Varias cosas
pasan por primera vez acá; primer llegada al número uno en ventas en su
larguísima carrera, una de las pocas veces -si no es la única- en que
alguien saca un nuevo trabajo y pasa a mejor vida en cuestión de días, en este
caso menos de un mes. Se podría decir que es la primera vez que alguien
se despide con una obra de esta naturaleza, con un disco no sólo a la altura de
su inmenso legado, uno que se puede medir con cualquiera de sus hitos. Es
David Bowie e incluso en su última gran jugada, no iba a dejar de sorprender.
Unas cuantas preguntas vienen a la mente ante la escucha de un disco tan valiente, desafiante, único y delirante. ¿Sabía o no sabía? Algunos de los temas pueden llegar a dar a entender que sí, que esto tiene sabor a epitafio, aunque tratándose del Duque, las cosas nunca son del todo directas, sino más bien oblicuas, retorcidas. Otra es… ¿cómo puede ser que el tipo que fue moderno hace cuarenta años, haga el disco más aventurero que se ha escuchado en mucho tiempo y que no deje de ser rock? Bowie siempre fue un tipo en prestarle mucha atención al concepto, hasta el punto de darle más importancia que a las canciones (o composiciones) en alguna que otra oportunidad.
Acá el balance es perfecto.
Supuestamente intentó no hacer un disco de rock, pero esto es más rock que cualquier cosa que se te pueda llegar a ocurrir en veinte minutos por lo menos. Comentar las canciones a tan poco tiempo de la aparición no tiene demasiado sentido, siempre conviene dejar que un disco decante, se asiente sobre sí mismo y vaya acostumbrándose al oído. Pero es muy evidente que acá hay sustancia, riqueza sonara, un concepto fuertísimo, ideas musicales innovadoras, coqueteos con el jazz más moderno y recóndito, en fin; todo lo que tiene que tener un disco actual para destacarse de la impresionante andanada de música mediocre que nos rodea todos los días.
Vuelve el
histórico Tony Visconti para la producción, al igual que en el disco anterior, The
Next Day, pero mientras el disco de 2013 era elegante, tenía buenas canciones
(este no es un disco de canciones estrictamente hablando) y sonaba
impresionante, este es un paso al frente en cualquier sentido. El primer tema,
el que titula el LP, ostenta una cantidad de ideas musicales dignas de envidia
en sus… ¡más de diez minutos de duración!
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