miércoles, 16 de diciembre de 2015

Bob Dylan - Oh Mercy


Una vez Robert Forster de los Go-Betweens dijo que Dylan necesita calzarse un traje especial para lograr un gran disco, imbuirse de un personaje, saber dónde está parado y de esa manera las canciones le fluyen de manera totalmente natural. Es así como en Blonde On Blonde es el poeta alucinado, en Highway 61… el motoquero de cuero negro y tachas, en Slow Train Coming el evangelista decidido y en The Freewhelin’… el soñador dispuesto a cambiar el mundo. ¿Y cuál sería el personaje de Oh Mercy entonces? Bueno, no está del todo claro, probablemente su reafirmación como escritor de canciones. Los que leímos su excelente Chronicles, Vol. 1 sabemos que le tiene mucho aprecio a este disco y los que conocemos su vasta discografía no ignoramos que venía de su peor racha; Knocked Out Loaded, el caótico Down In the Groove y el flojo en vivo con los Grateful Dead.

No es justo olvidar la tarea de Daniel Lanois, el productor de U2 que asume este rol con Dylan por primera vez, el tipo lo ayudó a enfocarse en el estudio, se atrevía a discutirle ideas e incluso canciones, lo desastabilizaba y es sabido que tuvieron varias discusiones. El resultado fue una colección de canciones asombrosa. Este es el disco que tiene “Shooting Star”, encargada de cerrar la placa y una de sus baladas lacrimógenas más convincentes. En “Most of the Time” consigue una enorme plegaria de desamor, de esas que sólo Dylan puede lograr cuando está en su elemento, antes de arremeter con “Man In the Long Black Coat”, en donde está otra vez en el papel de cronista de su época, esta vez más afianzado, menos sentencioso y por ende, menos maniqueísta. Acá sí que se nota la mano de Lanois en la generación de climas, ruidos de fondo, excentricidades que realmenta aportan y realzan las canciones. En los temas rápidos y rockeros se puede decir que encuentra lo que haría en sus últimos cinco o seis discos de estudio a la fecha; se enfrasca en un groove enorme y se encierra con su banda de turno a disfrutar de lo obtenido. Por supuesto que es Dylan y eso siempre significa un puñado de frases inmortales.

Una anécdota que pinta a Dylan de pies a cabeza es haber dejado afuera uno de sus más grandes canciones por no estar conforme con la producción. Es “Series of Dreams”, que recién vería la luz en la caja triple The Bootleg Series, Vols. 1-3. Algo parecido a lo que había pasado con el enorme “Blind Willie McTell” en Infidels. Al fin y al cabo es Dylan y puede permitirse esos caprichos.








Escuchar entero en YouTube o en Spotify.








Chequear también:

Bob Dylan - Empire Burlesque
Daniel Lanois - Shine
T-Bone Burnett - The Criminal Under My Own Hat




No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...