A esta
altura no hace falta decir mucho a la hora de hablar de Judas Priest, son famosísimos,
no precisan introducción de ningún tipo, los amás o los odiás, es así de
simple. Sin After Sin es el tercer LP de estudio, viene inmediatamente después
de Sad Wings of Destiny, el disco con el que encontraron la personalidad, es el
primero para un sello grande (CBS en UK y Columbia en USA) y es el primero en
el que cuentan con un productor famoso, nada menos que Roger Glover, bajista de
Deep Purple para quienes viven en Júpiter.
Sin After Sin está repleto de clásicos, empieza a toda máquina de la mano de “Sinner”, mucha velocidad, la voz de Rob Halford haciendo acrobacias, cambios de ritmo, solos de guitarra doblados… todo lo que tiene que tener un gran tema de Judas Priest, gran arranque. Sigue con una especie de rareza, una versión de “Diamonds and Rust” de Joan Baez, en donde prácticamente lo único que hicieron -que no es poco- es descubrir que la canción podía servirles y la tocan como si fuese de ellos, apropiación completa, digamos. La nota final de “Starbreaker”, cuando el tema se está yendo en fade, es oir para creer, Halford alcanzando una nota aguda que hace doler, uno de esos temas que hablan de viajes interestelares, que si no fuera por la música serían olvidables, pero la música acá es impecable, heavy metal cien por ciento, la definición del género si se quiere.
Después viene una balada que bien podría haber estado en un millar de discos de esta época, a mediados del setenta, “Last Rose of Summer” se encuadra en un subgénero que pronto abandonarían, probablemente para mejor, pero nadie puede negar que salen parados con decencia del desafío. En “Call for the Priest” tenemos una de esas letras sugerentes en donde Halford anticipa su salida del closet (cosa que sucedería mucho después), en el que algunos llaman “el secreto peor guardado de la historia del rock”, el tema anticipa en un buen puñado de años a discos como Screaming for Vengeance o Defenders of the Faith. Temazo. Por ahí estás familiarizado con la versión de Slayer del tema encargado del cierre, el enorme “Dissident Agressor”, que empieza con ese grito de águila y sigue con lo que podría considerarse uno de los diez grandes temas de Judas Priest.
Con Sin After Sin entraron a Estados Unidos y dieron el puntapié inicial de un ascenso meteórico, la conquista de la corona del rock pesado estaba a la vuelta de la esquina.
Escuchar entero en Spotify o en YouTube.
Chequear también:
Judas Priest - British Steel
Iron Maiden - Killers
Saxon - Strong Arm of the Law
2 comentarios:
Mi primer y hasta la fecha único disco de la banda. Suena de lujo. Aún así, me cuesta encontrar un disco con el que reengancharme a los Judas... ¿Me recomiendas seguir con algún otro en concreto?
Hola Victor! Si este te gusta podrías seguir con el anterior (Sad Wings of Destiny) o con el que viene después (Stained Class). Los dos son muy parecidos a Sin After Sin y a mi particularmente me gustan un poco más que este.
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