viernes, 4 de diciembre de 2015

The Kinks - Face to Face


Según cuentan, cuando Ray Davies vió la tapa se quería matar. Era el año ’66 e Inglaterra estaba lista para explotar en miles de colores, pero nuestro héroe, como casi siempre, no quería saber nada. Nunca fue un psicodélico, detestaba a los hippies y el flower-power no le interesaba en lo más mínimo. Veía como su banda se esforzaba por alcanzar aquel éxito inicial, cosa que nunca volvería a suceder, estaba casado, ocupado de su familia y la vida de rock star, que sí llevaba su hermano menor Dave, le parecía una ridiculez. ¿Qué hizo entonces? Se encerró en su caparazón a componer las canciones que lo definirían para el resto de su vida. Introspección total.

En Face to Face hay cuatro canciones fundamentales, dentro del inmenso catálogo de uno de los compositores más grandes que dio el siglo veinte. En “Rosie Won’t You Please Come Home” le canta a la hermana que se había ido a Australia, con un nivel de melancolía inédito hasta ese entonces en la música popular, probablemente sin querer estaba pintando un retrato generacional de “la otra gente”, la que quedaba afuera del technicolor y la fantasía de la burbuja de fines de los sesenta, la gente común, la que sí trabajaba y tenía un horario. Visto desde cierto ángulo Ray Davies puede ser visto como el primer reaccionario de la historia de la música pop, un conservador que se aferraba a un mundo que ya no existía. En “Too Much On My Mind” se queja, no soporta la presión, el título lo dice todo e incluso se resigna; “hay demasiado en mi mente y no hay nada que pueda hacer al respecto”. “Rainy Day June” es más inglesa que el té de las cinco de la tarde, lo que había empezado con “Dedicated Follower of Fashion” y “A Well Respected Man” se termina de delinear en este disco y sobre todo en esta canción, son esas viñetas microscópicas, observaciones de alguien que ponía atención al detalle y sabía contarlo con gracía… y melodía, por supuesto. “Sunny Afternoon” es la primer canción enorme del que podría llamarse “segundo período” en la evolución de Ray Davies. Miraba la vida de la clase media venida abajo y sus miserias, exactamente lo que en esa época nadie quería ver, la letra es un verdadero cuadro, una pintura de época, sobre esa gente que “cuenta historias de borracheras y crueldades”.

Face to Face es el primer gran disco de los Kinks, los tres primeros tenían algunos rellenos y acá también hay algunos, pero el nivel de musicalidad o las letras (a veces las dos cosas) hacen que sea un disco que fluye de principio a fin, sin problemas. Es fundamental conseguir la reedición en CD del ’98, que tiene los singles de la época y las caras B. con joyas indispensables como “I’m Not Like Everybody Else”, “Dead End Street” y “This Is Where I Belong”. Por último una pregunta; ¿Qué pasaba si esos temas los metía en el disco en lugar de otros temas menores?








Escuchar entero en YouTube o Spotify.








Chequear también:

The Kinks - The Kinks Are the Village Green Preservation Society
Mott the Hoople - Brain Capers
Blur - Modern Life Is Rubbish




2 comentarios:

jesuscierzo dijo...

Face to Face es una masterpiece , amigo ; completamente de acuerdo en tu análisis , Davies se destapaba ya como un consumado retratista de su propia época , en realidad un cronista , un disco enorme al que acudo muchísimo ; magnánimo.
Abrazoss!! Feliz fin de semana !!

Beefheart Smiles dijo...

Hola Jesus! Como andás tanto tiempo hermano? Te cuento que un disco que descubrí en tu blog ultimamente y que me gustó muchísimo es Morphine Creek de Supraluxe, hermosas canciones, música nueva que da gusta.

Y ni hablar de Parson Red Heads. Excelente banda!!!

Otro abrazo!

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