jueves, 23 de julio de 2009

The Vibrators - Pure Mania


La escena inglesa de fines de la década del setenta era un hervidero de actividad. Jamás el recambio generacional fue tan drástico, potente y necesario a la vez. No vamos a caer en el facilismo ese de que el punk rock vino a destruir al rock progresivo/sinfónico que tantas veces se ha repetido. Lo que sí es cierto es que hacía falta un lavado de cara, un poco de irreverencia y menos pomposidad, menos solemnidad y mas energía primal.

Dentro de esa camada de grupos pioneros están los Vibrators, que se han encargado con el paso de los años de dilapidar todo resto de credibilidad reformándose millones de veces, grabando material de calidad cuestionable y, en definitiva, masacrar el legado del punk rock primigenio. Pero cuando la banda liderada por Ian "Knox" Carnarchan funcionaba a todo motor eran una cosa seria, digna de ser tenida en cuenta. No les faltan credenciales tampoco; fueron apadrinados por el inolvidable John Peel, apareciendo varias veces en su programa radial, estaban ahí bien a principios del asunto. Puede decirse que es otro caso de estar en el lugar y momento adecuados, ya que fueron teloneros de Iggy Pop en su gira británica del '77 y su primer sencillo ("We Vibrate") fue producido por el legendario Mickie Most, productor de los Animals y Donovan, entre otros.

¿Y la música? Como suele ser, es lo que cuenta y vale. "Into the Future" es la canción con que empieza este disco debut, Pure Mania, y deja claras las intenciones de la banda; un sonido sucio pero compacto, rápido y ajustado, un cantante con personalidad y una lírica nihilista, llena de desparpajo. La protagonista es una chica que está “bastante reventada para tener sólo 23 años”. "Yeah Yeah Yeah" es la relectura de la generación punk del "She Loves You" de los Beatles, en vez de amor adolescente inocentón, es amor enfermizo no correspondido, ella lo usa y lo tira. Los instintos pop de Knox salen a la luz en "Sweet Sweet Heart", con un estribillo ganchero, muy pegadizo y un motivo de guitarra atractivo. Si no fuera por la suciedad inherente a las decisiones de producción del album podría haber sido un estándar de radio FM contemporánea. John Ellis, el guitarrista, es quien firma "Keep It Clean", que es el obligatorio tema sobre drogas, es mas que nada un retrato de lo que se vivía en la época porque la canción es una advertencia.

"Baby Baby", que fuera retomado varios años mas tarde por los alemanes Die Toten Hosen para su disco de versiones, es el himno, quizás el momento mas imperecedero del disco. Una progresión de acordes tocada con arpegios introduce la melodía de voz, que es sutil, simple y amenazadora. Es un ruego casi desesperado, una canción de amor en letras mayúsculas, de esas que se escuchan una vez y ya no hace falta mas nada. “Las chicas londinenses me están defraudando / No puedo imaginarme viéndolas corriendo por ahí” dice "London Girl" el tema libidinoso que no podía dejar de estar presente. Un riff con mas de una deuda al movimiento inmediatamente anterior; nada menos que el pub rock de Dr. Feelgood, Eggs Over Easy o Brinsley Schwarz. "Stiff Little Fingers" (si, la canción que dio nombre a los irlandeses) es una fábula mórbida de alienación urbana con una letra escalofriante; “nunca miraste más allá de tus cuatro paredes / es una pena que nunca hayas visto la luz / pero ahora te pasaste de la raya / y vas a tener que empezar de abajo otra vez”.

A Pure Mania le fue bien al momento de su aparición, con el paso del tiempo sería incluso más reconocido, siendo mencionado en todas las inefables listas de las revistas inglesas, elogiado por igual tanto por músicos de generaciones posteriores, periodistas y amantes de la música en general. Los Vibrators de la primera época siguen con el prestigio intacto.








Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

The Vibrators - V2
999 - Separates
The Adverts - Crossing the Red Sea with the Adverts



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...