Escuchar el
subidón de adrenalina de las cuerdas en “Unfinished Sympathy”, cuando parece
que ya no puede subir más y sin embargo lo hace, es una de las posibles
explicaciones de por qué Massive Attack fue tan innovador en su momento. Hoy,
más de veinte años después, sigue sonando vigente y aventurero. Puede ser la
famosa capacidad de los grandes discos de permanecer imperecederos y ajenos al paso del tiempo pero, si lo escuchás atentamente, te das cuenta de que
tiene un millón de decisiones inteligentes, que ayudaron mucho a la
supervivencia intacta de Blue Lines, el primer LP de estudio de Massive Attack,
del ’91.
Es inventor de un género (el trip-hop de Bristol) pero el disco viene del hip hop, el rap o como corno le quieras llamar. A diferencia de los clásicos de ese género, acá se le agregan un par de cosas que lo llevan todo un paso más allá; melodías vocales, arreglos de cuerdas, teclados oscuros e hipnóticos y, sobre todo, variedad musical entre los temas. Es partir de un género y agregarle exactamente lo que le faltaba para redondear el asunto: musicalidad. En Blue Lines hay de sobra. Ni hablar del concepto general, que cierra por todos lados.
Hay reggae fumón del mejor, dub colgado y a la vez pegadizo, rhythm and blues bien entendido, influencias muy claras del jazz moderno, góspel (clarísimo en uno de los grandes temas del disco; “Hymn of the Big Wheel”) y rap malvado y amenazador, responsabilidad que recae sobre los hombros de Tricky que se luce a lo largo y ancho de Blue Lines. Tuvo la extraña característica de gustarle a todo el mundo, rockeros, modernos, chetos, drogones, algo que rara vez sucede (se me viene a la cabeza Urban Hymns de The Verve, Nirvana… casi un fenómeno de los noventas) y no sólo eso; críticos y periodistas de todo el mundo se cansaron de alabarlo, merecidamente.
“La gran rueda sigue girando, un hombre se esfuerza mientras otro descansa” cantaban a modo de mantra, en el cierre del disco. A veces un buen puñado de ideas hacen que todo el resto vaya apareciendo, de manera automática. Ese parece haber sido el caso de Blue Lines, de Massive Attack.
Escuchar entero en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Augustus Pablo - King Tubby Meets Rockers Uptown
Massive Attack - Protection
Tricky - Maxinquaye
2 comentarios:
Muy bueno! Siempre lo tuve grabado en casette hasta que lo compré hace añares en la última disquería de barrio del centro sanisidrense. Aunque entrar en el local era una patada en el culo ya que siempre sonaban cosas tipo Andrea Bocelli, era buena gente la que atendía, y recuerdo que entre las obviedades mayoritarias había algún que otro importado cuyo hallazgo dependía del azar. Ahí y de ese modo conseguí discos de los Bunnymen, Blue Lines, y hasta (perdóneme) El Amor después del Amor, en una época en la que -cosas que pasan... acá- estaba descatalogado.
Salute!
El Amor de Paez... puf, si lo habré gastado en mis años mozos. Después lo regalé creyendomé muy punk porque creía que "ensuciaba" mi discoteca. Me arrepentí, al igual que con todos los discos que vendí, canjeé o regalé.
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