Formados a fines de la década del 60 en Warwick, un pueblito rural del sur de Inglaterra. Los Edgar Broughton Band fueron abanderados de causas justas, politizados y rebeldes. Eran famosos por tocar en cuanto camión al aire libre se pusiera en el camino. Es importante subrayar el compromiso social de la banda, con inclinación por la izquierda mas radical, sus shows eran casi mitines en la inglaterra post-swinging London. Una de las causas por las cuales la EBB aún no ha sido reivindicada, en tiempos de nihilismo extremo y vacío ideólogico.
Tienen también el mérito de haber inaugurado la producción discográfica del mítico sello Harvest, aquella subsidiaria de corte progresivo del gigante EMI. A través del simple "Evil" con "Death of an Electric Citizen" en su cara “B”. Luego de dos discos muy valiosos, en el seno interno de la banda se decidió por un camino mas musical, menos teatral y sin tanta carga conceptual. Venían de un disco debut como Wasa-Wasa, algo así como un Captain Beefheart de Safe As Milk aterrizando en un suburbio peligroso de la capital inglesa, seguido casi de inmediato por Sing Brother Sing donde la tendencia retorcida y los climas turbios se acentuaron.
En un hipotético encuentro entre humanos y alienígenas, a la hora de mostrar qué es lo que ha estado sucediendo a nivel musical, "Evening Over Rooftops" es buena elección. Si el buen rock, el trascendente, es una alianza entre letra y música, este primer tema se lleva un premio mayor. Con arreglo de cuerdas de David Bedford, compañero en el sello Harvest y por aquel entonces militando en la banda de Kevin Ayers. Empieza con un clima tenebroso, a la manera de los mejores cuentos de Poe; “¿Qué tan lejos estamos de la muerte? Estamos cerca de un final, el humo se colgaba de la línea del horizonte, la ciudad cayó en el silencio. El ocaso, maduro y amable era la luz ideal para escribir algunas ideas”. La voz de Rob “Edgar” Broughton prácticamente recita la letra, llena de imágenes, de alto vuelo poético. Su hermano, Steve, en los parches, Victor Unitt en guitarras -y varios instrumentos- y Arthur Grant en bajo y voces, completan la formación. Es la que graba también el resto del album.
Si seguimos escuchando Edgar Broughton Band, tercer disco, homónimo, habrá más sorpresas. Nos encontramos con "Piece of My Own", beatlesca, con un aire lúdico, "The Birth", emparentada con los trabajos previos de EBB, pero mas refinada y guitarrera. "Poppy" es un blues lento y almibarado, entrañable por donde se lo mire. Comprensible si tenemos en cuenta que después viene el caos auditivo de "Don’t Even Know Wich Day It Is", cantado con toda la bronca, al mejor estilo Don Van Vliet, mascullando las palabras, escupiendo al viento cada una de las sílabas.
Se lo conoció como El Disco de la Carne por su controvertida portada que mostraba a una persona desnuda, colgada cabeza abajo con varias “ex-vaquitas” en el matadero, casi listas para ser engullidas. Fue un éxito a nivel críticas y cosechó un moderado nivel de ventas, sobre todo en la Europa continental, en donde todavía hoy son recibidos como héroes. Las cosas se pondrían densas para Edgar Broughton Band en un futuro cercano, pero siempre con la frente bien alta y con producciones musicales a la altura de su legado e historia.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
Edgar Broughton Band - Oora
Captain Beefheart & the Magic Band - Bluejeans & Moonbeams
Arthur Brown - The Crazy World of Arthur Brown
3 comentarios:
edgar broughton band, simplemente alucinante! gracias!!!
yo no conocia esta banda, la verdad que me gusto mucho. tendrias que poner los discos para bajarlos pero no importa, está muy bueno igual
muy bueno el blog, soy fan de esta banda junto con Hawkwind y Pink Fairies, fueron los mejores francotiradores de los años 70. Me alegro que te guste mi blog, a mi me gusta mucho el tuyo, lo del intercambio está hecho! saludos
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