música? Inmejorable. Un tornado de guitarras y un baterista a punto de enloquecer, compenetrados en hacer la música perfecta para retratar la historia sórdida. Por supuesto que no todo es sangre y barro en Lanegan, cuando canta una balada te desarma y te saca hasta lo que no tenés. Es lo que pasa inmediatamente después, en “House a Home”, que fue el single del disco en su momento y que tenía un video digno de volver a ver. Un temazo, la elección como corte de difusión es tan obvia como acertada.

Para esta época todavía le quedaba un disco por hacer con sus compañeros de Seattle, Dust, del ’96, pero lo que hacía y mas o menos sigue haciendo como solista es otra historia, con puntos en común y diferencias, hay continuidad y consistencia pero también evolución, ganas de ir a explorar otros terrenos. Esto sería antes de las mil colaboraciones de Lanegan, con Queens of the Stone Age, con Greg Dulli de los Afghan Whigs, con Isobell Campbell y la lista podría seguir un buen rato.

Hay un nivel de credibilidad que inquieta en los discos de Lanegan como solista, sobre todo en los dos primeros (éste y The Winding Sheet) una sensación de que algo está muy mal. El tipo está sufriendo y la música lo transmite de inmediato, podés no tener la menor idea de lo que está hablando pero la atmósfera y el clima de opresión te lo dicen todo, escuchás “Riding the Nightingale” y queda clarísimo; es una balada, pero no es lo mismo que la anterior, acá no hay comodidad, acá hay un ruego, un pedido de salvación. Algo que claramente consiguió, porque si bien sigue haciendo música y de la mejor, con discos enormes como el reciente Blues Funeral o el flamante With Animals, con Duke Garwood, el nivel de tristeza y desolación de Whiskey for the Holy Ghost no iba a reaparecer.







Escuchar entero en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Screaming Trees - Anthology: SST Years, 1985 - 1989
Mark Lanegan - I'll Take Care of You
Soulsavers - It's Not How Far You Fall, It's the Way You Land



2 comentarios:

Astilla Dominguez dijo...

Mariano, recién veo el comentario que dejaste en mi blog, elcopetindeastilla.blogspot.com Sí, soy el que escribe en Jedbangers y me encanta que te haya gustado el doble de Ginger que te bajaste! Un abrazo y buenísimo tu blog!

Beefheart Smiles dijo...

Hola Astilla, que tal? Que bueno, tarde pero seguro, sí, ese doble es alucinante, me gustaría mucho tenerlo original, me temo que en este momento debe ser inconseguible. Vos donde comprás los discos importados en este momento?

Que bueno la Headbangers, a pesar de que el 80% de la música de la que hablan no me interesa la valoro mucho, ya que EXISTA una revista hoy en día es casi un milagro, una quijotada.

Un abrazo!!!!!

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